Lilia Arellano Estado de los ESTADOS
“Guerra” contra la usura 12.5 millones endeudados Mexicanos a salto de mata CNDH: terrorífico informe Crecimiento “cangrejero” “El mundo no está en peligro por las malas personas, sino por aquellas que permiten la maldad”. Albert Einstein
Dos puntos sumamente neurálgicos para la población salieron a la luz, este fin de año, en el peor de los escenarios. Por una parte, la inseguridad, por la otra, el terreno económico. Azotes ambos de los ciudadanos quienes al conocer las cifras en uno y otro caso no pueden dejar de alarmarse y temer por el futuro, por el inmediato, por el de la próxima hora y el del siguiente pago.
Ante la usura bancaria que se realiza en la actualidad, los senadores han lanzado una advertencia, amenaza, alerta, a los hombres de la banca para que reduzcan sus tasas de interés. Llamado éste que se antoja risible, que deja a la autoridad sin autoridad al tener que recurrir a una amenaza para hacer que quienes están cometiendo ilícitos acepten regularse so pena de que van a reglamentar sus actividades para poder meterlos en cintura. ¿Entonces en dónde están y para que sí y para que no tienen facultades los que se supone regulan las actividades bancarias? Señalan los legisladores que pueden obligarlos a bajar sus intereses hasta en un cincuenta por ciento, “a la mitad”, advierten. Y nos preguntamos ¿a la mitad de cuánto? ¿Del 120, del 86, del 74 por ciento? Porque las tasas varían, unas son de los almacenes, otras de los bancos europeos, una más del monstruo Banamex, una más del Monte de Piedad, otra la del Rafael Dondé y muchas, muchas más, las de las casas de empeño “privadas”. En este auténtico desastre en el que muy convenientemente las autoridades hacendarias y el propio Banco de México han convertido la regulación bancaria, los únicos altamente perjudicados son los cuentahabientes, ya sea de tarjetas de crédito, de créditos, de hipotecas, de préstamos prendarios, etcétera. La impunidad con la que han operado estos mercaderes bancarios es comentada en todo el mundo. En ninguno de los países en donde sus matrices cuentan con sucursales registran las altas utilidades que reciben en México, en donde más de la mitad de sus pobladores están sumidos en la miseria. Según los reportes del buró de crédito, son ya 12 y medio millones de mexicanos los que no han logrado liquidar sus cuentas y por lo tanto aparecen ya como morosos. Esta cifra representa el 10 por ciento de los 125 millones de usuarios de la banca en diferentes ramas, sobresaliendo en este caso los adeudos por tarjetas de plástico. Según señala el senador José Eduardo Calzada Rovirosa (del PRI), secretario de la Comisión de Hacienda, será presentada una serie de medidas regulatorias, por lo que procederán a otorgarle al Banco de México y a Hacienda todas las facilidades para que dentro de un marco legal metan orden. Advirtió, como si esta usura fuera nueva o muy reciente, que resultan cifras impagables en muchos de los usuarios de crédito; aceptó la usura de las casas de empeño y de préstamos de particulares que operan sin ninguna norma, que son totalmente libres de aplicar las medidas que quienes las poseen dicten. No hay ninguna regulación y a ocho años de que diera inicio un nuevo Siglo, el del más alto desarrollo tecnológico, nuestro país vive en una etapa económica colonial. Citó la experiencia que viven en otros países como Estados Unidos e Inglaterra, en donde las autoridades se están reuniendo con los banqueros para que disminuyan sus porcentajes de interés en el cobro y aplicación de créditos y en este renglón cabe hacer hincapié en que en ambas naciones no llegan estos cobros a dos dígitos, en tanto que en la nuestra alcanzan hasta tres. Y no se trata solamente de los intereses de los cuales la “tremenda corte” nos dio todo un revés al aceptar el anatocismo, es decir el cobro de intereses sobre intereses, dictando así una medida con la cual los ladrones de cuello blanco encuentran apoyo total en la ley para dañar y quedarse con los patrimonios familiares. Porque ahora se trata de eso, del despojo de los patrimonios, de la casa, de la estufa, de la cama, del auto, del refrigerador, de todo lo que pueda tener algún valor aunque éste sea mínimo en comparación con el daño causado. Habrá pues que regular intereses, comisiones, pagos de seguros, aplicación de estos de manera correcta, tanto en las tarjetas como en los créditos a las viviendas, pero detrás de todo lo anterior, respaldar con un techo los embargos y que éstos, como antaño, no despojen a los usuarios del crédito de sus patrimonios, del familiar, del que se constituye con el techo, la cama, la estufa. Aunado a lo anterior también deben establecerse reglas muy claras para las casas de empeño que ya nada tienen que ver con la Asistencia Pública. El espíritu con el que nació el Nacional Monte de Piedad murió. Esta casa abrió sus puertas para ayudar a quienes no tienen oportunidad de acceder a ningún tipo de crédito y hoy ya nada de eso es válido. Dejaron de aceptarse los géneros, las máquinas de coser, las herramientas, todos estos artículos que empeñaban quienes en realidad no contaban ni siquiera con la posibilidad de un préstamo porque carecían de trabajo formal. Esta casa de empeño ya solo acepta, al igual que otras particulares como la Rafael Dondé o las más de 10 distribuidas a lo largo y ancho del país, joyas, autos, casas y con intereses prendarios que son también impagables. Las tasas de interés, en relación con las bancarias, tanto en el Monte de Piedad como en el Rafael Dondé son relativamente bajas, sin embargo rebasan el 20 por ciento anual, pero hay que agregar otro tanto que cobran mensualmente por almacenaje y una cantidad que se refiere a un llamado “seguro” que no dicen contra qué o contra quiénes, lo cual lleva a que se cobre hasta un 60 por ciento anual encima de lo prestado. Y ni que decir del resto de montepíos, cobran el 30 por ciento mensual de intereses, lo cual los lleva a que quienes ahí acuden por necesidad pierdan lo empeñado. Además, estas casas se han convertido en auténticas “lavadoras” de robado. Las bandas de ladrones, de los que se exponen al entrar a las casas, no de los que ni siquiera eso hacen sino que permanecen en sus escritorios fumando puros caros en compañía de elegantes y jóvenes mujeres, han encontrado en los montepíos privados el lugar ideal para acomodar su “mercancía”, de una o de otra manera le pierden al momento de intentar venderlas a particulares y en esos sitios no corren ningún peligro, además de que lograron que los joyeros, quienes los tenían ahorcados, subieran la paga sobre todo en el oro que les sirve para fundirlo y crear nuevas piezas “limpiecitas”. Así las cosas, los senadores por fin descubren el hilo negro, el agua caliente, de las actividades bancarias. Dicen que van a trabajar, o por lo menos así lo aseguró Calzada Rovirosa, aunque habrá que apuntar que hay quienes están manifestando abiertamente su oposición porque no “quieren espantar a los banqueros y, no se trata de una guerra en contra de ellos, sino de evitar que se siga perjudicando, que continúen atentando contra el patrimonio de los mexicanos”. Ya veremos si esta “guerra” contra la banca no termina como la del narco y son otros los que aparecen liquidados y por miles. Por lo pronto, si bien podría existir alguna esperanza, el hecho de que se muestren negativos a fijar un techo a las tasas de interés ya nos lleva al sentido opuesto o ¿usted qué cree?
De otros delincuentes El documento presentado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) es muy claro. Son más de 100 cuartillas en las cuales expone de manera muy seria y puntual cuál ha sido el desarrollo de la delincuencia en México y el proceder de las autoridades. En sus antecedentes revela la poca o prácticamente nula atención que le han prestado a sus permanentes llamados las autoridades responsables de la seguridad y revela también la ineficiencia, la inoperancia, la incapacidad de la Secretaría de Seguridad Pública Federal en sus actuaciones, pese a que le han sido entregados recursos económicos más que suficientes como para que su labor ya hubiese rendido algún fruto. Sin embargo, ha sucedió todo lo contrario. Sólo en lo que va del sexenio de Felipe Calderón son 10 mil 500 las ejecuciones que le han sido atribuidas al crimen organizado. Son 5 mil 585 los homicidios registrados. Chihuahua, Sinaloa y Baja California son las Entidades más afectadas. La cifra más espeluznante: 48 millones de mexicanos han sido víctimas de algún delito, esa cifra habla, revela, que casi la mitad de ciudadanos de este país hemos estado en la mira del hampa, organizada o no, dentro o fuera de los círculos policíacos. Del 2001 al 2008 se han cometido 5 mil 140 secuestros, lo que hace un promedio de 7 actos de esta naturaleza por día. Según José Luis Soberanes, sólo uno de cada 10 delitos es denunciado y de éstos sólo uno de cada 100 concluye con una sentencia de los responsables, lo cual hace que la impunidad llegue a un 99 por ciento en estos rubros.
Con lo revelado por la CNDH puede apreciarse que de nada han valido las manifestaciones que han realizado millones de ciudadanos por toda la República demandando seguridad; que no han sido escuchadas las voces de padres famosos que han reclamado por la aparición de sus hijos y que es total la insensibilidad -que pretende ocultarse con una visita a las agencias funerarias- de los altos mandos del país quienes, al parecer, se prestan muy presurosos a representar cualquier farsa que los aleje de los señalamientos. La aparición del cadáver de Silvia Vargas Escalera a los ocho días de que su señor padre, Nelson Vargas, se lanzara furioso contra las autoridades acaparando la atención de todos los medios de comunicación se antoja una total burla. ¿Por qué no mostraron esa celeridad antes? No parece que fueran las mafias, las bandas, quienes contaran con la protección policíaca sino al revés; cada grupo, tal vez cada partido, cuenta con su organización delictiva y cada quien protege a su cada cual. Esa llamada “limpia” de casa y la célebre “guerra contra el narco” son acciones virtuales. Estas cifras dadas a conocer en las últimas horas también son reveladoras de la podredumbre en la que se encuentra el Poder Judicial en todas sus áreas. Desde los policías, los investigadores, los Ministerios Públicos, los jueces, es toda una cadena de corrupción y de delincuentes que parece no tener fin, que puede iniciar con los encargados de limpia y continuar con los presidentes de los Tribunales de Justicia de todo el país para cerrar con la “tremenda corte”. ¡Y pensar que hay quienes todavía consideran que terminar con todos ellos sería un error! Será tal vez porque no los han asaltado ¿o no se han dado cuenta?
DE LOS PASILLOS Según el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, la economía mexicana no solamente no crecerá sino que decrecerá en un uno por ciento, debido al rápido deterioro de la economía de Estados Unidos y de otros países industrializados que ya se encuentran en recesión. Entonces ¿en qué quedamos con lo del blindaje y las declaraciones de Calderón y del gordito Carstens de que ya no viviríamos los efectos de crisis anteriores?... Los del movimiento conocido como “El Barzón” se aprestan a organizar movilizaciones apenas llegue el 2009 para obligar a que se regularice la actividad bancaria y se rescate no a la banca sino a los ciudadanos. Habrá que analizar desde diversos ángulos la entrevista que supuestamente sostendrá Felipe Calderón y el presidente cubano Raúl Castro porque no parece que ese objetivo de profundizar la integración de América Latina tenga nada que ver con la forma en que cada uno de ellos lo observa y menos aún están relacionados con las formas y los fondos. Diversos correos y llamados de quienes nos hacen favor de seguir estas líneas advierten que es más grande el miedo que le tienen los ciudadanos a los policías que a los propios delincuentes, ya que son los primeros los que jefaturan a los segundos y con una total brutalidad lo mismo atacan a menores de edad que a mujeres o a ancianos. En el caso de Cancún, se quejan del pasado de quienes están al frente de la seguridad. De Francisco Velasco refieren que se trata de un hombre corrupto, ladrón y matón; de Juan José Montiel revelan que es violador, alcohólico, corrupto; Alejandro Lozano defraudador y corrupto; Alejandro Betancourt, también dentro de la corporación policíaca, es señalado como abogado de narcotraficantes, y así se va ampliando la relación. Por lo que puede observarse, a ningún ciudadano lo ha convencido la calificación obtenida por los matutes y revelada por la federación. Hoy por hoy quienes viven los atropellos denuncian y enojados como se encuentran investigan y… encuentran…
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