Convoca AMLO a asamblea informativa para el próximo domingo, en el Monumento a la Revolución
viernes, 24 de octubre de 2008
La contrarreforma por Luis Javier Garrido
La crisis general del país se está agravando notablemente al iniciarse la aprobación de la contrarreforma petrolera que busca despojar a la nación del principal de sus recursos estratégicos.
1. La contrarreforma privatizadora en materia energética de Felipe Calderón y los priístas salinistas, que ayer se empezó a aprobar en fast track en una sesión ilegal del Senado de la República que se llevó a cabo en una Torre del Caballito resguardada por las fuerzas armadas del Ejecutivo de facto, que amedrentaron y sometieron a los senadores de oposición como en cualquier régimen dictatorial latinoamericano, es anticonstitucional y contraria a los intereses de México, pues pretende “legalizar”, en contra del mandato de la Constitución, los contratos con las multinacionales y conferirle a Pemex un régimen de excepción y al Ejecutivo atribuciones metaconstitucionales y al margen de cualquier control, para poder desmantelar la industria petrolera mexicana y entregar el control de la principal riqueza de México al capital extranjero.
2. La forma en materia parlamentaria es también fondo, y la aprobación al vapor y a ciegas que hicieron los senadores en una sesión ignominiosa efectuada en un local alterno y en estado de sitio, de una contrarreforma que la mayoría desconocía, pues no tuvo manera de conocerla con anticipación, deslegitima por completo la intentona entreguista. Los siete dictámenes fueron votados con una premura que sólo refleja la prisa de Calderón por rendirle cuentas a la agonizante administración de Bush, que envió a México a su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, a exigirle cuentas. A nadie puede extrañar, por lo mismo, que en menos de cinco horas los senadores aprobaran cuerpos legales que no se leyeron y sin que mediara discusión alguna, cuyo único fin es echar atrás la expropiación petrolera decretada en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas.
3. En un país que atraviesa por una grave crisis política y social, agravada por la crisis internacional derivada del fracaso del modelo neoliberal, la “clase política” mexicana y su pelele han impulsado con profunda miopía una contrarreforma histórica que busca desmantelar a la nación, ignorando que hay una sociedad en movimiento que va a seguir tratando de impedirles en los próximos meses que hagan el negocio del siglo.
4. El paquete de adiciones y enmiendas legales no entraña únicamente un peligro grave para México, que es el de autorizar al gobierno la licitación de áreas completas a empresas extranjeras para realizar trabajos de exploración y producción (como han exigido para las aguas profundas del Golfo), punto que suscitó la iniciación ayer mismo del Movimiento de Resistencia Pacífica encabezado por Andrés Manuel López Obrador, sino que en su conjunto es atentatorio para México. Todas estas leyes, por la vía de las lagunas o de las vaguedades, abren mañosamente más la vía para el contratismo y la penetración de las trasnacionales en un marco permisivo sustentado en el principio, que también contradice a la Constitución, de que “hay áreas que no son estratégicas en materia de hidrocarburos”.
5. Una reforma legal debe entenderse por sus orientaciones fundamentales y enmiendas en materia petrolera de 2008, que el régimen espurio pretende imponer. Buscan a) ampliar las vías en la legislación secundaria para que las multinacionales se apoderen con menores obstáculos de recursos estratégicos de México, y b) otorgar al Ejecutivo atribuciones metaconstitucionales para dividir y desmantelar a Pemex otorgando los contratos ilegales sin fiscalización alguna.
6. La mecánica entreguista es muy burda, pues supone permitir en la legislación secundaria lo que está expresamente prohibido en la Constitución General de la República: los contratos con las multinacionales. El párrafo sexto del artículo 27 establece que “tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado”, y las leyes que ayer aprobaron los senadores no hacen más que reglamentar un sinnúmero de contratos (a pesar de que éstos son anticonstitucionales), en la mira de fortalecer una situación de facto que ya existe.
7. En la historia legislativa de México ningún paquete de iniciativas legales ha sido tan debatido como el intento de contrarreforma petrolera de Felipe Calderón de 2008, secundado por el PRI, que determinó más de seis meses de mesas en el Senado y de debates en el país y, por lo mismo, resulta una burla a los mexicanos que, de espaldas y contra la nación, las cámaras legislativas aprueben ahora con un mecanismo de fast track un proyecto distinto, que ayer ni siquiera se había terminado de redactar, y en el que se mantienen los mecanismos privatizadores contrarios a la Constitución, que determinaron en abril el surgimiento de la inconformidad, fundamentalmente los contratos y la discrecionalidad e impunidad del Ejecutivo para desmantelar la paraestatal, todo ello encubierto con una propaganda descomunal tendiente a engañar a los mexicanos, y que ha sido el aspecto más despreciable de esta nueva contrarreforma.
8. La principal mentira que se ha repetido hasta la saciedad es que esta versión de la contrarreforma petrolera, que maldisfraza sus objetivos, es menos lesiva y/o privatizadora que las iniciativas burdamente privatizadoras de Calderón del 8 de abril o de Beltrones del 23 de julio, pues las tres conducen a lo mismo: a abrir vías seudolegales (y anticonstitucionales) para entregar lo que resta de ese recurso estratégico de México a las trasnacionales.
9. Los acuerdos de las cúpulas partidistas de estos meses no trajeron más que un profundo malestar ciudadano, al constatar el nivel de corrupción tanto de muchos académicos e intelectuales como de los legisladores de todos los partidos, y en particular de buen número de senadores del PRD, que por turbias maquinaciones prefirieron crear un escenario de simulación antes que defender los intereses de la nación.
10. La legislación aprobada aún no entra en vigor, pues falta que sea aprobada por los diputados, y es evidente que será impugnada ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero desde ahora resulta claro que ha abierto aún más la brecha entre la “clase política” y los mexicanos, y que esto va a tener consecuencias determinantes para el país.
Astillero de Julio Hernández López
Convertida en casa de seguridad a cargo de un golpeador miembro del gabinete felipista, la Cámara de Senadores aprobó ayer una serie de enmiendas petroleras cuyas pretensiones y grandilocuencia quedaron difuminadas por la ausencia de 12 palabras que los legisladores-rehenes no pudieron incluir para dejar constancia indudable de clausura de los apetitos privatizadores. La toma policiaca de la Torre del Caballito significó agresiones físicas a ciudadanos en general y obstrucción del paso a diputados y senadores, bajo la supervisión personal de Genaro García Luna, uno de los varios vicepresidentes virtuales de la República que desde la Secretaría de Seguridad Pública pretende erigirse en policía único del país, una especie de Big Brother cuya peligrosidad expansiva quedó de manifiesto en la insólita pero al mismo tiempo sugestiva presencia personal en el recinto alterno senatorial para tomar decisiones políticas mediante el uso de la fuerza y, horas antes, en las acometidas de policías federales contra juanes y adelitas que, a pesar de la represión y los amagos, impidieron el paso a los camiones con senadores a bordo, que como tragicómico ratón loco legislativo buscaban infructuosamente algún resquicio vial por el cual colarse a la sede ordinaria de sesiones de esa cámara, en la calle de Xicoténcatl.
En circunstancias de mínimo pudor político, García Luna debería ser obligado a renunciar por un jefe a quien preocupara el que las armas establecieran restricciones y condiciones en un ámbito de natural debate y diferencia como es el Senado, pero si ese michoacano rindió protesta de su impugnado cargo actual mediante tretas militares que le abrieron una rendija impúdica en un pleno del Poder Legislativo también sitiado, entonces posible será más bien que ese practicante de artes marciales de sometimiento aspire a proponer al policía invasor y porril como candidato a la siguiente entrega de la medalla Belisario Domínguez. Por más que haya sido trastocada la normalidad del país, y los horrores cotidianos hayan hecho descender los niveles de asombro y protesta sociales, no puede dejarse pasar sin alerta el hecho de que un miembro destacado del Poder Ejecutivo formal de este país hubiese creado una versión política del News Divine, con diputados y senadores “sospechosos” o molestos a los que se impidió el paso al improvisado salón de sesiones. Dejar en la impunidad las hazañas de García Luna como cadenero en jefe de un antro senatorial y como coordinador de intencionales grupos de choque contra opositores civiles, es facilitar que en el futuro inmediato se instaure un poder policial de facto que rija y defina lo político y sus vertientes de protesta y disidencia.
Por su parte, el movimiento cívico encabezado por Andrés Manuel López Obrador arrancó ayer una nueva etapa, radicalmente diferenciada del entorno falsamente victorioso y tan rápidamente confirmado como tramposo que pretendían crear los chuchos, ahora enfurruñados, y los demás emblemas de la gran corrupción de la clase política que pretendían encajonar a la resistencia pacífica entre paredes de supuestos triunfos épicos y desvanecimiento mágico de apetitos feroces de privatización. El tabasqueño eludió las trampas de la elite tripartidista (PRI, PAN y Perreducho) mediante la recurrencia al expediente de las bases que deciden lo que habrán de hacer los dirigentes. La decisión de activar la oposición a las enmiendas petroleras liberó al movimiento de la sospecha de que se hubiesen dado negociaciones de elite y, aun cuando habrá de pagar la cuota de desgaste que ya le han aplicado los oficiosos medios de comunicación, sobre todo los televisivos, le garantiza viabilidad y le da rumbo, no sólo en la venidera supervisión de los temas petroleros, sino en la fase de defensa de la economía popular que ya está anunciada. El peor escenario para el dirigente López Obrador hubiera sido aparecer en templetes de júbilos fabricados compartiendo la “victoria histórica” con Carlos Navarrete, Graco Ramírez, Jesús Ortega y Guadalupe Acosta Naranjo, convertidos así en los presuntos arquitectos del salvamento de la izquierda y en los garantes de que la vía “institucional”, la de los acuerdos en lo oscurito, podría producir posteriores hazañas similares, a pesar de detallitos de doce palabras como los bloques geográficos asignables a contratistas nacionales o extranjeros en materia de exploración y producción de crudo.
Otra de las consecuencias inmediatas de la votación del miércoles es la aceleración del proceso de ruptura con el cascarón del PRD- Chucho (el Perreducho) y sus aliados de oportunidad. Movido por cálculos políticos que no quieren dar material a los adversarios para que centren los sucesos actuales en un enfrentamiento interno, López Obrador evitará la referencia directa a quienes desde el PRD han abierto las puertas a los planes pripánicos, pero en las asambleas públicas no podrán pararse más, sin ser acusados de traidores, quienes ayer, a la hora de la verdad, se plegaron a planes acordados en las cúpulas. En todo caso, esos votantes en favor de letras que permitirán privatizaciones podrán consolarse con la felicitación que ayer les envió Felipe Calderón, especialmente dedicada a los muchachos del PRD “bueno”. Pero la convivencia forzada entre los ocupantes de la estructura formal del sol azteca y el movimiento social de izquierda no podrá ser restaurada, y en el horizonte queda claro que el FAP, y sus expresiones partidistas de Convergencia y del Trabajo, son la opción práctica para 2009.
Y mientras AMLO implanta récord de movilizaciones en menos tiempo (el pasado domingo, en el Monumento a la Revolución, asamblea informativa; el lunes, en el Hemiciclo a Juárez, reunión con adelitas; el martes, con juanes; el miércoles, asamblea y votación; ayer, plantones y marcha; la asamblea de la vera victoria, este domingo en el Zócalo, más la presencia en San Lázaro del fast track, el próximo martes), ¡feliz fin de semana, con la leída de cartilla de Condoleezza Rice a la administración calderónica, antes de que comience la invasión, perdón, la Iniciativa Mérida!