¿Debe comerse carne los viernes?
Por siglos los católicos se abstuvieron de comer carne los viernes. Era una ley eclesiástica. Muchos sinceramente creían que era una ley del Dios Todopoderoso. Pero ahora esto ha cambiado.
La realidad es que la regla de los viernes de vigilia fue hecha obligación hace solo unos 1.100 años. El papa Nicolás I (858-867) fue quien la puso en vigor.
¿Y cuán importante se consideraba el que los católicos cumplieran este reglamento?
Una publicación que tiene el imprimátur católico, que indica aprobación, declara: "La Iglesia Católica dice que es un pecado mortal el que un católico coma carne los viernes a sabiendas y voluntariosamente, sin suficiente y grave razón que lo justifique." Agrega: La "Iglesia dice que si un hombre muere en pecado mortal sin arrepentirse, va al infierno."—Radio Replies, Rumble y Carty (1938).
En consecuencia, los devotos evitaban cuidadosamente comer carne los viernes. Sinceramente creían que él no obedecer podría resultar en que fueran castigados eternamente en un infierno ardiente.
Pero luego, a principios de 1966, el papa Paulo VI autorizó a los oficiales eclesiásticos locales a modificar este requisito de abstinencia en sus países según lo creyeran conveniente. El papa obró en armonía con las recomendaciones que se hicieron en el Segundo Concilio del Vaticano. En un país tras otro los viernes de vigilia fueron virtualmente abolidos... en Francia, el Canadá, Italia, México, Estados Unidos, etc.
El efecto en muchos católicos devotos ha sido devastador. "Durante todos estos años creí que era pecado comer carne," explicó un ama de casa de un estado central del norte de los Estados Unidos. "Ahora súbitamente descubro que no es pecado. Eso es difícil de entender."
Si usted es católico, ¿puede entender cómo una práctica que la Iglesia consideraba "pecado mortal" se puede aprobar súbitamente? Si era pecado hace cinco años, ¿por qué no lo es hoy?
Cuando a una señora del Canadá se le preguntó qué opinaba acerca de los cambios en su iglesia, contestó: "No sé. Quizás usted me lo pueda decir: ¿Qué van a hacer con todas las personas que fueron al infierno por comer carne los viernes?"
No son solo unos cuantos católicos quienes han hecho esas preguntas. El cambio en la enseñanza ha sacudido su confianza en la Iglesia. ¿No se sentiría usted de la misma manera si lo que siempre se le hubiera enseñado que era importante para la salvación súbitamente se considerara innecesario? ¿No se inclinaría usted a poner en tela de juicio otras enseñanzas?
Sin embargo, la Iglesia Católica no ha cambiado completamente su posición tocante a la abstinencia de carne los viernes. Aun ahora a los católicos todavía se les exige que se abstengan de comer carne el "Viernes Santo." Además, en algunos lugares no deben comer carne los viernes de la Cuaresma.
Pero, ¿por qué se considera incorrecto el comer carne el "Viernes Santo," pero se permite hacerlo otros viernes del año? Esto ha hecho que personas pensadoras se pregunten a qué se debe eso.
Muchas personas han comenzado a hacer preguntas en cuanto a la base de esta enseñanza, así como acerca de otras enseñanzas eclesiásticas.
El que la Iglesia no pueda explicar su posición bíblicamente pone de manifiesto un hecho importante: La Iglesia Católica no ha basado sus enseñanzas en lo que dice la palabra de Dios. Más bien, ha fundado muchas de sus creencias y prácticas en las tradiciones inestables de los hombres.
Esto es obviamente cierto tocante a abstenerse de carne los viernes. Pues, prescindiendo de cuánto busque usted, en ninguna parte de la Biblia encontrará que a los cristianos se les dieran instrucciones jamás de abstenerse de comer carne en ningún viernes del año, ni en ningún otro día. No es requisito de Dios. De hecho, la edición católica de la Biblia en inglés Versión Normal Revisada dice que el prescribir o mandar "abstinencia de alimentos que Dios creó para recibirse con acción de gracias" es una evidencia de una desviación de la fe. —1 Tim. 4:1-4.
En consecuencia, a muchos que buscan la verdad se les están abriendo los ojos y están viendo que la Iglesia Católica no se ha estado adhiriendo estrictamente a la Palabra de Dios, y se preguntan si hay religión alguna que no lo haga y que sea digna de su confianza y apoyo.
Hasta aquí el trabajo de doña Nora.
publicado en La Mujer de Purpura