Apr 03 2009 |
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Los hijos o hermanos menores de los narco-capos comienzan a caer / Rodeados de lujos, mansiones, dinero, vehículos, escoltas, armas y violencia, los sucesores registran bajas significativas entre sus filas / Son perseguidos, asesinados, detenidos, procesados, salvo la excepción de El Chapito
MEXICO, D.F., 2 de abril (UNIVERSAL/).- Los hijos o hermanos menores de los capos del narcotráfico comienzan a caer. Rodeados de lujos, mansiones, dinero, vehículos, escoltas, armas y violencia, los sucesores en el tráfico de drogas registran entre sus filas bajas significativas en los últimos años.
Perseguidos, asesinados, detenidos, procesados -salvo la excepción de la libertad obtenida por Archibaldo Guzmán, El Chapito- y hasta de testigos protegidos, los herederos del narco son parte de los objetivos prioritarios dentro del actual combate contra los cárteles de la droga.
Ungidos por sus familiares en puestos de dirección dentro de las organizaciones criminales, principalmente en tareas de lavado de dinero, los llamados narco-juniors han comenzado a enfrentar un destino común: la cárcel o la muerte.
Informes oficiales e investigaciones dan cuenta de que poco a poco se incrementa la lista de caídos o arrestados entre los hijos o herederos de los jefes del narcotráfico.
El caso más reciente es ahora el de Vicente Carrillo Leyva, El Ingeniero, hijo del extinto Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos.
Detenido en una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México, dejó a partir de su captura -según informes oficiales- una vida de lujos y poder heredada por su padre y que llevaba bajo el disfraz de un joven y prominente empresario, pero en realidad se encargaba de lavar dinero proveniente del narco.
Compartía con su tío Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, uno de los sitios entre los más buscados por la PGR y por quien la dependencia ofrecía una recompensa de hasta 30 millones de pesos.
El destino de los Carrillo Fuentes está marcado también por el asesinato.
Dos de sus integrantes, Rodolfo y Cruz Carrillo Fuentes, fueron ya ejecutados.
El primero, apodado El Niño de Oro, fue asesinado con su esposa el 11 de septiembre del 2004, y el otro -el menor de la dinastía- fue secuestrado y ejecutado por un grupo armado en noviembre del 2008.
Otro de los ejemplos del cambio generacional que se observa en las organizaciones criminales es el de Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, hijo de Ismael El Mayo Zambada, otro de los principales jefes del tráfico de drogas en el país.
Apenas en octubre pasado, sus primos Jesús Zambada y Ricardo Flores Quintana, El Richard, hijo e hijastro de Jesús El Rey Zambada, fueron igualmente detenidos en la Ciudad de México. Ambos están convertidos ahora en testigos protegidos de la PGR luego de ser capturados junto con su padre en la ciudad de México.
Antes que ellos, el 20 de enero del 2008, Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, el menor de los hermanos Beltrán Leyva, quedó inscrito en la lista de los capturados.
Encargado del manejo del dinero, los pagos de droga y reclutamiento de sicarios, la detención del menor del clan Beltrán Leyva desató la ira de sus hermanos Arturo y Héctor, que emprendieron una guerra contra sus ex aliados, Ismael El Mayo Zambada y Joaquín El Chapo Guzmán, que ha llenado de sangre a toda Sinaloa.
Precisamente en este contexto se inscribe la muerte, el 9 de mayo del 2008, de Edgar Guzmán, uno de los hijos de El Chapo. Fue acribillado en un centro comercial junto con Arturo Meza Cázares, hijo de Blanca Margarita Cázares Salazar, La Emperatriz, presunta operadora financiera de El Mayo.
Las características de estos herederos del narcotráfico es la juventud.
Sin un solo disparo, en un operativo que tomó por sorpresa a los dos escoltas que lo acompañaban, Vicente Carrillo Leyva, el hijo de Amado Carrillo Fuentes, fue capturado el miércoles cuando corría, en un parque de la colonia Bosques de Las Lomas, cercano a su domicilio en Bosque de los Sauces 152.
Señalado por las autoridades como uno de los herderos del Cartel de Juárez, fundado por su padre y dirigido por su tío, Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy; se identificó como Alejandro Peralta Alvarez, un empresario dedicado a la venta de refacciones automotrices en Guadalajara.
Los agentes, que tenían una orden de localización relacionada con la averiguación previa lo trasladaron a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) para interrogarlo, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
La casa donde residía desde finales del 2007 era rentada. El rumbo le era familiar, pues a finales de los 90 había comprado un inmueble en Las Lomas, en Sierra Amatepec 137, con el alias de Vicente Vega Ortiz, una de las múltiples identidades que as tras la muerte de su padre en 1997, cuando las autoridades comenzaron a perseguirlo sin éxito, incluso por Europa.
Vicente Carrillo Leyva es primogénito del extinto capo Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, quien fuera el máximo líder del Cártel de Juárez y de Candelaria Leyva Cárdenas.
Carrillo Leyva era buscado por la Procuraduría General de la República (PGR) y la Interpol por acopio de armas de fuego y municiones, transporte de cocaína y blanqueo de dinero.
Nació en la Ciudad de México el 19 de julio de 1976. Su padre murió el 4 de julio de 1997 después de salir de una cirugía plástica de alto impacto. Carrillo Fuentes antes de morir le había ordenado no dedicarse al mismo negocio, lo envió a estudiar en universidades privadas en México, Suiza y España, y a decir del libro Con la muerte en el bolsillo, Carrillo Leyva se encontraba bajo la protección de Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, compadre del capo y uno de sus sucesores naturales.
El tío, Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, asumió el cargo de líder máximo de la asociación delictiva y al igual que el hijo de El Señor de los Cielos está en la lista de los más buscados de la PGR.
Por Esto!
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