Ayer esta columna tuvo como tema el grupo de Facebook que busca la renuncia de Calderón, lo cual fue molesto para los panistas.
Supongo que en un intento por desviar la atención del tema, un panista anónimo dejó el siguiente comentario sobre la muerte del empresario Moisés Saba:
“Qué bonito ha de ser eso de viajar en avion privado de Nueva York a Toluca, para luego tomar tu helicoptero privado a la Cd. de Mexico. Al diablo con sus aduanas y escanners. Si eran judios, busquen diamantes perdidos en el lugar de la explosion. Causa del accidente: sobrepeso de maletas que nunca tuvieron que pasar por una simple inspeccion aduanal y que contenian quien sabe que tipo de fayuca. Lástima Felipe, estos si eran del “Mexico Ganador”.”
¿Por qué digo que se trata de un panista? Porque en SDP los únicos que dejan comentarios racistas en esta columna son precisamente los panistas.
A los minutos apareció este otro comentario:
“Vititor, sigo dándote las gracias por haber inspirado el tema de mi tesis doctoral de antropología: tras siglos de opresión al indígena, sus últimos descendientes chairos han optado por las izquierdas radicales. Éstos cargan en su alma el sentimiento índigena de odio y venganza al español, que es adinerado, católico y muy blanco.”
No ha sido el único mensaje racista que han dejado los panistas. El domingo, por ejemplo, apareció el siguiente comentario en contra de un servidor:
“Maldito indígena, solo haces una secta de ignorantes cobardes, pero sigan haciendose weyes, chairoincongruentes y cobardes.”
Me siento muy orgulloso de ser parte indígena, por lo cual no me siento ofendido. Lo que me parece deleznable es que se pretenda usar la palabra “indígena” como insulto.
También me parece deleznable que alguien haga comentarios racistas sobre personas judías. Máxime cuando fallecieron en un accidente muy trágico.
Recordemos: Los que hicieron esos comentarios son los que quisieron al PAN en el poder y que ahora quieren que Enrique Peña Nieto llegue al poder.
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