Jan 01 2009 |
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Ricardo Monreal Avila
Lo bueno del 2008 es que ya se acabó. Lo malo es que el 2009 se percibe peor. Un personal sondeo entre familiares, amigos y conocidos sobre los 10 mejores y los 10 peores acontecimientos del 2008, nos remite al siguiente resultado.
Los 10 buenos:
1. Plan Anticrisis. Contra su credo economicista neoliberal, el gobierno federal resucitó a Keynes y anunció un típico "plan anticíclico", en el cual el gasto público en infraestructura lleva el peso del rescate. Es una receta insuficiente para las dimensiones del problema, pero al menos demostró una dosis de pragmatismo en lugar de su ideologismo rampante.
2. Reservas para el peso. Utilizar las reservas para frenar la caída del peso fue una decisión práctica y eficaz..., a medias. Sin esas reservas estaríamos a 23 pesos por dólar. La pregunta es si, realmente, se frenó la embestida contra el peso o sólo se pospuso para el 2009.
4. No pactar con el crimen. La decisión de no dar tregua al crimen organizado es positiva, a condición de que se cambie la estrategia. Un enjambre de insectos asesinos no se combate a escobazos ni escopetazos. Tiene que existir una estrategia integral de seguridad, más allá de la fuerza policial y punitiva.
5. La marcha "Iluminemos México". Que la sociedad se ponga en pie y marche contra la inseguridad, es una buena noticia para la sociedad misma. La participación ciudadana es la gran ausente en las políticas de seguridad pública y una forma inteligente de exigir cuentas al gobierno.
6. Operación limpieza. Después de ocho mil muertos en dos años, de emplazamientos ciudadanos para dar resultados y de presiones del extranjero, el gobierno empezó a limpiar su casa. Habrá que ver si la poda toca las raíces o sólo se queda en las ramas más frondosas.
7. Reforma energética. Se evitó la privatización de PEMEX y se dio un respiro fiscal y administrativo a la empresa pública más importante del país. Fue una victoria política de las fuerzas de izquierda, específicamente del movimiento de AMLO. Ahora habrá que estar atentos a que realmente se cumplan los compromisos.
8. El manejo de la tragedia del secretario de gobernación. El gobierno tuvo el buen tino de mostrar cajas negras, grabaciones encriptadas y radares reservados. Transparencia frente a la tragedia. Información frente al rumor. Sin embargo, el PAN ha tenido el mal gusto de explotar esta desgracia en un año electoral, de confundir a Juan Camilo Mouriño con Luis Donaldo Colosio, y ello alimenta más la especulación.
9. Naturaleza piadosa. Otra buena noticia es que no hubo desastres naturales dantescos que lamentar en el 2008. Ni huracanes, ni inundaciones ni terremotos en un país golpeado, en los últimos seis años, por eventos catastróficos que perjudican a los marginados y arrasan hasta con los presupuestos.
10. La elección de Barack Obama como presidente de los Estados Unidos fue otra buena noticia para México, aunque aún está por verse en qué puede ayudar a "los mexicanos de este lado" tal acontecimiento.
Los 10 malos:
1. Aumentos a las gasolinas, corriente eléctrica y gas. La carestía fue el peor dato del 2008. La canasta alimenticia promedió 30 % a lo largo de 12 meses. Nadie cree en la inflación del 6 % del Banco de México, ni en el 6 % de aumento salarial para resarcir la pérdida del poder adquisitivo. Una burla.
2. Devaluación del 35 %. En los últimos tres meses, el peso se devaluó 35 % frente al dólar y hasta 40 % frente al euro. Las empresas mexicanas endeudadas en esas monedas, vieron de pronto incrementados sus pasivos y contraídas sus ventas. La devaluación fue inesperada y pegó a todos: ricos, pobres y clases medias.
3. Desempleo. La tasa de desempleo llegó al 4.2 % en noviembre, la peor en ocho años. Dos millones de mexicanos buscando trabajo sin encontrarlo. Para colmo, las válvulas de escape del desempleo mexicano, como la migración indocumentada a los Estados Unidos y el comercio informal, también se cierran.
4. Cartera vencida. El fantasma del Fobaproa asomó su rostro. De 120 millones de cuentas crediticias (empresariales, consumo, hipotecarios, tarjetas, etc.), el 10 % cayó en morosidad. Es decir, 12 millones de cuentas en cartera vencida. A pesar de ello, los bancos se resisten a bajar las tasas de interés en tarjetas de crédito. Ven la tormenta y no se hincan.
5. Las 5 mil 500 narcoejecuciones. En un año se duplicó el saldo rojo de la ineficaz guerra contra el crimen organizado. Cada vez más muertos, cada día con más saña, cada vez más deudos de una guerra que no parece tener pies ni cabeza (literal). Las ejecuciones sumaron ya el 50 % de los homicidios dolosos en el 2008. Sin embargo: "Vamos ganando", se ufana el gobierno.
6. Los secuestros. Fernando Martí y Silvia Vargas, al menos, tuvieron la fortuna de tener padres que hicieron valer su voz y coraje. Otros cientos de víctimas no. Las familias que pueden se mudan a los EUA. Los que no tienen adónde ir, se arman en sus casas. La mayoría, se sume en la desgracia y en la zozobra. Secuestran por cinco mil pesos y matan por nada. El miedo y la pena atraen la venganza social: "Pena de muerte". 8 de cada 10 mexicanos la apoyan.
7. Militares decapitados. El crimen muerde la cola al tigre. Busca escalar la guerra y tender una trampa a la única institución de seguridad confiable (todavía) para los mexicanos. El Ejército responde, hasta ahora, con cautela e inteligencia. "Nada que atente contra los derechos humanos".
8. La educación. Seguimos en el último lugar de la OCDE y reprobando todo tipo de exámenes y evaluaciones nacionales e internacionales. Una vergüenza institucional.
9. Pérdida de competitividad: De cuatro a cinco lugares descendimos en las mediciones internacionales. En el juego de la oca de la globalización, llevamos ocho años con más serpientes que escaleras.
10. Para rematar: los pesimistas u "optimistas bien informados" afirman que el 2009 será peor. Ojalá se equivoquen.
¿El balance final? Infortunadamente, prevalecen las percepciones malas sobre las buenas. 2008 fue un "mal año", un "año de riesgos y zozobra", un "año mediocre".
Por Esto!
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