JERUSALÉN.— Tres días después de haberse iniciado el amplio operativo israelí contra blancos de Hamas en la Franja de Gaza, el ministro de Defensa, Ehud Barak, dijo que se trata de una “guerra total” contra aquel grupo y que será ampliada hasta que las metas hayan sido alcanzadas. “Nuestro objetivo es golpear a Hamas y detener los ataques sobre Israel. Hamas controla Gaza y es responsable por todo lo que está sucediendo allí y por los ataques lanzados desde Gaza hacia Israel”, recalcó Barak. Hasta anoche, la ofensiva, denominada Plomo Fundido, había dejado más de 350 muertos, de los cuales habría entre 50 y 60 civiles, de acuerdo con las cifras de Naciones Unidas. En los hospitales palestinos había miles de heridos.
En esta tercera jornada, Israel diversificó los blancos atacados en Gaza y recibió al mismo tiempo una intensa lluvia de cohetes sobre diferentes puntos del sur del país. Los misiles Grad de largo alcance llegaron a Ashkelon, Ashdod, Gan Yavne, Netivot y Ofakim, además de impactos en comunidades colectivas aledañas a la Franja de Gaza. En estos ataques murieron tres civiles israelíes y más de 30 resultaron heridos.
Del lado palestino, se reportó ayer la muerte de cinco niñas, hermanas, sobre las que se desmoronó el techo de su casa mientras dormían en el campamento de refugiados Jebalya, a raíz de un ataque israelí. Ya en la mañana del martes, un nuevo ataque aéreo israelí en Gaza dejó 10 muertos.
En el Parlamento israelí, el ministro de Defensa israelí agregó: “Quisiera recordar al mundo que Israel se retiró de toda la Franja de Gaza hace más de tres años. Dimos chance a una nueva realidad, pero lo que hemos visto fue a Hamas disparando cohetes y misiles hacia nuestros ciudadanos.
“Esta será una guerra total contra Hamas”, aseguró Barak, reiterando que “no tenemos nada contra los habitantes de Gaza pero debemos combatir a Hamas”. Israel aprobó ayer la entrada de 100 camiones con ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
Por la noche, Israel destruyó disparando un misil desde el aire, un vehículo con un gran cargamento de misiles Grad de largo alcance que Hamas trataba de trasladar de un depósito al terreno, donde serían utilizados por células que los aguardaban.
El general Dan Harel, subcomandante en jefe del Estado Mayor de Israel, declaró que “después de esta operación, no quedará un edificio de Hamas en pie” y que “el plan es cambiar las reglas del juego”.
Harel agregó que “esta operación es diferente de las anteriores... estamos atacando no sólo a los terroristas y los lanzadores de cohetes, sino también a todo el gobierno de Hamas y todas sus ramificaciones, estamos bombardeando los edificios gubernamentales, las fábricas, las fuerzas de seguridad y mucho más”. Cientos de tanques israelíes cercaban ayer Gaza, a la espera de recibir la orden de invadir la franja palestina, cuyo entorno geográfico ha sido declarado “zona restringida” por el Ejército israelí. Falta que el Comité de Defensa apruebe la movilización de 6 mil 500 reservistas. Por ahora, las tropas permanecen en “estado de alerta”.
En la sede de la ONU, el secretario general Ban Ki-moon volvió a condenar el uso excesivo de la fuerza por parte de Israel. “Es inaceptable”, dijo, antes de criticar que la comunidad internacional no esté haciendo lo suficiente para detener la escalada de violencia.
La Casa Blanca insistió en que Hamas debe detener el lanzamiento de cohetes hacia Israel y acordar un cese el fuego duradero. (Con información de agencias)
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