La libre importación de vehículos con 10 o más años de antigüedad traerá inseguridad en el transporte de carga, advierte Francisco Rivas Gamboa, de la Canacar/ Añade que el decreto de la Secretaría de Hacienda del gobierno espurio ha tomado una decisión contraproducente para el país La importación de vehículos usados de 10 o más años de antigüedad no sólo llenará de chatarra el país, sino que ocasionará un clima de inseguridad en las carreteras al permitirse la circulación de camiones viejos que no soportarán la carga, declaró el delegado de la Cámara Nacional de Autotransporte (Canacar), Francisco Rivas Gamboa. La Secretaría de Economía del gobierno espurio publicó el 24 de diciembre, en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto de importación de vehículos procedentes de Estados Unidos o Canadá con el que se cumple el Tratado de Libre Comercio, y que estará vigente del 1 de enero del año próximo al 31 de diciembre del 2010. Y aun cuando el documento afirma que “es prioridad para el Estado Mexicano impedir la importación definitiva al territorio nacional de vehículos usados que en el país de procedencia, por sus características físicas o por cuestiones técnicas, su circulación esté restringida o prohibida, así como cuando el vehículo haya sido reportado como robado”, los transportistas organizados señalan que sucederá lo contrario. Rivas Gamboa declaró que los camiones estadounidenses y canadienses están diseñados para circular con una carga de hasta 22 toneladas, pero en México el máximo permitido es de 52 a 56 toneladas. Además, esas unidades circulan ahí en autopistas, pero en México lo harán mayoritariamente en carreteras de dos carriles y “si los que los adquieren les meten la carga que se permite, obviamente estarán en posibilidades de ocasionar accidentes porque técnicamente dichos camiones tendrán un sobre peso que no aguantarán”. Explicó que los camiones estadounidenses circulan con diferenciales de 38 mil libras, mientras que los mexicanos lo hacen con unos de 48 mil libras; si esas unidades no se adaptan, podría resultar peligroso para los que transiten cerca de ellas. Rivas Gamboa dijo que el presidente de la Canacar, Jorge Cárdenas Romo, ya ha realizado diversos planteamientos al gobierno espurio para ver la manera en cómo se puede detener la importación de estos vehículos chatarra. “Lo estamos peleando porque esto resultará contraproducente para el país”, indicó. Señaló que los transportistas organizados buscan ser más competitivos, pero ante la importación de esos vehículos perderán clientela porque habrá competencia desleal. Por ejemplo, un tracto camión nuevo cuesta alrededor de 93 mil dólares, mientras que uno de importación en esas condiciones entre ocho mil y 12 mil dólares. “Nosotros buscamos tener en circulación camiones de cuando mucho cinco años de antigüedad, porque no es lo mismo uno de esas condiciones a uno de diez años, sobre todo porque en el país hay muchos caminos viejos y ocurren demasiados accidentes”, expuso. De cualquier manera, el gobierno espurio publicó dicho decreto que entrará en vigor al amanecer del 1 de enero de 2009 y que destaca que las unidades que se importen deberán cumplir con las mismas normas que les permiten circular en el país del que provienen. Además, exige un certificado de origen o un documento con información proporcionada por la compañía armadora que compruebe que el vehículo fue hecho en Estados Unidos, México o Canadá. Sin embargo, el nuevo decreto no especifica el sistema de inspección vehicular que se seguirá en las aduanas para verificar las condiciones físicas y mecánicas de los automóviles, y las normas ambientales a cumplir. El 22 de agosto del 2005, el presidente Vicente Fox Quesada abrió la importación definitiva de vehículos con una antigüedad de entre 10 y 15 años, lo que provocó la entrada masiva de unidades en malas condiciones. Para frenar temporalmente esa situación, por la que protestaron empresas del sector automotriz nacional, la Secretaría de Economía modificó ese decreto el 1 de febrero de este 2008, limitándolo a vehículos con solamente 10 años de antigüedad. Sin embargo, ahora, a los autos con 10 años de uso que actualmente se pueden importar sin arancel se agregan los que tienen 11 y más años de antigüedad, y camiones para carga y pasajeros de los mismos años. La Secretaría de Economía del gobierno espurio establece la exigencia del certificado de origen de los vehículos y, de no contar con él, un documento comprobatorio con información proporcionada por la compañía armadora del vehículo, a fin de evitar que a los compradores mexicanos les expidan certificados falsos o alterados. De no cumplir con cualquiera de los requisitos, los importadores podrán presentar su Número de Identificación Vehicular, que garantice que la unidad fue hecha en la región del TLC, pero pagarán un arancel del 10%. También deberán registrarlos en el Registro Público Vehicular antes de que la unidad comience a circular. La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores informó que cuatro millones de vehículos han sido importados desde 1995, de los cuales el 90% son considerados chatarra. Economía también detalló que, para los vehículos usados que actualmente están en México con un permiso de importación temporal, podrán hacer la importación definitiva siempre y cuando el permiso esté vigente. (Rafael Gómez Chi) Por Esto!
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