La agricultura urbana en Cuba, un exitoso modelo de subsistencia derivada de la necesidad de la década de 1990, está volviendo a aliviar la escasez de alimentos en una isla barrida por los huracanes. Cuando el derrumbe de la Unión Soviética interrumpió el suministro de petróleo y paralizó la agricultura industrial, los fertilizantes fueron reemplazados por montañas de abono de lombriz y los pesticidas por microorganismos y hasta insectos beneficiosos, dando lugar a una agricultura orgánica a fuerza de necesidad.
La agricultura urbana en Cuba, un exitoso modelo de subsistencia derivada de la necesidad de la década de 1990, está volviendo a aliviar la escasez de alimentos en una isla barrida por los huracanes.
Las huertas que florecieron hace una década y media en terrenos baldíos, estacionamientos y hasta azoteas de las ciudades cubanas producen vegetales difíciles de encontrar, dos meses después que dos huracanes destruyeran un 30 por ciento de los cultivos de la isla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario