May 20 2009 |
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Resalta el investigador John Mill Ackerman
John Mill Ackerman Rose, durante la conferencia “Rompiendo la simulación: Transparencia y combate a la corrupción en el México moderno”, como parte de las actividades de la Semana de la Contaduría Pública, evento con el que el Colegio de Contadores Públicos celebra su 40 aniversario. (Foto Gijón)
La corrupción y la impunidad no se han combatido en el país por falta de voluntad política de sus gobernantes; ni Vicente Fox Quesada ni Felipe Calderón Hinojosa han hecho algo por acabar con estos problemas; por el contrario, estamos igual o peor con el actual gobierno (espurio), declaró el investigador John Mill Ackerman Rose, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Unam.
El catedrático comentó que nuestro país sí puede dar un cambio en materia de corrupción, pues hay buenas leyes, claro, susceptibles de ser mejoradas, e instituciones fuertes, pero ha faltado voluntad política.
Ackerman Rose vino a Mérida a impartir la conferencia “Rompiendo la simulación: Transparencia y combate a la corrupción en el México moderno”, como parte de las actividades de la Semana de la Contaduría Pública, evento con el que el Colegio de Contadores Públicos celebra su 40 aniversario.
“No hemos tenido nunca voluntad política para resolver el problema de la corrupción, existe un andamiaje institucional y legal, pero falta que los gobernantes quieran”, anotó.
Comentó que Miguel de la Madrid Hurtado tuvo la oportunidad de una “renovación moral” en 1982, al comenzar su sexenio en Los Pinos, pero terminó confesando las corruptelas, así como las que cometió Carlos Salinas de Gortari al sucederlo, hoy acusado de robarse la mitad de la “partida secreta” de la Presidencia.
Lo peor de todo es que ni Fox ni Calderón han cambiado al país y sigue habiendo corrupción igual o peor que antes. De encima, México es un país de los peores calificados a nivel internacional en la materia, añadió.
Ackerman Rose señaló que están pendientes las reformas que permitan autonomía a la Función Pública incluso a nivel Estatal y en el caso de Yucatán, donde recientemente se creó el Instituto Estatal de Combate a la corrupción, recomendó esperar a ver qué resultados ofrece a los ciudadanos y si al final no duplica las tareas de la Contraloría.
En su opinión el gobierno actual se justifica en su ineficacia contra el combate a la corrupción diciendo que esto es algo cultural, y señalar eso es ser muy superficial, como si el problema fuera una herencia histórica, cuando esto no es cierto, es más bien un problema de conductas.
“Decir que los mexicanos somos corruptos por naturaleza no es cierto, es un error de estrategia justificar la falta de acción”, dijo y señaló que actualmente nos encontramos en una situación muy grave debido a la corrupción, pues esto impide atender la reactivación económica y preservar la seguridad pública. Afirmó que prevenir futuras crisis debe ser un punto central en el combate a la corrupción y el mal manejo de los recursos públicos.
Asimismo opinó que la transparencia es un paso importante para el combate a la corrupción, sobre todo en materia preventiva, pero afirmó que no siempre es así, pues se dan casos de verdaderos retrocesos.
Acusó la permanencia de una opacidad en la información pública porque los políticos todavía esconden lo que debieran divulgar. “El acceso a la información pública no es una opción todavía para el combate a la corrupción, porque las instituciones que velan por la transparencia no sirven de nada si sólo hacen recomendaciones”, agregó.
“Lamentablemente no hay grandes avances en el combate a la corrupción con las leyes de transparencia, sólo permanece la simulación y la impunidad en el sistema autoritario mexicano”, abundó.
El investigador señaló que es necesario reformar las leyes en materia de transparencia, dotar de mayor autonomía a los institutos y permitirles que en sus acciones puedan sancionar a los que incumplan con las normas y permanezcan en la opacidad, pues sólo así se avanzará un poco más en la materia.
(Rafael Gómez Chi)
Por Esto!
El catedrático comentó que nuestro país sí puede dar un cambio en materia de corrupción, pues hay buenas leyes, claro, susceptibles de ser mejoradas, e instituciones fuertes, pero ha faltado voluntad política.
Ackerman Rose vino a Mérida a impartir la conferencia “Rompiendo la simulación: Transparencia y combate a la corrupción en el México moderno”, como parte de las actividades de la Semana de la Contaduría Pública, evento con el que el Colegio de Contadores Públicos celebra su 40 aniversario.
“No hemos tenido nunca voluntad política para resolver el problema de la corrupción, existe un andamiaje institucional y legal, pero falta que los gobernantes quieran”, anotó.
Comentó que Miguel de la Madrid Hurtado tuvo la oportunidad de una “renovación moral” en 1982, al comenzar su sexenio en Los Pinos, pero terminó confesando las corruptelas, así como las que cometió Carlos Salinas de Gortari al sucederlo, hoy acusado de robarse la mitad de la “partida secreta” de la Presidencia.
Lo peor de todo es que ni Fox ni Calderón han cambiado al país y sigue habiendo corrupción igual o peor que antes. De encima, México es un país de los peores calificados a nivel internacional en la materia, añadió.
Ackerman Rose señaló que están pendientes las reformas que permitan autonomía a la Función Pública incluso a nivel Estatal y en el caso de Yucatán, donde recientemente se creó el Instituto Estatal de Combate a la corrupción, recomendó esperar a ver qué resultados ofrece a los ciudadanos y si al final no duplica las tareas de la Contraloría.
En su opinión el gobierno actual se justifica en su ineficacia contra el combate a la corrupción diciendo que esto es algo cultural, y señalar eso es ser muy superficial, como si el problema fuera una herencia histórica, cuando esto no es cierto, es más bien un problema de conductas.
“Decir que los mexicanos somos corruptos por naturaleza no es cierto, es un error de estrategia justificar la falta de acción”, dijo y señaló que actualmente nos encontramos en una situación muy grave debido a la corrupción, pues esto impide atender la reactivación económica y preservar la seguridad pública. Afirmó que prevenir futuras crisis debe ser un punto central en el combate a la corrupción y el mal manejo de los recursos públicos.
Asimismo opinó que la transparencia es un paso importante para el combate a la corrupción, sobre todo en materia preventiva, pero afirmó que no siempre es así, pues se dan casos de verdaderos retrocesos.
Acusó la permanencia de una opacidad en la información pública porque los políticos todavía esconden lo que debieran divulgar. “El acceso a la información pública no es una opción todavía para el combate a la corrupción, porque las instituciones que velan por la transparencia no sirven de nada si sólo hacen recomendaciones”, agregó.
“Lamentablemente no hay grandes avances en el combate a la corrupción con las leyes de transparencia, sólo permanece la simulación y la impunidad en el sistema autoritario mexicano”, abundó.
El investigador señaló que es necesario reformar las leyes en materia de transparencia, dotar de mayor autonomía a los institutos y permitirles que en sus acciones puedan sancionar a los que incumplan con las normas y permanezcan en la opacidad, pues sólo así se avanzará un poco más en la materia.
(Rafael Gómez Chi)
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