¿La crisis lo está haciendo engordar?
10/03/2009 - 04:10 AM
Historias hay muchas: seguramente alguna vez le ha pasado que por estar con muchos problemas come compulsivamente, sin darse cuenta de la cantidad de veces que va al refrigerador buscando lo que sea que pueda echarse a la boca.
La comida chatarra es generalmente la más barata o la de más fácil acceso, aunado a esto se produce una sensación de satisfacción o consuelo ante una situación estresante.
La revista “Forbes” plantea varios casos de mujeres y hombres que han subido estrepitosamente de peso debido a que no tienen trabajo. Entre éstos se encuentra el de Stephanie Keaton, de 31 años de edad, quien no podía encontrar trabajo el invierno pasado, al principio no se preocupó, por lo menos no aparentemente. Pero con el paso de los meses y sin encontrar un empleo, esta enfermera, que vive en Queens, N.Y., se encontró abriendo el refrigerador cada vez que recordaba sus problemas financieros. “Por eso no hubo sorpresa cuando me dí cuenta que había subido 13 kilos en sólo dos meses”, afirmó.
En una reciente encuesta realizada a mil norteamericanos se reveló que el 25% estuvo más propenso a comer alimentos con alta cantidad de calorías (comida chatarra) y todo debido a su mala situación económica.
Por otro lado, doctores, dietistas y entrenadores han confirmado que sus clientes han subido de talla y han vuelto a comer pastelillos, papas fritas y pizza para lidiar con sus problemas bancarios y los de sus inversiones.
Pero volver a las prácticas sanas es más fácil decirlo que hacerlo. Sociólogos, expertos en políticas alimentarias y economistas han notado que la mayoría del país, la comida procesada como barras dulces, burritos que se preparan en microondas y las famosas sopas precocidas, son mucho más baratas que la comida saludable.
De hecho, algunos restaurantes de comida rápida tienen actualmente promociones bastante jugosas para comer entre semana. La firma McDonalds reportó recientemente un incremento de 5.4% en sus ventas, lo cual se atribuye a un extenso menú de comida barata y “completa” (que incluye hamburguesas “delgadas”, papas fritas y refresco).
Hay quien dice que hay que aceptarlo, al llegar a un establecimiento un paquete como el mencionado es mucho más barato que una ensalada con pollo a la parrilla.
VUELVEN LOS MALOS HÁBITOS
Especialistas en nutrición han notado también que sus clientes han retomado pésimos hábitos para comer.
“Mis pacientes acostumbraban comer muchas frutas, verduras y granos y a asistir regularmente al gimnasio”, explica una nutrióloga en Carolina del Norte, en Estados Unidos. “Ahora no pueden pagar este tipo de cosas. Como resultado de esto, ellos están viendo mermados los números de sus cuentas de banco, al mismo tiempo que los números de su presión sanguínea, nivel de azúcar y colesterol suben”, afirmó.
Un residente de Washington, D.C., que trabaja como publicista acepta haber comido de forma balanceada durante gran parte de su vida, sin embargo, debido a que tuvo que cambiarse a un trabajo donde le pagan menos dinero, ha tenido que reemplazar sus comidas frescas y saludables por alimentos congelados que puedan durar mucho tiempo y que además sean más baratos. Este publicista también acepta que ha pagado la factura de no comer de forma correcta, puesto que en los últimos cuatro meses ha ganado casi 10 kilos. Además de que siente que su cuerpo ya resiente el deterioro por no poder practicar un ejercicio.
EN MÉXICO TAMBIÉN SUCEDE
En distintos reportes publicados en los medios desde inicio de este año, se ha reportado un incremento en las consultas de urgencias por problemas de presión y hasta derrames cerebrales causados en su mayoría por el estrés, el desempleo y la obesidad.
Casi la mitad de los 110 millones de habitantes de México están excedidos de peso y el 8% de los niños son gordos.
El instituto nacional de salud pública promueve comidas más saludables en las escuelas, como frutas y vegetales en lugar de papas fritas y gaseosas. Además lanzó varias campañas para educar a los niños sobre las comidas más saludables.
Hasta la década de los 80’s, México no tenía problemas de obesidad y sobrepeso. Y por lo tanto, la hipertensión y la diabetes no estaban entre las enfermedades de mayor preocupación.
Ahora que crece la clase media y cada vez más gente del campo radica en las ciudades en busca de trabajo, aumentan los casos de diabetes, causados por comidas rápidas y procesadas.
Los médicos destacan que los mexicanos tienen estilos de vida cada vez más sedentarios que giran en torno a sus autos y la televisión. (Forbes.com/Camille Noe Pagan)
LO IMPORTANTE ES CUIDAR LA SALUD
» Miles de personas están siendo atendidas por problemas de salud, pero esto puede evitarse.
» Si actualmente usted tiene problemas de peso, no evada la consulta médica porque la situación puede ponerse peor.
» A pesar de todas las aparentes coincidencias, expertos aseguran que no están relacionados los problemas económicos con el aumento de peso, más aún, aseguran que este no es pretexto para no mantenerse en forma.
» Muchas cosas pueden hacerse para seguir adelante a pesar de la crisis. Existen ejercicios que pueden hacerse al aire libre y que no tienen ningún costo.
» En caso de que tenga algún entrenador profesional, puede compartir los gastos de sus honorarios con alguna otra persona que también esté tomando clases particulares.
» Hablando de alimentación, es importante no dejar de estar al pendiente de cuántas calorías está consumiendo por día.
» Identifique los alimentos que, además de caros le proporcionan gran cantidad de grasas dañinas, como por ejemplo la carne roja.
» Filetes y muslos de pollo pueden sustituirse por frijoles y huevos, con los que además se está ahorrando dinero y conservando la línea.
» En todo caso, es más fácil perder peso que ganarlo, así que un antojito de vez en cuando es saludable cuando lo hace sentir de mejor ánimo.
Zocalo-Saltillo
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