Feb 26 2009 |
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Alfredo García
En torno a la noticia
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Transmitiendo seguridad y esperanza en medio de gran incertidumbre, el presidente Barack Obama demostró sus condiciones de líder.
En un discurso televisado ante el Congreso el pasado martes, el mandatario explicó el contenido de su millonaria ley de recuperación, confiado en que con la ayuda de todos, el país podrá salir de la oscuridad económica que padece.
Sin embargo, alertó que aún con el paquete de estímulo de 787 mil millones de dólares, la economía no se recuperará si no se toman medidas adicionales, subrayando la importancia de que todos sean pacientes y responsables, para poder superar la crisis económica.
Obama prometió subir los impuestos al 2% más rico, y disminuirlo al 95 % de la población. Sobre la controversial ayuda a los bancos, dijo que reguladores revisarán las cuentas de los grandes bancos para evaluar el tipo de activos en los libros y determinar qué cantidad de capital debe mantener para que el crédito siga vigente, aun cuando empeore la economía.
“Lo que se ofrece a los bancos no es para ayudarlos, sino para ayudar al pueblo”, aclaró Obama, al anunciar un nuevo fondo de créditos para pequeñas empresas y consumidores que necesitan préstamos. “Estamos creando un nuevo fondo crediticio que representa el mayor esfuerzo en la historia para facilitar préstamos para autos, préstamos universitarios, y préstamos a las pequeñas compañías para consumidores y personas que creen empresas, que son los que mantienen funcionando esta economía”, declaró el presidente. Sin embargo, fue categórico cuando aseguró que si no se reestablece el flujo del crédito, ningún esfuerzo para sacar a la economía de la recesión funcionará.
El mandatario también anunció la presentación de un proyecto de presupuesto esta semana, cuyos principales acápites son energía, salud y educación.
El presidente dijo que identificó en el presupuesto federal, 2 billones de dólares en gastos que pueden ser eliminados durante la próxima década. También prometió terminar con subsidios a grandes empresas agropecuarias y eliminar exenciones fiscales a corporaciones que transfieran puestos de trabajo al exterior. En política internacional, dijo que por primera vez, incluirá en el presupuesto el costo de las guerras en Irak y Afganistán.
Como en ocasiones anteriores, la balanza de su discurso se inclinó del lado de los menos favorecidos e instó una vez más a sus compatriotas a participar en el esfuerzo de cambio que lidera desde la Casa Blanca.
Para la tradicional respuesta opositora al presidente, fue seleccionado una tardía versión republicana de Obama: Boby Jindal, hijo de inmigrantes de la India, que en 2007 ganó las elecciones en Luisiana, convirtiéndose en el primer gobernador no blanco del Estado y el más joven de la Unión.
Jindal aseguró que los republicanos están listos para trabajar junto a Obama y recuperar la economía, soslayando que sólo tres republicanos votaron a favor del proyecto en el Senado. Criticó las medidas del presidente que según manifestó “endeudará a futuras generaciones”, y calificó de “irresponsable” la recién promulgada ley de estímulo económico.
Sin embargo, varios sondeos realizados al finalizar el discurso del presidente, mostraron por encima de preferencias políticas, un sustancial incremento del apoyo popular a Obama.
Por Esto!
En un discurso televisado ante el Congreso el pasado martes, el mandatario explicó el contenido de su millonaria ley de recuperación, confiado en que con la ayuda de todos, el país podrá salir de la oscuridad económica que padece.
Sin embargo, alertó que aún con el paquete de estímulo de 787 mil millones de dólares, la economía no se recuperará si no se toman medidas adicionales, subrayando la importancia de que todos sean pacientes y responsables, para poder superar la crisis económica.
Obama prometió subir los impuestos al 2% más rico, y disminuirlo al 95 % de la población. Sobre la controversial ayuda a los bancos, dijo que reguladores revisarán las cuentas de los grandes bancos para evaluar el tipo de activos en los libros y determinar qué cantidad de capital debe mantener para que el crédito siga vigente, aun cuando empeore la economía.
“Lo que se ofrece a los bancos no es para ayudarlos, sino para ayudar al pueblo”, aclaró Obama, al anunciar un nuevo fondo de créditos para pequeñas empresas y consumidores que necesitan préstamos. “Estamos creando un nuevo fondo crediticio que representa el mayor esfuerzo en la historia para facilitar préstamos para autos, préstamos universitarios, y préstamos a las pequeñas compañías para consumidores y personas que creen empresas, que son los que mantienen funcionando esta economía”, declaró el presidente. Sin embargo, fue categórico cuando aseguró que si no se reestablece el flujo del crédito, ningún esfuerzo para sacar a la economía de la recesión funcionará.
El mandatario también anunció la presentación de un proyecto de presupuesto esta semana, cuyos principales acápites son energía, salud y educación.
El presidente dijo que identificó en el presupuesto federal, 2 billones de dólares en gastos que pueden ser eliminados durante la próxima década. También prometió terminar con subsidios a grandes empresas agropecuarias y eliminar exenciones fiscales a corporaciones que transfieran puestos de trabajo al exterior. En política internacional, dijo que por primera vez, incluirá en el presupuesto el costo de las guerras en Irak y Afganistán.
Como en ocasiones anteriores, la balanza de su discurso se inclinó del lado de los menos favorecidos e instó una vez más a sus compatriotas a participar en el esfuerzo de cambio que lidera desde la Casa Blanca.
Para la tradicional respuesta opositora al presidente, fue seleccionado una tardía versión republicana de Obama: Boby Jindal, hijo de inmigrantes de la India, que en 2007 ganó las elecciones en Luisiana, convirtiéndose en el primer gobernador no blanco del Estado y el más joven de la Unión.
Jindal aseguró que los republicanos están listos para trabajar junto a Obama y recuperar la economía, soslayando que sólo tres republicanos votaron a favor del proyecto en el Senado. Criticó las medidas del presidente que según manifestó “endeudará a futuras generaciones”, y calificó de “irresponsable” la recién promulgada ley de estímulo económico.
Sin embargo, varios sondeos realizados al finalizar el discurso del presidente, mostraron por encima de preferencias políticas, un sustancial incremento del apoyo popular a Obama.
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