Jan 25 2009 |
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Ricardo Andrade Jardí
Sólo en el México de la usurpación:
Sólo en el México de la usurpación:
El absurdo nacional no dejará nunca de sorprendernos, peor aún en época electoral, hace unos meses se nos hacía saber que el PRI se autodefinía como un partido social demócrata, seguramente sin que la mayoría de su ahora dirigencia tecnócrata neoliberal tenga la menor idea, ni la más mínima capacidad de definir el concepto ideológico de la social democracia, habría que invitar al gobernador del Estado de México, por ejemplo, a que lejos de los show mediáticos de la telecracia, de los que tanto gusta, nos definiera públicamente la “nueva ideología” de moda, de su añejo partido.
Pero destacan en el absurdo mexicano como pocos, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que poco o nada tiene de verde y menos aún de ecologista, no en cuanto a los principios que fundamenta la lucha ecologista en la mayor parte del mundo, ahí tenemos a un Partido Verde, que no defiende la vida, sino que en aras de un proceso electoral, en el que esperemos, pierdan su registro, pues ya es tiempo de que los mexicanos dejemos de mantener el pasatiempo de los jóvenes oligarcas que no saben qué hacer con su tiempo y lo “invierten” en el rentable entretenimiento de la política, con los beneficios que ésta otorga, con el dinero público, otorgado por todos los ingenuos que aún creen que la voluntad popular puede ser escuchada por la “representatividad” de quienes no tienen, ni obedecen, otro mandato que no sea el del dinero, y si es a beneficio propio mejor.
En declaraciones de radio, emitidas el medio día del viernes pasado, una legisladora del PVEM afirmaba que “la pena de muerte”, contraria al principio básico de defender la vida, debería “aplicarse, por ejemplo a secuestradores que aún después de presos siguen sosteniendo el negocio desde los reclusorios”; lo que no sabemos es si por estupidez o sólo por malicia electoral, la legisladora “verde”, omitía el hecho de que un preso es capaz de sostener el presunto negocio por el que se le imputan el o los delitos que lo mantiene preso, es porque hay todo un sistema político-jurídico, que se lo permite (incluidos los legisladores que hoy pugnan por la pena de muerte), que el presunto secuestrador, sólo puede seguir actuando desde la reclusión por la corrupción, la complicidad y la IMPUNIDAD de todo una banda de funcionarios públicos que bajo esa lógica (la del “Verde Ecologista” de México) tendrían que ser igualmente ejecutados, lo que no garantiza para nada que rápidamente otra banda de delincuentes funcionarios ocupara su puesto para permitir que otro secuestrador (impunemente) aparezca, mientras la sociedad civil, y más aún la organizada, se enfrenta al latente riesgo de ser ejecutada, por el Estado, gracias al Partido Verde, quienes no sólo pretenden otorgar una patente de corso para la injustificable acción de hacer del sistema un criminal, no sólo por omisión que ya lo es, sino por el hecho de darle el permiso de asesinar a todo aquel, “incómodo” sujeto, que se atreva a denunciar, justamente hechos de todos conocidos como el de, que la “delincuencia organizada” se organiza justamente en las faldas de la IMPUNIDAD promovida por quienes, gracias al “verde”, hoy serán, los que decidan, “legalmente impune”, la muerte de los otros… Sin duda el Partido Verde Ecologista de México, en su afán de no perder su, rentable e inmoral, registro electoral, se presenta a la sociedad como lo que en realidad es, un manojo de medicares cretinos que nada tienen de ecologistas y sí mucho de de fascistas.
¡Viva la muerte, muera la inteligencia! Parecen que repitieran, el grito falangista que asesinó, entre muchos otros, al poeta Federico García Lorca, los pretendidos y comerciantes “verdes” mexicanos.
Por Esto!
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