El caso Nicaragua

El caso Nicaragua, ¿ensayo general?

Lunes, 24 de Noviembre de 2008 00:00

Gustavo Robreño Mi columna en POR ESTO! Como parte de los numerosos y profundos cambios sociales, económicos y políticos que han venido produciéndose en América Latina y el Caribe en el transcurso de los últimos años, que, prácticamente, cambiaron el mapa de nuestra América del río Bravo a la Patagonia, resalta la actual situación de Centroamérica, empobrecida y saqueada región que bien pudiera haber sido considerada como “el patio trasero dentro del patio trasero” de los intereses imperialistas yanquis y las reducidas oligarquías locales, asociadas en la más cruel explotación de los recursos todos y de los pueblos centroamericanos que el prócer Francisco Morazán soñara unidos y prósperos. Convertidas en verdaderas fincas, administradas por las sangrientas tiranías de turno --Maximiliano Hernández, Carías, Somoza, Ubico, Idígoras, etcétera, etcétera-- y convertidas en las que con desprecio calificaban como “repúblicas bananeras”, típicas caricaturas republicanas que reclamaban en medio de heroicas luchas la llegada de una segunda independencia. Durante esas luchas, surgieron hombres dignos y patriotas como Augusto César Sandino y Farabundo Martí, como Omar Torrijos y Jacobo Arbenz, por citar sólo algunos de los nombres más descollantes, porque lo que si no pudiera afirmarse es que no hubo quienes se irguieron valientemente por arrojar definitivamente el yugo imperial y oligarca. La jornada allí ha sido larga y dura. Solamente en Guatemala, se calcula que el conflicto interno dejó más de 200,000 víctimas y cifras igualmente espeluznantes se acumularon en la guerra sucia de Ronald Reagan contra Nicaragua, en la guerra revolucionaria de El Salvador o en las brutales represiones de Honduras. Hoy Centroamérica, en su conjunto, apunta en otra dirección, sin haber salido aún de la miseria y la explotación secular, pero son evidentes las transformaciones y los esfuerzos que, en muchos de sus países y, de acuerdo con las características, tradiciones y situaciones concretas de cada uno de ellos, se están llevando a cabo para consolidar la soberanía nacional, coincidiendo con la más aguda crisis económica mundial, que proyecta sobre los países pobres sus brutales repercusiones. Todo eso no puede dejar de venir a nuestra mente cuando contemplamos el grotesco show escenificado por la oposición pro yanqui y oligárquica a raíz de los comicios municipales en Nicaragua, donde fue derrotada ésta de manera contundente y transparente, según los confirmaron las autoridades electorales y observadores internacionales. Se hizo evidente que la maniobra, previamente preparada, fue patrocinada y financiada por el agonizante régimen de Bush con la participación de los voceros mediáticos del capitalismo transnacional y el sospechoso involucramiento del secretario general del desprestigiado Ministerio de Colonias de Estados Unidos (la siempre socorrida OEA), tal como fue denunciado oportuna y rápidamente en Washington por el gobierno nicaragüense. No hay que olvidar que en marzo-abril del próximo año serán las elecciones generales en El Salvador y que, según indican hasta ahora todas las encuestas, es elevada la probabilidad de que el candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) alcance la presidencia del país. El imperio y sus socios centroamericanos, que consideran tal eventualidad real como una verdadera hecatombe se aprestan, desde ahora, a poner en práctica los más siniestros planes para evitarlo. El show opositor de Nicaragua bien pudiera consistir en un “ensayo general” de esos propósitos con respecto a El Salvador, donde la victoria electoral del FMLN marcaría un tanto más hacia el rumbo independiente y democratizador de una Centroamérica que el imperio manejó hasta no hace mucho como propiedad esclavizada. Por Esto!