Jun 04 2009 |
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El Presidente de EU inició en Riad su primera misión a Medio Oriente / El objetivo: obtener el apoyo de los países árabes para lograr la paz entre palestinos e israelíes y tender la mano a los musulmanes / Israel, su aliado, está preocupado
RIAD, Arabia Saudita, 3 de junio (AFP).- El Presidente estadounidense, Barack Obama, inició el miércoles en Arabia Saudita su primera misión a Medio Oriente, con el propósito de obtener el apoyo de los países árabes para lograr la paz entre palestinos e israelíes y tender la mano a los musulmanes, lo que preocupa a su aliado Israel.
El momento más esperado de esta misión de paz será el discurso que Obama tiene previsto pronunciar el jueves en El Cairo, segunda y última etapa de esta visita.
Poco antes de la llegada de Obama a Riad, el jefe de la red Al Qaeda, Osama bin Laden, lo acusó de “seguir la misma política de hostilidad” hacia los musulmanes que su predecesor George W. Bush.
“Obama sigue los pasos de su predecesor en su política de hostilidad hacia los musulmanes (...) y así sienta las bases a guerras de largo alcance”, declaró Bin Laden en extractos de su mensaje difundidos por Al Jazeera, el canal de televisión qatarí en árabe.
La Casa Blanca consideró que Al Qaeda intenta desviar la atención del mundo musulmán del discurso que Obama debe pronunciar el jueves en El Cairo.
No es “sorprendente” que Al Qaeda intente “desviar la atención del esfuerzo histórico” del presidente Obama por entablar un diálogo abierto con el mundo musulmán, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, desde Riad.
Obama se entrevistó con el rey Abdalá de Arabia Saudita sobre Oriente Medio, cuestiones relacionadas con la energía y otros asuntos regionales. Ambos dirigentes se entrevistaron luego en privado durante cerca de dos horas, según sus respectivos colaboradores.
El presidente estadounidense se dijo “convencido de que trabajando juntos” Estados Unidos y Arabia Saudita pueden “lograr avances en todas las cuestiones de interés común”.
El rey Abdalá condecoró a Obama con una alta distinción saudita, y rindió homenaje al presidente estadounidense.
Antes de su llegada, Obama aseguró que quería “encarrilar seriamente” el proceso de paz en Medio Oriente y subrayó la necesidad de ser firme frente a Israel en la creación de un Estado palestino y el congelamiento de la colonización judía en la Cisjordania ocupada.
Arabia Saudita, de fuerte influencia regional, espera de Washington garantías de firmeza frente al gobierno del primer ministro israelí, el derechista Benjamin Netanyahu, que se niega a aceptar la idea de un Estado palestino y a congelar la colonización en Cisjordania.
El rey Abdalá es el impulsor de una Iniciativa de Paz Arabe, adoptada en el 2002, que prevé normalizar las relaciones entre los árabes e Israel, a cambio de una retirada total del Estado hebreo de los territorios árabes ocupados en 1967.
Estadounidenses y sauditas trabajan también en la elaboración de una estrategia frente a Irán, el rival regional chiíta de la Arabia sunita, sospechoso de querer dotarse de armas nucleares.
En cambio, Israel expresó su preocupación de que la apertura de Obama hacia el mundo musulmán se haga a costa suya, en momentos en que ambos aliados incondicionales atraviesan un periodo de divergencias sobre la reactivación del proceso de paz.
Unos 200 radicales israelíes se manifestaron este miércoles por la noche ante el consulado estadounidense en Jerusalén-Oeste para protestar contra la política del presidente estadounidense, Barack Obama, que estiman que es hostil con el Estado hebreo.
Así, Obama, en su primera visita a Riad, de apenas 16 horas, ha recibido los máximos honores.
El monarca saudita acudió a recibirle personalmente al aeropuerto Rey Jalid, donde le ofreció una calurosa ceremonia de bienvenida.
No sólo, como es habitual en estos eventos, se interpretaron ambos himnos nacionales, se saludaron las delegaciones y Obama pasó revista a una guardia de honor.
Además, el soberano le saludó con los tradicionales dos besos de su país y le acompañó personalmente al pabellón real para compartir un café aromatizado con cardamomo, una de las bebidas más típicas en el mundo árabe, mientras intercambiaban cortesías bajo la mirada de una fila de retratos de los miembros de la casa de Al Saud, la dinastía reinante.
A continuación, ambos mandatarios se desplazar la hacienda real, un dominio donde el soberano guarda su escudería de aves de caza y más de 240 corceles árabes.
El monarca entregó al Presidente un grueso medallón, el Toisón del Rey Abdulaziz, considerado el mayor honor que se otorga en el reino y se concede casi exclusivamente a Jefes de Estado.
Por Esto!
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