May 16 2009 |
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María Teresa Jardí
Les había compartido una parte de un comentario de mi amigo, inteligente científico, Jorge Álvarez, recordando, al final de mi colaboración, que el criminal laboratorio Roche ya había asesinado a varias personas en Argentina envenenando el propóleos de muy buena calidad que se elaboraba allí y se exportaba. Aprovecharon que estaba gobernando el corruptísimo delincuente Carlos Menem y sobornaron a uno de sus secuaces, el ministro de Salud, para que prohibiera no sólo el propóleos sino todas las hierbas curativas existentes que “tan fea” competencia les hacía a los medicamentos de patente. Ahora la “benemérita” OMS recomienda, igual que en la mentira de la gripe aviar, el Tamiflú de Roche. Curioso, pues el antiviral más usado por la mayoría de los médicos del mundo contra la gripe AH1N1 es la amantadina que fabrica otro laboratorio y que consideran más efectiva. De hecho el libro de texto más completo que usan tanto en EEUU como en América y Occidente para estudio en la Universidad es “Bases Farmacológicas de la Terapéutica” de Goodman y Gilman recomienda como primera opción para esta enfermedad el Symadyne o Symmetrel, nombres comerciales de la droga amantadina que es diferente y de otro laboratorio del Tamiflú. ¿Tendrá que ver que el genocida y torturador Rumsfeld, exministro de defensa yanqui sea accionista de la patente del maravilloso salvador de pandemias Tamiflú? También es risible lo difundido por el gobierno al decir que esta mutación de la gripe sorprendió a los científicos, pues las mutaciones más o menos mortales de la gripe tipo A están documentadas desde hace más de 2 siglos y fue en la Edad Media donde los astrólogos la llamaron Influenza, pues pensaba que esos cambios en la gripe estacional se debían a la influencia más o menos negativa de los astros sobre la humanidad cada año. Es entonces la misma enfermedad disfrazada de monstruo para incrementar las ganancias de los laboratorios “amigos” de la OMS. Hasta aquí el atinado comentario Jorge. Pero, para empezar a cumplir lo ofrecido, tomo también algo dicho por mi amigo a manera de presentación del Dr. Giraldo “… es uno de los poquísimos doctores en medicina que respeto como tales pues ha tenido una sufrida lucha contra el “negocio de la salud” que se califica delictivamente como medicina científica. Específicamente con el genocidio que se realiza a diario con la mentira del VIH, para favorecer la venta de medicamentos que producen Síndrome de Inmunodeficiencia (SIDA, para ser más claro). Meterse con los criminales laboratorios multinacionales de drogas “legales”, (que más de una vez se ilegalizan por los desastrosos efectos secundarios como la heroína de Bayer y la cocaína de venta libre muchos años), implica perder el trabajo, ser denostado, y si se tiene éxito masivo en la difusión de la verdad, hasta la vida…”.
El Dr. Giraldo es médico, especialista en medicina interna, enfermedades infecciosas, inmunológicas y tropicales y miembro de La Sociedad Internacional de Trilogía Analítica, Departamento de Medicina Psicosomática Integral, de Sao Paulo, Brasil. Divide su interesante documento en una introducción, en una parte dedicada al la ansiedad y el pánico como innecesarios y tóxicos, una tercera está dedicada a las epidemias y la histeria masiva, una cuarta a nuestro sistema inmunológico, para finalizar con las referencias científicas. Me salto de momento la primera parte porque es largo el documento y a estas alturas quedan claros los intereses de los laboratorios y el apoyo de la OMS y de sus vasallos, los malos gobiernos, algunos, como el nuestro, usurpadores, a esas impresentables transnacionales generadoras, que no curadoras, de males en aras de satisfacer bastardos intereses. Vean ustedes.
Supongamos, dice el Dr. Giraldo, que fuese cierto que hay peligro de una pandemia con ese tipo de gripa originada en los cerdos. Aún si fuese cierta esta epidemia, el énfasis que las autoridades de salud están haciendo en el agente infeccioso mismo, en este caso un supuesto “virus de la gripa porcina”, está generando miedo, ansiedad, pánico y terror, con el consecuente deterioro del sistema inmunológico. ¿Será que las autoridades de salud no conocen de las verdades científicas que enseña la psiconeuroinmunología? O, ¿será acaso que conscientemente desean crear inmunosupresión y poner a cientos de miles en riesgo de enfermar? El miedo, la ansiedad, la depresión y el pánico lesionan el sistema inmunológico, como se sabe desde los tiempos de Galeno. Y otra vez, por razones de espacio, mañana continúo con la interesante ¿no? explicación
Por Esto!
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