sábado, 9 de mayo de 2009
Homosexualidad y pederastia: el doble rostro de la Iglesia
La injusta ley canónica que impide a los sacerdotes ejercer su sexualidad y poder casarse, el celibato obligatorio, es uno de los más dolorosos cilicios que tienen los hombres que, con vocación o no para el servicio religioso, evita que éstos cumplan sus obligaciones para las que fueron consagrados. Por eso ocultos en sombras hacen y deshacen con su sexo convertido en perversión afectando vidas ajenas. En vez de ser agentes de Dios se convierten en verdaderos demonios que a diestra y siniestra derraman sus pecados que, curiosamente, sí atentan contra la familia y la vida.
extracto tomado del blog FERNANDO LUGO,LA GRAN ESTAFA A LA IZQUIERDA
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http://www.youtube.com/watch?v=7PoOFesw5vM
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