Jesús en libertad

Apr 10 2009

Jesús en libertad

Sergio Sarmiento
Jaque Mate

“Jesús fue un hombre libre y nos enseñó la libertad”.
Enrique Maza

Calla niño, hoy es Viernes Santo. No debes jugar o cantar o ver televisión. Debes estar en recogimiento: rezar y pensar en Jesús, nuestro Señor, que murió en la cruz para salvarte. Hoy es Viernes Santo. Hoy no se come carne de ningún tipo. Ni se te ocurra ponerte esa mirada en los ojos.
La Iglesia Católica ha sido siempre un manojo de reglas. Sólo ella conduce a la salvación. El domingo hay que ir a misa y en misa hay que comulgar. En vigilia no se come carne. El sexo sólo es aceptable en el matrimonio y para procrear. Usar condón es un pecado. La confesión ante un sacerdote limpia los pecados. Las mujeres no pueden ser sacerdotes. El Papa es infalible. La Iglesia Católica es la única que conoce la voluntad del Señor.
Enrique Maza, un joven jesuita de 80 años que se ha distinguido como periodista y escritor, muchos años desde las páginas de la revista Proceso, nos ofrece una visión distinta de Dios y de Jesús en el último de su treintena de libros: Rostros del hombre: los caminos de la libertad ante los absolutos (Editorial Océano). No es que las reglas estén para violarse: “Jesús no despreció el sábado, el ayuno y las demás prácticas religiosas. Conoció su valor y su importancia. Él mismo se sometió.”
Sin embargo, Jesús entendió que las reglas “son sólo medios. Sirven para el hombre, para humanizar y para liberar al hombre. No es el hombre para el sábado, para la ley, para los ritos, para los medios sino al contrario. El hombre no debe esclavizarse a lo que debe liberarlo.”
El propio Jesús fue un hombre de rupturas. Su rompimiento con la ley judía produjo escándalo “en aquellos que se esclavizan a sus propios absolutos, así fueran los dogmas, las leyes, las normas, la autoridad. La crítica de Jesús, sus palabras y sus comportamientos hicieron vacilar todo eso y lo desacralizaron. Sólo Dios es absoluto.”
Lo paradójico es que de la rebeldía del Jesús libre ha surgido una religión que, como todas, se ha llenado de reglas. Quienes las han creado afirman que entienden mejor que nadie el mensaje de Jesús o los deseos de Dios. No han entendido que si Dios es absoluto, los seres humanos, limitados, no podemos conocer la voluntad de Dios.
“El catolicismo, como lo hemos conocido en nuestros tiempos, es una religión del pecado.” Efectivamente, mucha de la energía de la Iglesia se consume, en lugar de en ayudar a quienes más lo necesitan o de promover el mandamiento de Jesús “Amaos los unos a los otros”, en imponer una moral rígida sobre los demás. La jerarquía católica tiene problemas fundamentalmente con el sexo. El sexo antes de matrimonio es un pecado. El extramarital es impensable. La homosexualidad es una perversión. El uso de un preservativo, incluso para evitar la transmisión de enfermedades venéreas, es inmoral.
El padre Maza afirma que hay otra interpretación posible. Jesús abrió caminos de libertad en lugar de cerrarlos. Lo dijo el cantante popular Arjona en otras palabras hace años: Jesús es verbo y no sustantivo.
La visión de Jesús y de Dios que nos ofrece Enrique Maza no es, por supuesto, del agrado de la jerarquía católica. Los tradicionalistas me dicen que no entienden porqué Maza sigue siendo sacerdote cuando sus ideas se apartan tanto de la ortodoxia. Y quizá sea precisamente por eso. La propia Iglesia Católica necesita sacerdotes que, como Jesús, entiendan que las reglas son si acaso un medio pero no el fin de la religió.
Por Esto!