La mera hora

Mar 15 2009

La mera hora

Jorge Lara Rivera

Aunque nos pese, parece llegada la mera hora de saber si todo lo que se ha dicho y hecho en torno a nuestra economía estos últimos “neoliberales” años funcionará. Y la evidencia la puso la jornada del lunes, misma que reportó un derrumbe de 29 centavos en la cotización del peso ante el dólar.
No es menor la complicación de la circunstancia ya que se ve agravada por dos anuncios terribles: el déficit público, el cual alcanzara en enero los 19 mil millones de pesos, y un ajuste a la baja, por especialistas de organismos privados, respecto a las expectativas de crecimiento económico que ya se consideraba negativo (–1.5%) hacia el –1.9%.
No obstante la reiteración del Ejecutivo federal de que “el sistema bancario mexicano es sólido”, la inquietud del público encuentra base en las declaraciones de Guillermo Babatz, el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, relativas al desafío legal que plantea a las regulaciones nacionales del ramo, la adquisición del 36% de las acciones del Citigroup –propietario de Banamex– por parte del gobierno estadounidense, en el sentido de que “¡existen otras instituciones bancarias funcionando en el país que se encuentran en situación semejante!” a pesar de la taxativa de ley.
¿Entonces –la pregunta flota suspendida en el aire del azoro– la observancia de la ley y el imperio del Estado de Derecho que, supuestamente, desviven al régimen, son selectivos y opcionales? ¿Cómo fue posible que sucediera este descuido? ¿Qué autoridades y onerosísimos funcionarios son responsables de tamaña negligencia? ¿Cuánta responsabilidad por estas infracciones corresponde a la CNBV?
Veremos de qué artilugio se valen Hacienda y el Banco de México para salvar la cara.
Por lo pronto, mientras se desploman los indicadores bursátiles de la Bolsa Mexicana de Valores, siguiendo la tendencia de las bolsas del mundo en mala racha, también la convivencia pacífica en la política ha quedado herida por culpa de la imprudencia y necedad de Germán Martínez Cazares quien reincide en la rijosa conducta de provocación en que incurriera la semana pasada, pretendiendo decir la última palabra en el debate que abrió desde entonces y hacer prédica de ¡congruencia y moralidad! sobre el pobre basamento de un panismo que se pretende comprometido con las reformas normativas para la seguridad del país y esa su maniquea percepción instrumentalizadora del papel del PRI en la vida nacional, para fines oficialescos y serviles del régimen con intereses extranjeros.
Pero Martínez Cazares, amén de exhibir su pobreza como interlocutor político, se equivoca. Su conducta pareciera formar parte, según puede ubicársela, de una estrategia de golpeteo mediático que habría sido asumida alegremente por la televisora del Ajusco mediante sus programas de “barra de opinión”, tales como “En contexto” y “Entre 3”, y constituye el más reciente y acusado signo visible de la arremetida electoral oligárquica para contrarrestar la caída del PAN en las intenciones de voto de los ciudadanos.
Precisamente la semana previa, bajo el tópico de los tiempos oficiales del Estado y su uso autorizado por los legisladores al IFE en los medios informativos, tocó al Secretario General del Partido de la Revolución Democrática, Guadalupe Acosta Naranjo, vivir la “experiencia” de una edición de ese talante bravucón y montonero durante su ¿entrevista? con los mercenarios Pablo Hiriart y Jaime Sánchez Susarrey, quienes dieron cátedra de todo lo que NO debe hacer un periodista profesional, adulterando el género: interrupciones de su parte sin esperar a que el entrevistado completara su respuesta, formular comentarios montados mientras éste contestaba, cambiándole la pregunta, las intervenciones de ambos que a dos voces buscaban confundirlo o desviar su respuesta, la paramnesia sugerida que intentaba dar por hecho cosas que el otro no había dicho, la elevación del volumen en la voz como recurso intimidatorio, la sorna y la descalificación tratando de ridiculizar al entrevistado, etc., artimañas que mucho dicen de la calidad y seriedad de esos “periodistas”.
El dirigente perredista no se dejó achicopalar ante la acometida del cochupo y elevando la voz algunas veces, burlándose con comentarios ácidos y hablando cuando los otros dos también lo hacían agotó el tiempo de su intervención y consumió el del programa, sin poder decir nada, pero sin dejarles colgarle ninguna aseveración tendenciosa.
El lunes por la noche, coincidentemente, Beatriz Paredes Rangel, presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, acudió a conversar con los tres chaqueteros, hoy patiños del régimen panista (el bisnero director de “Este país”, Federico Reyes Heroles –que ante las posibilidades reales del retorno del PRI, por si las dudas, se las arregla para quedar bien con la agrupación política–, Carlos Elizondo Mayer-Serra, el panista estrella del foxiato, y el balbuceante Jesús Silva-Herzog Márquez) que figuran en “E3”, producido por Alejandra Lajous.
Ante la lideresa del tricolor, los arrogantes hijos de prominentes burócratas encumbrados por el PRI y ahora entregados a la derecha oligárquica, entre fingidas caravanas y zalemas que enmascaraban el veneno, tendieron lazos verbales tratando de hacerla decir lo que buscaban e intentando desacreditar al priísmo; su propósito era sabotear la participación de la líder y exasperarla, pero no lo consiguieron. Haciendo gala de sus habilidades de política, Paredes Rangel expuso con claridad –cuando el acoso lo permitía– la oferta social, ideología y posición socialdemócrata del PRI, contestó refutando, contundente, algunas falacias muy extendidas con las que se busca desprestigiarlo, desechó los sofismas pseudodemocráticos y dizquemodernos, apabulló las acusaciones y enfrentó la insidia y maledicencia del “Chucho” Silva Herzog y de C. Elizondo, quien se quiere señorito puro, logrando impedir que recriminaciones propagandísticas a favor del panismo quedaran como certezas ante el público.
¿Son estos incidentes fortuitos, pura coincidencia? ¿Casualidad o estratagema?
Que se conduzcan con bajeza los ínfimos y practiquen la irresponsabilidad los irresponsables se entiende, pero ¿no dejan dudas las dimensiones de las bajezas y artimañas con que el panismo quiere dictar cátedra de moral, como estrategia electorera?
Parece llegada la mera hora, manque nos pese.
Por Esto!