Feb 22 2009 |
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Gilberto Balam Pereira
Un siniestro diagnóstico del México actual
Un siniestro diagnóstico del México actual
Miércoles 18 de febrero, los alrededores de la Cámara de San Lázaro estaban "tomados" por el Ejército y las policías. AMLO no entró al recinto, pero desde un templete se dirigió a muchos miles de seguidores para aportar más fundamentos y ampliar aquella intervención del 24 de enero en el Zócalo ante un mar embravecido de gente simpatizante de la misma causa. En enero fue más bien la presentación del plan y calendario de resistencia que se recomendaba para apoyar la defensa de la economía popular.
Ahora, en una fresca tarde capitalina, el líder se dirigió en primer lugar a los dirigentes y bases del PT y Convergencia, reconociéndoles su entrega a las causas populares, tan graves en este momento. Al PRD lo mencionó sólo de paso, y con justa razón. Navarrete acababa de tener acuerdos con Manlio Fabio Beltrones y Gustavo Madero sobre las iniciativas fecalistas a las que se sumaron. Esa tarde-noche del mitin lopezobradorista, el perredista novoizquierdista Navarrete, Presidente de no recuerdo qué chingadera, declaró por TV al comunicador Solórzano de que "que no hay que dejar solo al presidente Calderón, en este momento de gran riesgo que corre el país".
Decíamos que AMLO complementó datos de diagnóstico que faltaron en su intervención pública del 24 de enero de este año.
Nada menos que 541 mil empleos se han perdido en los últimos tres meses. Se ha acelerado el decrecimiento económico del país, está paralizada la industria de la construcción, el peso se ha devaluado un 40% y la inflación está muy por arriba de los aumentos salariales.
El Congreso es la instancia responsable de estructurar un plan emergente de rescate del Estado mexicano en bancarrota. Pero parecen atolondrados los legisladores. Sólo les interesan las próximas elecciones.
Desde hace tiempo insistimos que es imprescindible recortar el gasto corriente cuyo ahorro representarían más de 200 mil millones de pesos. Con voluntad política, decisión y hasta patriotismo, sin exagerar la nota, es factible suprimir tantos privilegios de que gozan políticos retirados y reducir excesivos sueldos de funcionarios, entre los que se cuentan el inquilino de Los Pinos, sus secretarios, ministros, jueces, magistrados de la SCJN, legisladores, gobernadores, clase parásita que sangra a los mexicanos con vergonzosos abusos. Este gasto corriente se elevó durante el gobierno fecalista en 437 mil millones de pesos. Los integrantes de esta clase parásita ganan sueldos más altos a los 600 mil pesos mensuales, a los que se suman gastos médicos mayores, sueldos de guardaespaldas, pasajes de avión, estancias en hoteles de 6 estrellas y consumos en lujosos restaurantes, bonos discrecionales, viajes al extranjero, etc.
Abolir el abuso de uso de celulares, combustible. Eliminar gastos de representación, viáticos excesivos, rentas y remodelación de oficinas particulares, gastos de vestuario, Todo ello, es un insulto a una sociedad mexicana empobrecida. Hay que reducir elevados costos de campaña, principalmente por TV, suprimir gastos de fotocopiado, papelería, gastos enormes que funcionarios tienen en Congresos extranjeros inútiles, que sólo son pretexto para paseos de familiares y amigos.
Con estos ahorros pueden paliarse las necesidades de los campesinos, apoyar a las capas populares, campesinos, pequeños empresarios, madres solteras, ancianos, discapacitados, centros de rehabilitación de niños, jóvenes y mujeres con delitos del fuero común. Reducir el costo de combustibles en un 50% y reducir un tercio las altas tarifas de energía eléctrica como pedimos a los legisladores yucatecos el miércoles pasado. Alcanzaría el ahorro para apuntalar los hospitales públicos, otorgar becas a estudiantes.
Quedó bien claro TAMBIÉN el discurso de AMLO en lo que se refiere al combate a la corrupción de la clase política y grandes empresarios prófugos de los tributos hacendarios. La violencia misma que padecen los mexicanos es resultado de la misma corrupción de tanto ladronzuelo de cuellos blancos y grises. "Hay que acabar con la política del agandalle, terminó diciendo AMLO.
Por supuesto que éstas serían medidas de resultados al corto plazo. No se descartan las estrategias a seguir para resultados de recuperación del Estado al mediano plazo, en el que figura preponderantemente el fomento del mercado interior para el bienestar de las capas populares y los productores pobres y pequeños empresarios nacionalistas. Así, muchos jodidos mejoraríamos.
Por esto!
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