Feb 22 2009 |
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El Presidente de Estados Unidos es la “estrella” en Brasil / Su rostro está presente en los desfiles oficiales y callejeros, a lo largo y ancho de ese país / En Río de Janeiro y Sao Paulo, las caretas con su cara son las favoritas de brasileños y extranjeros, y se convirtieron en éxito de ventas
SAO PAULO, Brasil, 21 de febrero (AP/DPA/REUTERS).- El Presidente Barack Obama baila en el Carnaval brasileño, pintado en el muslo de una reina del samba desnuda.
Viviane Castro pintó la cara del Mandatario estadounidense en su muslo izquierdo. En el derecho llevaba la del Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
En su estómago llevaba pintada la frase “en venta”: dice que quiere representar la venta de la Amazonía brasileña a Estados Unidos. Muchos brasileños temen que Washington quiera controlar la región amazónica, rica en recursos naturales.
Castro, de 26 años, acaparó las primeras planas al aparecer en el Carnaval de Río sin otra vestimenta que un parche de cuatro centímetros de ancho. La misma que lució este año.
El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, es la “estrella” del Carnaval de Brasil, que comenzó de forma oficial el viernes, debido a que su rostro está presente en los desfiles oficiales y callejeros, a lo largo y ancho del país.
En Río de Janeiro y Sao Paulo, las caretas con la cara del primer Mandatario estadounidense son las favoritas de brasileños y extranjeros, y se convirtieron en un éxito de ventas.
En Salvador de Bahía, el rostro de Obama, estampado en camisetas, afiches, y pinturas, “vende más que mae de santo (especie de sacerdotisa de las religiones afrobrasileñas, muy populares en esa región de Brasil)”, según relató uno de los organizadores del Carnaval bahiano.
En Río, cientos de miles de personas cubrieron la céntrica Avenida Río Branco en la mañana del sábado en la concentración del Bloco Cordao da Bola Preta, el más antiguo de los multitudinarios grupos carnavalescos de la ciudad.
“Todo el mundo habla de crisis, pero no existe crisis delante de esta población alegre (...) me quieren derrumbar pero no lo van a conseguir”, dijo un sosías de Obama.
Delgado, vestido con un traje oscuro y corbata roja, Reinaldo Américo, un cuidador de autos de 37 años, animaba al gentío desde un “trío eléctrico”, o camión con enormes altavoces, agitando una banderita de Estados Unidos y un billete de un dólar.
Según Ronaldo Tuuna, gerente de un comercio de venta de disfraces de Río, “la máscara que más se vende es la de Obama”, seguida por la de su colega brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
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