Se acerca la Navidad |
Viernes, 19 de Diciembre de 2008 00:37 |
El fin de semana se trae las suyas y, la Navidad, también. Por Pedro Díaz Arcia La portada de la revista Time que saldrá a la venta el próximo 29 de diciembre está dedicada al presidente electo, Barack Obama, como la “Persona del Año” 2008 para el semanario. Al Sur del río Bravo, los gobernantes de América Latina se dirigieron al próximo mandatario de Estados Unidos en una sólida petición para que levante el bloqueo contra Cuba; mientras en Francia un tribunal ordenó a una firma de ropa indemnizar a la primera dama por distribuir su imagen desnuda. En Roma, el Papa arremetió contra el consumismo, exacerbado en las fiestas navideñas, en un llamado a la sensibilidad cristiana. En relación con la selección de Obama como el hombre del 2008, si algo no es discutible es que el líder demócrata pasó, de un relativo anonimato, al podio de una permanente publicidad a favor y en contra de sus postulados políticos. Aún millones de personas, en cualquier parte del universo, apostamos, en uno u otro sentido, sobre las expectativas que ha despertado su elección y su anunciado programa de gobierno. Aunque, pienso que tal vez la tapa de la famosa edición pudo compartirse con los zapatos que le lanzaron a la cabeza al actual Presidente norteamericano, George W. Bush, y que se han convertido en un símbolo de la lucha del pueblo iraquí contra la ocupación estadounidense. La portada es la obra del artista Shephard Fairey, cuyo póster del aspirante negro a la presidencia de Estados Unidos se convirtió en una popular imagen de la campaña electoral, según EFE. Al explicar los motivos de la designación, la revista, que seleccionó entre numerosas personalidades, entre las cuales se encontraba el presidente francés, Nicolás Sarkozy -de seguro se desconocía el fallo judicial respecto a su esposa, lo cual habría elevado un tanto sus posibilidades- argumenta que Obama llegó a la escena estadounidense “como un trueno, ha reubicado nuestra política, hecho trizas décadas de sabiduría convencional y superado siglos de orden jerárquico social”. Time destaca que su victoria, que se produce en un momento de crisis, lo ha hecho reaccionar “de una manera sin precedentes para formar una Administración que proporcione confianza a un mundo en plena sacudida” y lo califica como la antítesis de la retórica. La cercanía de las fiestas navideñas, matizadas por el Armagedón que sacude al mundo, motivó una emotiva alocución de Benedicto XVI al referirse a las dificultades y la incertidumbre en que viven tantas familias como consecuencia de la crisis económica. El Pontífice, durante la audiencia general que se celebró el miércoles en el aula Pablo VI 2008, en Roma, hizo una fuerte crítica al “consumismo hedonista” que resta el sentido espiritual a la Navidad y se convierte en una “mera ocasión comercial de compras e intercambios de regalos”. En su homilía Su Santidad expresó que la Navidad no es más que “el encuentro con un recién nacido que llora en una mísera gruta” y entre otras interrogantes se preguntó: “¿Cómo no pensar en tantos niños que todavía hoy, en muchas regiones del mundo nacen en medio de la pobreza? ¿Cómo no pensar en los recién nacidos rechazados, los que no consiguen sobrevivir por falta de cuidados?” En una ocasión indagué, con todo respeto, si en realidad Jesús había echado a los mercaderes del templo, o si, por el contrario, había sido echado del templo por los mercachifles. Con el mensaje papal nos llegó la curiosa noticia de que una corte francesa ordenó a la firma de ropa Pardon que pague a Carla Bruni-Sarkozy el equivalente en euros a 56,200 dólares de indemnización por una foto de la época en que la primera dama era modelo. La empresa distribuyó entre sus clientes una bolsa impresa con la imagen desnuda de Carla. Es evidente que París, bien vale una misa, y, además, apetecibles tentaciones. Creo que la ocasión es oportuna para mirarnos un poco hacia dentro, algo terrible a veces, y no enajenarnos en la devastadora frivolidad típica de la ola consumista, que es capaz de vaciar los mejores sentimientos del hombre. El momento sería propicio para no abdicar en la esencia de la solidaridad y el respeto entre los pueblos, a la vez que reiterar, para el venidero 2009, la convicción de que un principio, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército. |
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