MEXICO, DF., 27 diciembre (LA JORNADA).- En los años 70 la participación directa de las mujeres era prácticamente nula en los cárteles mexicanos, pero desde los años 90 cada vez son más las que dirigen actividades de lavado de dinero y grupos del crimen organizado. Los casos más conocidos son los de Sandra Ávila Beltrán, “La Reina del Pacífico”, y Enedina Arellano Félix.
Sin embargo, datos obtenidos de fuentes oficiales, refieren que en los últimos dos años han sido ejecutadas más de 50 mujeres por venganzas entre grupos del crimen organizado, principalmente en Chihuahua, Baja California y Sinaloa.
“La Reina del Pacífico” fue detenida en septiembre de 2007 mientras realizaba compras en tiendas departamentales en un centro comercial al sur de la ciudad de México.
Enedina Arellano dirige junto con uno de sus sobrinos una de las dos facciones en que se dividió la organización.
Sandra Ávila, una bella mujer de 43 años de edad, es considerada por las autoridades de México y Estados Unidos como una de las más importantes operadoras del narcotráfico y el lavado de dinero en México para la organización que hasta hace un año era considerada la más fuerte del país: el cártel de Sinaloa.
Ávila Beltrán se inició en el narcotráfico, primero por su origen familiar, es sobrina de Miguel Ángel Félix Gallardo, el capo de capos en los 70 en México. Luego, acrecentaría sus vínculos debido a que dos de sus ex maridos eran comandantes de policía relacionados con el tráfico de enervantes.
También se le atribuye haber sostenido relaciones sentimentales con Ismael “El Mayo” Zambada, Ignacio Nacho Coronel y el colombiano Juan Diego Espinosa Ramírez, “El Tigre”, su pareja sentimental hasta su detención. Los dos primeros son actualmente, dos de los más importantes líderes del narcotráfico en México.
“La Reina del Pacífico”, de acuerdo con la información oficial que se dio a conocer tras su detención, supuestamente dirigía los envíos de cocaína de Colombia a Guadalajara y de la “Perla Tapatía” hasta Estados Unidos para el cártel de Sinaloa. Hoy se encuentra detenida en el reclusorio femenil de Tepepan, en la ciudad de México.
El cártel de Sinaloa o lo que las autoridades denominaron en el 2006 como el cártel del Pacífico, ha sufrido dos importantes escisiones: la de El Mayo Zambada y el grupo de los hermanos Beltrán Leyva. La captura de La Reina del Pacífico, ocurrió cuando ya se había dividido la organización que dirige Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
En tanto, Enedina Arellano Félix estuvo siempre presente en la dirección del cártel de los hermanos Arellano Félix, también conocido como cártel de Tijuana, sin embargo su nombre comenzó a aparecer en los informes oficiales como la líder de la organización tras la muerte de su hermano Ramón en febrero de 2002, y la detención de Benjamín (en el 2002) y la detención de Francisco Javier “El Tigrillo”, en agosto de 2006.
Reportes de la Procuraduría General de la República (PGR), dados a conocer en respuesta a una solicitud de información pública, referían que Enedina y su hermano Eduardo “mantendrían un papel importante en la organización”. Eduardo Arellano fue capturado en octubre de 2008. El cártel de Tijuana se encuentra divido en dos facciones una la dirige Enedina junto con sus hijos Luis Fernando e Ismael Zamora Arellano, la otra Teodoro García Simental, “El Teo”, un viejo sicario de ese mismo cártel.
Pero los casos de “La Reina del Pacífico” y Enedina Arellano, no son los únicos, aunque sí los de mayor peso en las organizaciones.
Blanca Margarita Cázares Salazar, “La Emperatriz”, ha sido identificada por autoridades de Estados Unidos como una de las principales operadoras de la red de lavado de dinero del grupo que encabeza “El Mayo” Zambada.
Supuestamente junto con otras once personas, la mayoría de ellas integrantes de su familia, estableció un imperio de lavado de dinero que incluyen empresas importadoras y exportadoras, así como negocios dedicados jugueterías, restaurantes y boutiques.
Este grupo está integrado entre otras mujeres por María Tiburcia Cázares Pérez, Blanca Armida Aguirre Sánchez, Lizbeth Meza Cázares y Gipsy Meza Cázares.
Hace unos días, en el estado de Querétaro, fue detenida Edith López López, llamada en el mundo del narcotráfico como La Reina del Sur, debido a que sustituyó a su compañero sentimental, Raúl Núñez Morales El Vaquero, al frente de una de los principales grupos de narcomenudeo en esa entidad.
Otra mujer importante en el negocio del blanqueo de capitales es Ivonne Soto Vega “La Pantera”, detenida el 19 de julio de 2001 en la ciudad de Tijuana, Baja California, quien según reportes oficiales, bajo su mando se constituyó una red de casas de cambio y empresas inmobiliarias que le permitieron lavar más de cien millones de dólares supuestamente en 40 meses.
En febrero de 2004, fue aprehendida María Antonieta Rodríguez Mata, “La Tony”, quien según la PGR era una de las principales operadoras del Cártel del Golfo, y desde 1999 hasta antes de su captura introdujo más de cinco toneladas de cocaína desde Guatemala a Texas. “La Tony”, quien se desempeñó como policía estatal en Tamaulipas, fue extraditada a Estados Unidos en agosto de 2007 para que se le juzgara por delitos contra la salud y lavado de dinero.
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