Marcial Maciel: Una historia de maldad; el recuento de los daños
07/09/2009 - 04:00 AM
José Barba Martín, víctima del padre Marcial; el doctor Roberto Blancarte, especialista en temas religiosos, y ahora José Bonilla Sada, abogado de los hijos de Maciel, han dado sonido a las voces de las víctimas acalladas por el Vaticano.
Tras una década de silencio, el lado oscuro de la Iglesia, los Legionarios de Cristo y los crímenes convertidos en pecados por el Vaticano, son una historia que aún no termina.
Próximamente, Zócalo Saltillo abordará el ángulo de los benefactores, aquellos que creyeron en Maciel y en Los Legionarios de Cristo y lo apoyaron hasta descubrir la red de abusos cometidos en el nombre de Dios.
BAJO LA SOTANA
Marcial Maciel Degollado nació en Michoacán el 10 de marzo de 1920 y murió en los Estados Unidos el 30 de enero de 2008, a los 87 años de edad. Su madre, Maurira Degollado, está en proceso de beatificación. Su tío Rafael Guízar y Valencia es santo venerado por la Iglesia católica por su participación en la guerra cristera.
A los siete años, en la década de los 20, en medio de los alzamientos cristeros, Maciel hizo su primera comunión en forma clandestina y a los 15 se unió al seminario que dirigía su tío Rafael Guízar en la Ciudad de México.
El 3 de enero de 1941, a los 21 años, fundó Los Misioneros de Cristo y la Virgen de los Dolores, congregación que luego recibiría el nombre de Los Legionarios de Cristo, a partir de 1951.
El 26 de noviembre de 1944, Maciel fue ordenado sacerdote en la Basílica de Guadalupe, en México. Siendo sacerdote se trasladó a España con el primer grupo de jóvenes que estudiarían en la Universidad Pontificia de Comillas.
El Papa Pío XII en 1946 dio la bendición a la agrupación y cuatro años después Maciel instauró el Centro de Estudios Superiores de la Legión de Cristo, lo que marcaba el inicio de la acumulación de poder y riqueza de las instituciones como los colegios y universidades Cumbres y Alpes.
El papa Juan Pablo II se refirió a la Legión como un ejemplo para la juventud; al cumplir 50 años Maciel recibió una emotiva carta enviada por el Pontífice.
En mayo de 2006 se confirmó que el papa Benedicto XVI había ordenado al fundador de los Legionarios que se retirara a la vida de oración y penitencia, prohibiéndole el ejercicio del sacerdocio tras las acusaciones de haber abusado sexualmente de seminaristas.
Murió dos años después, a los 87 años, en medio de estas acusaciones de pederastia. Un año después se devela la paternidad de al menos seis hijos y la existencia de un fideicomiso para sus herederos.
Zocalo-Saltillo
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