Apr 15 2009 |
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Por Pedro Díaz Arcia
Ese inveterado enemigo de la injusticia social que dentro de poco estará con el verbo inflamado en Puerto España, el Presidente venezolano, Hugo Chávez, católico “protestante” que si dispara al cielo no lo hace contra Dios; y hasta el Mandatario de Paraguay, Fernando Lugo, que acaba de reconocer que tuvo un hijo siendo obispo, podrían limpiar sus “pecados” con el producto SoulWow recién lanzado al mercado neoyorquino.
Pero, ¿quién garantiza que la nueva creación, que según el padre que lo presenta con aires de sacerdocio ejerce el efecto virtual de un bautismo, surta el menor efecto en la rancia oligarquía latinoamericana?
En las regiones de Brooklyn, Queens y Long Island se ha desatado una campaña publicitaria para que los pecadores católicos de Nueva York consuman el SoulWow, pues según el clérigo “nada alivia el alma como una verdadera confesión”.
En tanto los teólogos discuten sobre los riesgos de que la confesión se adquiera en un Wal Mart, América Latina enfrenta sus propios fantasmas.
El Presidente de Bolivia, Evo Morales, junto a líderes sindicales que lo acompañaron en la abstinencia, levantó ayer la huelga de hambre que mantuvo durante cinco días, hasta que el Congreso aprobó una controvertida ley de transición constitucional que puede significar la garantía del desarrollo indigenista y socialista del gobierno revolucionario.
La decisión del Legislativo, que se espera Morales sancione de inmediato, permite la reelección presidencial en los comicios generales que se celebrarán en el próximo mes de diciembre, en los que también se elegirá una Asamblea Plurinacional en reemplazo del Congreso.
La ley, que había sido bloqueada por la oposición conservadora, incluye, entre otras disposiciones, un nuevo registro electoral, un determinado número de escaños para comunidades indígenas, así como referendos para autonomías regionales (recordemos la problemática Media Luna boliviana) y el voto -por primera vez- para nacionales en el exterior, siempre que existan las condiciones para ello.
El Gobierno bolivariano al nacionalizar verdaderos emporios de gas, abastecedores de importantes clientes como Argentina y Brasil, extender el control del Estado sobre el legendario y emblemático sector de la minería y arremeter contra los latifundios ha dañado seriamente los intereses de la oligarquía y los pulpos transnacionales que, de seguro, no protestarían si a cambio de esas medidas hubiesen borrado el 20% de los preceptos contenidos en la Biblia.
Pero, la compleja situación del Altiplano andino va más allá de la sanción de una Ley Electoral.
La disputa radica en manos de quién debe radicar el poder. Lo que determina, en buena lid, cuál será el destino de un pueblo que es descendiente directo de la milenaria cultura del imperio del Tahuantinsuyo.
Aunque, la problemática no es patrimonio del subcontinente.
Bolivia forma parte de una avanzada regional, reivindicadora de los principios de soberanía, independencia y respeto a los asuntos internos de otros Estados, que se hará escuchar en la cita Cumbre que comienza el viernes.
En medio de este convulso panorama el presidente Barack Obama viajará, previa estancia en México, a Trinidad y Tobago para participar en la convocatoria que agrupa a 34 naciones, con la exclusión de Cuba.
Como es conocido Obama levantó el lunes las regulaciones restrictivas para que los cubano-estadounidenses viajen a la Isla y envíen remesas a sus familiares, sin la coyunda de las regulaciones adoptadas por su antecesor George W. Bush.
Los expertos consideran el hecho como la intención del nuevo huésped de la Casa Blanca de crear un “clima productivo” en la reunión de Puerto España.
Washington anunció, también el lunes, que los temas prioritarios en la agenda del Presidente figuran lograr el apoyo para reformas económicas que ayuden en particular a los “pobres entre los pobres”, colaborar con otros países en la esfera de la energía renovable, reducir el calentamiento global y mejorar la seguridad pública.
¡No debía faltar el tema sobre el “calentamiento social”!
Alguien llamó en una ocasión a Sudamérica “el león dormido”.
¡Todo indica que despertó!
Una modesta recomendación a los estadistas que se reúnan en Trinidad y Tobago es que no olviden tampoco la tradicional rebeldía de los pueblos del Caribe que, además, o “ademenos”, no están sumidos en un letargo.
Por Esto!
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