Mar 07 2009 |
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Julio Pimentel RamírezSin pecar de catastrofistas resulta alarmante ver cómo cada día se suceden acontecimientos que aceleran y profundizan la crisis económica, así como el proceso de descomposición social y político propiciados tanto por contradicciones internas del sistema capitalista en su actual etapa neoliberal como por la estrategia instrumentada por el ineficaz y corrupto gobierno calderonista.
En el colmo del cinismo y la desvergüenza, que desnuda una vez más la complicidad de los delincuentes de “cuello blanco” y manos sucias con funcionarios gubernamentales, se encuentra en proceso otro turbio negocio en el que el neobanquero salinista Roberto Hernández intenta hacerse del control del Citi Bank- Banamex, tal como se denuncia en las páginas del POR ESTO!, Diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía, que desde hace años denuncia las tropelías de este personaje.
En otras de las caras del poliedro de la crisis sistémica nacional, destaca la de la creciente violencia de la delincuencia organizada y del narcotráfico que ha derivado, ante la inoperancia y corrupción de los cuerpos policiacos federales, estatales y municipales, en una imparable militarización de la seguridad pública con todos los riesgos que ello implica para la vigencia de un sistema democrático que coloque en el centro tanto el respeto de los derechos humanos como la preponderancia de los acuerdos sobre la represión y la mano dura.
No hay que perder de vista que este proceso de militarización de la seguridad pública se presenta en un contexto en el que Estados Unidos se plantea una estrategia regional de combate al narcotráfico, en la que no se descarta que en esa lucha conjunta se presenta una mayor injerencia militar de los vecinos del Norte en el subcontinente, al que no dejan de considerar su zona de influencia natural o “traspatio”, aunque este calificativo hiera la susceptibilidad de más de uno.
La llegada a México del Almirante Michael G. Mullen, Jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, constituye el cierre de una intensa gira de trabajo que lo llevó por Brasil, Chile, Perú, Colombia y México para intensificar las relaciones castrenses de EU con los ejércitos de la región.
Esta iniciativa se da en el contexto de la propuesta de militarización regional para el combate al narcotráfico y al crimen organizado que fue propuesta por Guatemala en diciembre del año pasado y discutida en una cumbre regional.
Los retos que existen en la lucha contra el crimen organizado en la frontera con México “inquietan mucho” a Estados Unidos, reconoció en entrevista previa a su arribo a nuestro país el jefe del Estado Mayor Conjunto estadunidense, quien propuso un “ataque mancomunado” de ambos países al narcotráfico.
En Bogotá, Mullen puso como ejemplo de combate al narcotráfico -y a la guerrilla habría que añadir- el Plan Colombia y acordó con el mejor socio de Washington en América del Sur, el presidente Alvaro Uribe, que se incrementará la cooperación militar entre ambas naciones, incluyendo bases militares que faciliten la presencia de la aviación estadounidense.
Es más, el esquema del Plan Colombia será exportado a Afganistán con la presencia de militares del país sudamericano en el lejano país asiático, para que cooperen, eso dicen, en el combate del narcotráfico y de las guerrillas del Talibán.
Así, es lógico inferir que la intención del Pentágono sea reproducir y extender el esquema del Plan Colombia para toda América Latina. En el caso de México ya se dio el primer paso con el Plan México, presentado tramposamente como Plan Mérida, aunque haya sufrido recortes presupuestales debido a la corrupción en los cuerpos policiacos mexicanos más que a la crisis económica.
El momento de “debilidad” que vive México en materia de economía y seguridad interior es propicio para que el Pentágono presione al Ejército Mexicano y a la Marina, con el objetivo de que se unan al Comando Norte, advirtió el diputado federal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), José Angel Suárez del Real.
Ese es el fin que persiguen los encuentros que el jefe del Estado Mayor de la Fuerzas Armadas de Estados Unidos, el Almirante Mike Mullen, sostendrá en México con los secretarios de la Defensa Nacional, General Guillermo Galván, y de Marina, Almirante Francisco Saynez Mendoza, indicó el legislador.
En los próximos meses el Ejército mexicano participará junto con los de Canadá y EU en ejercicios militares conjuntos, en una operación conocida con el nombre clave de Topoff 5 y que se llevarán a cabo en Vancouver, información ocultada en nuestro país que parece darle la razón al diputado perredista.
En el colmo del cinismo y la desvergüenza, que desnuda una vez más la complicidad de los delincuentes de “cuello blanco” y manos sucias con funcionarios gubernamentales, se encuentra en proceso otro turbio negocio en el que el neobanquero salinista Roberto Hernández intenta hacerse del control del Citi Bank- Banamex, tal como se denuncia en las páginas del POR ESTO!, Diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía, que desde hace años denuncia las tropelías de este personaje.
En otras de las caras del poliedro de la crisis sistémica nacional, destaca la de la creciente violencia de la delincuencia organizada y del narcotráfico que ha derivado, ante la inoperancia y corrupción de los cuerpos policiacos federales, estatales y municipales, en una imparable militarización de la seguridad pública con todos los riesgos que ello implica para la vigencia de un sistema democrático que coloque en el centro tanto el respeto de los derechos humanos como la preponderancia de los acuerdos sobre la represión y la mano dura.
No hay que perder de vista que este proceso de militarización de la seguridad pública se presenta en un contexto en el que Estados Unidos se plantea una estrategia regional de combate al narcotráfico, en la que no se descarta que en esa lucha conjunta se presenta una mayor injerencia militar de los vecinos del Norte en el subcontinente, al que no dejan de considerar su zona de influencia natural o “traspatio”, aunque este calificativo hiera la susceptibilidad de más de uno.
La llegada a México del Almirante Michael G. Mullen, Jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, constituye el cierre de una intensa gira de trabajo que lo llevó por Brasil, Chile, Perú, Colombia y México para intensificar las relaciones castrenses de EU con los ejércitos de la región.
Esta iniciativa se da en el contexto de la propuesta de militarización regional para el combate al narcotráfico y al crimen organizado que fue propuesta por Guatemala en diciembre del año pasado y discutida en una cumbre regional.
Los retos que existen en la lucha contra el crimen organizado en la frontera con México “inquietan mucho” a Estados Unidos, reconoció en entrevista previa a su arribo a nuestro país el jefe del Estado Mayor Conjunto estadunidense, quien propuso un “ataque mancomunado” de ambos países al narcotráfico.
En Bogotá, Mullen puso como ejemplo de combate al narcotráfico -y a la guerrilla habría que añadir- el Plan Colombia y acordó con el mejor socio de Washington en América del Sur, el presidente Alvaro Uribe, que se incrementará la cooperación militar entre ambas naciones, incluyendo bases militares que faciliten la presencia de la aviación estadounidense.
Es más, el esquema del Plan Colombia será exportado a Afganistán con la presencia de militares del país sudamericano en el lejano país asiático, para que cooperen, eso dicen, en el combate del narcotráfico y de las guerrillas del Talibán.
Así, es lógico inferir que la intención del Pentágono sea reproducir y extender el esquema del Plan Colombia para toda América Latina. En el caso de México ya se dio el primer paso con el Plan México, presentado tramposamente como Plan Mérida, aunque haya sufrido recortes presupuestales debido a la corrupción en los cuerpos policiacos mexicanos más que a la crisis económica.
El momento de “debilidad” que vive México en materia de economía y seguridad interior es propicio para que el Pentágono presione al Ejército Mexicano y a la Marina, con el objetivo de que se unan al Comando Norte, advirtió el diputado federal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), José Angel Suárez del Real.
Ese es el fin que persiguen los encuentros que el jefe del Estado Mayor de la Fuerzas Armadas de Estados Unidos, el Almirante Mike Mullen, sostendrá en México con los secretarios de la Defensa Nacional, General Guillermo Galván, y de Marina, Almirante Francisco Saynez Mendoza, indicó el legislador.
En los próximos meses el Ejército mexicano participará junto con los de Canadá y EU en ejercicios militares conjuntos, en una operación conocida con el nombre clave de Topoff 5 y que se llevarán a cabo en Vancouver, información ocultada en nuestro país que parece darle la razón al diputado perredista.
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