Feb 04 2009 |
|
Gilberto Balam Pereira
En manos de propietarios privados
En manos de propietarios privados
No es novedad decir que los indígenas han sido sujetos de atrocidades, despojados, tiranizados por los conquistadores, victimados desde la Colonia y hasta en la mal llamada Independencia, bueno hasta en la era del neoliberalismo.
Los mayas no han sido una excepción. Sin mediar ninguna razón, de pronto una “casta divina” se apropia las tierras aborígenes que resguardan los testigos del esplendor de Chichén Itzá. Desde el siglo antepasado gobiernos van y gobiernos vienen y les importa un comino el despojo de tierras arqueológicas y hasta de las que no lo son, tierras de gran valor cultural e histórico.
Los yucatecos, como los mexicanos y ciudadanos de todo el mundo han externado en muchas ocasiones la indignación que causa la expropiación de bienes de la nación y de los indígenas. Es el caso de la arqueológica zona de Chichén Itzá.
Los usurpadores de tierras de gran valor histórico que pertenecen al Estado y a las comunidades mayas están obligados a devolver a sus auténticos dueños los bienes arrebatados.
¡Nombres, nombres! Me exigieron en una ocasión en que formulé una protesta al respecto.
Todo México los conoce, los Barbachano, los yucatecos lo saben de mucho tiempo atrás.
¿Conciben ustedes que a un indígena maya y a su familia, los Barbachano les cobren la entrada al patrimonio que les heredaron sus ancestros seculares?
No sólo les cobran la entrada. Los corren con gases lacrimógenos como aconteció hace unos doce años por órdenes del gobierno, por el solo hecho de vender sus artesanías elaboradas por ellos mismos en las inmediaciones de la zona.
Desde entonces han sido objeto de hostilidades por parte de las autoridades. “Es que son sucios, apestan, dejan basura por todas partes y hablan en lengua extraña. Son una vergüenza ante los ojos del turismo”.
Ahora que nuestros gobernantes se han globalizado, pretenden cambiar el escenario penoso que ofrecen los artesanos de Chichén Itzá y quieren instalar junto con la familia Barbachano sus propias tiendas de artesanías eliminando la competencia “desleal”.
Son cerca de mil artesanos que sostienen a 5,000 miembros de familia también nativas. Han hecho propuestas basados en el “derecho al trabajo” según el Convenio 169 de la OIT. Los gobiernos no les han hecho caso.
El Lic. Jorge Esma Bazán llegó a proponerles vivienda, empleo, seguro y no recuerdo cuántas cosas más, con el fin de que desalojaran el lugar, porque estaba programado un concierto sinfónico y después una audición del tenor Plácido Domingo.
La aparatosa infraestructura electrónica de Televisa para la transmisión de las funciones, terminaron por causar daños irreversible a los edificios arqueológicos que nadie denunció. ¿Y el dinero de las entradas del “culto” público que asistió a estas funciones?, ¿qué fue de él? se preguntan los yucatecos. Negocio redondo de funcionarios y de la familia Barbachano. La explotación de los mayas continúa en pleno siglo XXI.
Y qué quieres, estamos en un país ¡tan honrado!
Los globalizadores neoliberales tienen ya avanzada la instalación de modernas tiendas en Chichén Itzá para la venta de artesanías al turismo. Ya terminaron cinco tiendas y quieren más, ya instalaron tanques estacionarios de gas, corriente eléctrica y los desechos que producen tienen por destino final nada menos que el Cenote Sagrado y el Cenote del X’toloc. ¿Qué les parecen estos atentados al medio ambiente? Arbitrariedades destructoras del ecosistema. Están implicados en esta grave responsabilidad el INAH, CULTUR ¿y el Gobierno del Estado?
C. Gobernadora, que recibe todos los días aplausos, abrazos, besos de sus gobernados yucatecos, ¿qué opina usted al respecto de este serio problema?
No hace mucho usted mencionó la posibilidad de expropiar el área arqueológica de Chichén, para que también los artesanos del lugar puedan salvar su patrimonio económico constituido por los productos artesanales que por muchas centurias a la fecha están produciendo. Son esos ciudadanos que incondicionalmente le obsequiaron a usted su voto y que contribuyeron para la asunción de su alta investidura. Apóyelos.
Y responda a la aspiración generalizada del pueblo yucateco expropiando esa Maravilla del Mundo que es también nuestra raíz histórica.
Antes que se me olvide, mi góber, ¿por qué no citar a comparecer en la Cámara a los funcionarios estatales y federales que han estado relacionados con esa afrenta “artística” que ocasionaros daños a las ruinas y que rindan informes claros y precisos sobre el dinero que pagaron los “ávidos” de música clásica, asistentes “cultos” a las dos funciones que se han realizado?
Por Esto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario