¿Tarde hasta para ser parte de la historia?

¿Tarde hasta para ser parte de la historia?

Jueves, 11 de Diciembre de 2008 00:00

Maria Teresa Jardi Acabarán las organizaciones no gubernamentales defensoras de los Derechos Humanos, por verse obligadas a enfrentar lo que ya está y habrá otras que nacerán para lo mismo, salta a la vista. Tarde se sumarán los mismos curas de siempre, los pocos que quedan, porque la orfandad dejada por la muerte de Don Sergio y de Pepe Llaguno no ha sido llenada, aunque, otros obispos, cada vez menos, hagan la labor de pastores que, por elección, les corresponde y quizá se sumarán otros curas obligados por las circunstancias. Pero la Iglesia Católica está lejos de ser protagonista en la Defensa de los Derechos Humanos en México hoy. Y, como en el caso de Martí, de Nelson Vargas y de otros ricos afectados, sin haber sido capaces de impedir unos el secuestro y otros la represión antes de que se diera. El Poder de la Iglesia es muy grande y cuando quiere puede y ahí está para ejemplo Fox. Lo van a casar curas católicos en segundas nupcias por la iglesia, que nadie lo dude. Es obvio. Onésimo Cepeda es un buen candidato para eso y también Norberto Rivera. Pero nadie, desde la religión, desafía a un Papa sin consecuencias. Y ya quedó catalogado y para siempre será recordado como el inestable mental que fue presidente de México. Bueno, tienen razón, exagero. Fox no va a ser recordado por la historia más allá de cómo un hombre corrupto que, habiendo llegado, no fue Presidente. Pero pasará como un corrupto inestable mental. Lo que no habla bien de los mexicanos que votamos por él, también hay que reconocerlo. Porque así como los alemanes van a cargar, mientras el mundo exista, con la vergüenza de haber votado por Hitler. Lo mismo va a suceder con nosotros aunque seamos sólo responsables a medias, los ciudadanos, sabedor el mundo de que el IFE no hizo nada a pesar de tener en sus manos las pruebas de que al candidato panista lo habían comprado capitales extranjeros que donaron dinero para su campaña con el conocimiento del PAN. No por nada había tenido el honor antes de haber sido elegido gerente de la Coca- Cola. Merecido tenemos lo que nos pasa por haber pensado que alguien con semejante “mérito” profesional podía dirigir los destinos de un país que merecía a una más culta persona para dirigir su futuro a otra suerte. Si los ricos, incluso por razones de inteligencia, porque ante el deterioro de la seguridad pública se convierten en víctimas también vulnerables de los policías secuestradores, hubieran exigido el combate a la impunidad, diciendo ya basta y exigiendo que si no podían se fueran y haciéndoles ver que efectivamente no tienen ni madre ni abuela los que han propiciado el perverso deterioro que en México, hoy, incluso permite que legisladores enemigos de la patria llenen de casinos hasta los municipios en manos de sujetos que se divierten viendo desfilar desnudos por un ruedo a paupérrimos niños indígenas incitados por el dueño de un sonido que se dedica a ofrecer dinero a los infantes, lo mismo en Puebla que en otros lugares, por lo visto. Lo que no exigen los ricos, hasta que les afecta, porque en el fondo la impunidad a ellos también los favorece, a pesar de que de haberlo hecho no habrían perdido a sus hijos ni Martí ni Nelson Vargas, por poner dos ejemplos, de los que al menos han dicho algo, la inmensa mayoría calla y cuando se ve afectada se va del país para salvarse y salvar a su familia, olvidando que lo que ocurre lo sufren otros mexicanos con los que comparten las mismas raíces y la misma patria. Lo que no exigen las ONGs, para prevenir lo que se ve venir, porque comparten lo que el Poder les da como limosna. Lo que no hace la sociedad, apagando, al menos el televisor, nos responsabiliza a todos en la pérdida de futuro que se anuncia como crónica.