Los locos también hacen billetes

Los locos también hacen billetes
Vicente Fox es un buen ejemplo de que la perturbación mental no impide llenarse los bolsillos de dinero. No le sorprenda que sea cual sea el resultado de su proyectada boda religiosa, se le saque jugo para obtener dinero. Casi un millón de pesos por unas charlas
Por Rafael Arenas Rosas
Nos dicen y así lo pasamos a usted al costo, que en el Centro Fox, ya inaugurado, estaba proyectada una sala en la que se exhibiría el vestido de novia de Martita de Fox, fotografías de la boda (si es que llega a realizarse), grabaciones, etcétera, etcétera.
Claro que mientras son peras o son manzanas en ese asunto de la boda religiosa del ex presidente y doña Marta Sahagún, pues la amplia sala tendrá otro destino.
Pero ya metidos en el tema del Centro Fox, ni duda cabe que el guanajuatense podrá haber sido diagnosticado como perturbado mental por expertos del Vaticano, pero es muy bueno para los negocios, especialmente desde el momento en que mezcló sus actividades de empresario con las de político, pues de esa manera ha obtenido millonarias cantidades.

Pruebas de su locura

El Centro Fox, levantado en el municipio de San Francisco del Rincón, Guanajuato, cuenta con salas que son copia de los despachos presidenciales que ocupó Fox en Los Pinos, y de esa manera le da gusto a su histrionismo, narcisismo y demás males de la cabeza, pues se sienta en el sillón presidencial, por cierto es el que estaba en Los Pinos y se lo robó, pone las manos sobre el escritorio, también robado de la residencia presidencial, y siente que sigue siendo el mandamás de este país.
Cuando el loquito de Fox no esté deleitándose en vivencias del pasado, el visitante podrá ver esas instalaciones y contemplar documentos que fueron extraídos del Archivo General de la Nación.
Desde luego que el recorrido por el Centro Fox no podría considerarse completo si no se recorre la “Sala de la Risa”, en la que constan documentos que transcriben muchas de las declaraciones contradictorias e idiotas de Fox.

Buenos para los negocios

También hay una megabiblioteca en la que no se filtra el agua, como sucede con la “José Vasconcelos” inaugurada hace algún tiempo por el presidente Fox, y que no ha podido ser abierta al público por los muchos defectos en su construcción.
Pero decíamos a usted que Vicente Fox y su esposa, doña Marta Sahagún de Fox, son muy buenos para los negocios y por ello pusieron en marcha un curso titulado “Master en Práctica Política”, cuyo costo fue de 15 mil dólares por persona.
En ese proyecto, Fox se hizo acompañar por algunos de sus colaboradores cuando gobernó Guanajuato y que formaron parte de su círculo más cercano.
Como director del Centro Fox, nombró a Carlos Alcocer Flores, quien en el gobierno estatal de Fox trabajó como director del Centro de Planeación Estratégica. Luego con el guanajuatense instalado en Los Pinos, Alcocer Flores fue nombrado embajador de México ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo.
Pese a que a los 5 meses de estar Alcocer Flores en el cargo tuvo que ser destituido por los excesivos gastos en que incurría, fue rescatado por Fox.
Otro de los hombres cercanos a Fox, Guillermo Romero Pacheco, quien fue su secretario particular, ha sido nombrado director de asesoría del Centro Fox.

Llamadas telefónicas

Pero por encima de todos ellos está doña Martita, quien coordina los trabajos de donaciones para el Centro Fox o sea que sigue descolgando el teléfono, como lo hacía todos los días en la fundación “Vamos México”, para exigir a los empresarios donaciones a cambio de favores gubernamentales.
Quizá ahora no pueda ofrecer los mismos tratos, pero le queda el recurso del chantaje. Es decir, pide dinero o filtrará información comprometedora.
El “Master en Práctica Política” tuvo un costo de 15 mil dólares y se inscribieron 45 personas, o sea que Fox y Martita se embolsaron poco más de 675 mil dólares que, desde luego, no salieron de los bolsillos de los asistentes, pues la mayoría fueron funcionarios panistas y, por consiguiente, fueron los erarios los que acabaron cubriendo la colegiatura. Por Esto!