Jun 07 2009 |
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Decreta el Presidente Alan García luego de 24 horas de violencia en la selva amazónica peruana, tras la brutal represión que ordenó contra miles de indígenas que bloquearon una carretera para exigir respuestas al Gobierno de Lima / Ya van más de 50 muertos / Rescate a sangre y fuego de policías secuestrados por los nativos
YURIMAGUAS, Perú, 6 de junio (AFP/REUTERS).- La muerte este sábado de nueve policías tomados como rehenes por indígenas en una estación petrolera, aumentó a más de 50 la cifra de fallecidos en 24 horas de violencia en la amazonía peruana, desatada por un operativo para desbloquear una carretera que tomaron los nativos.
La cifra oficial está
en 31 muertos.
“De los 38 policías tomados como rehenes en la estación petrolera, hoy 22 de ellos han sido recuperados vivos por el Ejército, 9 fallecieron muertos por los nativos y hay 7 desaparecidos”, dijo el General Miguel Hidalgo, jefe del Estado Mayor de la Policía, al anunciar el desenlace de una operación de rescate de los retenidos 12 horas antes.
El General del Ejército Raúl Silva, jefe de la VI Brigada de la selva peruana, con sede en Bagua, y quien asumió la autoridad civil en la zona en conflicto, indicó que los cuerpos de los policías muertos estaban siendo recuperados por soldados en el monte.
Los policías muertos el sábado elevaron a 22 la cantidad de uniformados caídos desde que estalló la violencia el viernes en la mañana, según declaraciones del Primer Ministro, Yehude Simon, quien también señaló la muerte de 9 civiles, advirtiendo que podría haber más. Sin embargo, otras fuentes señalan en más de 50 el número de muertos en el conflicto.
“Oficialmente hay nueve nativos muertos, no digo que no puede haber más, pero la Fiscalía y los centros de salud nos irán informando”, dijo en conferencia de prensa.
Versiones extraoficiales y de prensa estiman en 15 el total de civiles muertos, en todos los hospitales de la zona. Los medios locales hablan hasta de 25 muertos civiles. 50 víctimas en total.
El jefe militar instó a la población a la calma y a respetar un toque de queda en las localidades de Bagua, Bagua Grande y Jaén que rige por tiempo indefinido desde las tres de la tarde hasta las 6 de la mañana del domingo.
La ciudad de Bagua, epicentro de las protestas, amaneció militarizada y bajo una tensa calma luego de la violencia registrada el viernes cuando la población quemó y asaltó ocho locales públicos, comprobó la AFP.
La violencia también se replicó en las cercanas poblaciones de Bagua Grande y Jaén, objeto de incendios, saqueos y tiroteos durante la tarde del viernes.
La carretera desbloqueada por la policía -en la acción que desencadenó 24 horas de intensa violencia- ya se encuentra con el tránsito vehicular restablecido entre la selva y el norte del país.
Esa carretera había sido tomada hace diez días por unos 2,500 nativos, como parte de una serie de protestas de las 65 etnias amazónicas.
Los indígenas están en pie de lucha desde comienzos de abril para que el gobierno derogue decretos que, consideran, ponen en peligro sus tierras y su supervivencia y buscan la explotación de hidrocarburos en la región sin su consentimiento.
En Lima el presidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein, informó de una orden de captura contra Alberto Pizango, principal líder de la huelga amazónica e interlocutor del gobierno, quien pasó a la clandestinidad el viernes. Está acusado de sedición, conspiración y rebelión.
Así, el Gobierno peruano militarizó la zona de las protestas en el Norte de Perú y decretó un toque de queda desde las tres de la tarde, tras los disturbios que dejaron hasta ahora oficialmente 22 policías y 9 nativos muertos, anunció el sábado el primer ministro Yehude Simon. Otras fuentes hablan de más de 50.
“(Hemos declarado) el estado de emergencia y el toque de queda a partir de las tres de la tarde hasta la seis de la mañana para evitar que la gente pueda asaltar a la población pacífica de Bagua y Jaén”, dijo Simon en conferencia de prensa.
Mientras. la ministra de Justicia de Bolivia, Celima Torrico, dijo que “no hay justificación” para “tantos (indígenas) muertos” en choques con policías desde el viernes en Perú por la derogación de decretos que estos consideran lesivos a sus intereses y al medio ambiente.
Asimismo, un sangriento rescate de policías que habían sido retenidos por indígenas amazónicos de Perú elevó el sábado a más de 50 el saldo de personas muertas en una ola de protestas convertida en el mayor desafío al Gobierno neoliberal de Alan García.
Autoridades dijeron que nueve policías murieron en la operación de rescate, con lo que ascendió a 22 el número de uniformados fallecidos desde el viernes, cuando estalló la violencia en una región amazónica agobiada por protestas desde hace más de un mes.
El recuento oficial señaló además nueve indígenas muertos, unos 150 heridos y 72 detenidos, pero un líder de los grupos alzados en supuesta defensa de territorios ricos en recursos naturales dijo que había “más de 30” nativos fallecidos entre el viernes y sábado
La violencia se desencadenó el viernes, cuando el Gobierno de García intentó romper por la fuerza un bloqueo de carreteras con el que grupos indígenas reforzaron una movilización de varias semanas en demanda de anulación de leyes aprobadas el año pasado para llevar inversiones a zonas ricas en petróleo y gas.
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