Marietas y Adelitas

Jun
14
2009
Los extremos se tocan
Pedro Díaz ArciaNo hay noticia insólita. ¡La vida lo es!
Un ciudadano de Arabia Saudí denunció a un extranjero por matar a una hormiga, hecho que según argumentó viola los preceptos del profeta Mahoma, recogidos en el Corán.En el siglo pasado un destacado filósofo y revolucionario dijo que la mejor manera de perder una causa justa es defenderla desde las posiciones del absurdo. Creo que la sentencia vale para todos, en cualquier lugar y en cualquier momento, porque el fundamentalismo se alimenta del aliento de lo irracional.En referencia al homicidio cometido contra el insecto, con premeditación y alevosía -que no con nocturnidad- el juez que aceptó la demanda no había tomado una decisión al respecto, por la ausencia de un antecedente similar. Pero, “para todo siempre hay una primera vez”.Sin abandonar el camino de los extremos, el pasado miércoles el anciano de 88 años, Von Brunn, un activo antisemita, partidario de la supremacía blanca (leer el Mein Kampf de Hitler) fue acusado formalmente de homicidio al abrir fuego en el Museo el Holocausto de Washington y matar al vigilante de seguridad afroamericano Stephen T. Johns, de 39 años.En una nota escrita antes de la agresión el nostálgico fascista aseguró que “Obama fue creado por los judíos”, a quienes adjudica el control del dinero y de los medios de comunicación en Estados Unidos y afirma que el Holocausto es una mentira. Se dice que varios textos que circulan por Internet, que se atribuyen a Von Brunn, aseveran que existe “una conspiración judía para destruir el gen blanco”.Un hombre de Kansas City, Missouri, Estados Unidos, fue condenado a 33 años de cárcel por matar a otro durante una pelea que comenzó cuando la víctima arrojó una botella de salsa picante a un auto.El “Caballero” estadounidense, Jarvis T. Williams, de 29 años, fue condenado el jueves tras ser encontrado culpable de asesinato en segundo grado, tras hacer más de veinte disparos contra un auto en octubre de 2005 en el cual viajaba la víctima, Gary Scott, quien en una ocasión había lanzado una botella de salsa picante al vehículo de una mujer.A su vez, el primer transexual embarazado de España sufrió un aborto natural, cuando se encontraba en la decimoséptima semana de gestación y esperaba gemelos, según un reporte el jueves del diario El Mundo.El joven de 25 años dijo que insistirá esta semana en la inseminación artificial, en la clínica catalana que lo atiende, aunque los médicos son partidarios de esperar un tiempo.En el rosario de hechos que pueden situarse en los finales de la soga, el ex presidente George H. Bush se encontraba el viernes a la espera de una mejoría del clima para celebrar su 85° cumpleaños saltando en paracaídas, en Maine. El salto de Bush -padre- nunca será comparable al que dio su hijo George W. Bush, de presumido ignorante de la vida y de los hechos a la presidencia de Estados Unidos por un burdo fraude electoral cometido por la mafia cubanoamericana en el año 2000 y santificado por el Tribunal Supremo de la metrópoli de la democracia representativa. El jueves la Directora General de la OMS decretó la alerta máxima por la pandemia de influenza A y al día siguiente intentó tranquilizar a los países afectados, asegurando que el mundo puede afrontar al virus. Se podría repetir, sin irrespeto, aquello de: “¡No hay novedad, señora baronesa!”Sería interminable el listado de lo “insólito” en medio del desconcierto en que vive la humanidad traída y llevada por las corrientes mediáticas.Para culminar el recuento semanal, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el viernes severas sanciones contra Corea del Norte debido a su reciente ensayo nuclear, entre las que se encuentra la peligrosa autorización para las inspecciones de “cargamentos sospechosos” en puertos y en alta mar.El objetivo, según afirman los implicados, es que Corea del Norte regrese sin condiciones a un proceso pacífico y de diálogo.No cabe otra postura que la de sentarnos a esperar.Al final de los comentarios, un juicio: el domingo se concibió para el descanso, pero cuando aún no se había violado la inocencia en el paraíso ni existían los procesos continuos de producción y servicios. ¡Tampoco el “delicioso martirio” de la prensa!
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