May 31 2009 |
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María Teresa Jardí
En cuarenta días o en sesenta o cuando se le pegue la gana a la usurpación panista, recobrarán la libertad, pero tocados de por vida, los alcaldes y los otros funcionarios detenidos en Michoacán de manera fascista. Y hasta puede ser que estén en la nómina del narcotráfico como lo deben estar, pensando muy conservadoramente, el 50%, al menos, de los otros munícipes y funcionarios a modo del sistema y muy probablemente, quizá, absolutamente todos los panistas. A estas alturas no es posible hacerse ilusiones de que las cosas son algo distinto de lo que salta a la vista. No se trata de dar la lucha contra la corrupción ni mucho menos contra su contraparte la impunidad propiciada desde las alturas. Corrupción e impunidad convertidas, de manera absoluta, desde la toma del poder por parte de la derecha, como pilar del sistema.
Si se quisiera combatir la corrupción y acabar con la impunidad las investigaciones empezarían por Elba Ester Gordillo. Las investigaciones se harían a los dueños de fortunas inexplicables y otras cosillas, como los nexos con narcos, como El Chapo; de personajes como la Gordillo, por poner un ejemplo. Y a lo mejor, los que no lo supieran, si alguno queda, hasta se llevarían la sorpresa de que vive como pachá en Nayarit o en Colima o en cualquier otro feudo de lo más abyecto del SNTE al servicio de la maestra.
Lo sabe el Ejército. Lo sabe el usurpador y lo saben Tello y García Luna. Y se sabe también en la PGR.
Si se tratara de combatir el narcotráfico se investigarían los cotos de poder de personajes hechura a modo del sistema para servirse y para servir al que manda, mientras así les convenga, que luego el que se perfile de rodillas, también, tendrá que implorar su ayuda convertida que ha acabado la política en basura electorera.
En las investigaciones de impresentables como la Gordillo y como la Sahagún, etc., está la lucha que va más allá de la coyuntura electorera. En esas investigaciones está la posibilidad de que México levante la cabeza. Y no en aprehender a diez alcaldes irrelevantes para enviar el mensaje de que el PAN es el bueno y el PRD y el PRI son los malos. No hay bueno. Se corrompieron las dirigencias de todos de los pies a la cabeza y tocados por la enfermedad terminal que los pudre están por igual todos los partidos políticos.
Y tampoco es inventando, los cuerpos represivos de aquí, para mejor servir la usurpación fascista a los de otros impresentables, también fascistas, como el mandatario de Colombia, en aras de justificar lo injustificable: la ilegal deportación y abominable entrega de quien, en el mejor de los casos, habiendo pertenecido a un grupo guerrillero, a todas luces es en su país un perseguido político. Tampoco es deportando que el facismo panista va a convencer electoreramente.
Todo poder que se alarga se corrompe. Pero ni que estuviera encabezada por García Luna la guerrilla colombiana. Mal anda el mundo y a la baja la inteligencia se manifiesta. Pero no son los catedráticos y menos en medio de un postdoctorado y menos aún si a la par se encuentran inmersos en los análisis de documentos necesarios para escribir los libros conclusión de sus investigaciones que justamente afectan a fascistas como Calderón y como Uribe, los que se envían a reclutar “guerrilleros”. Ni que estuvieran encabezadas por Tello o por García Luna las FARC colombianas. Las puertas, a los kaibiles, se les abren aquí por la policía, que no existe, más que como la institución encargada de generar el miedo para poder actuar sin contrapesas como represora, en los ratos en que no ejerce su función de secuestradora de personas, que es, ya se sabe, lo que más dinero le deja a la derecha, también electoreramente pugilista.
Estúpido operativo. Injustificable entrega. Si los del PRI y del PRD están en la nomina del narcotráfico, con mayor razón lo están los del PAN teniendo en sus manos la silla usurpada del Ejecutivo Federal.
Injustificable deportación de un ser humano por dedicarse a escribir sobre los nexos con las peores causas de mandatarios como el actual colombiano o como el usurpador mexicano. Pensar mata.
Por Esto!
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