jueves, 19 de marzo de 2009

El truco de los parches “desintoxicantes”

Mar
19
2009
El truco de los parches “desintoxicantes”

Juan José Morales
Escrutinio

Hoy es jueves, y toca hablar de charlatanes y timadores seudomédicos. Material hay de sobra, pues no cesan de aparecer nuevas formas de sacarle dinero a los incautos. Una de ellas es la de los parches “desintoxicantes”. Se venden bajo diferentes nombres comerciales, como Kinoki o Detoxion, y son, cual su nombre indica, parches o almohadillas muy delgadas que se adhieren a la planta de los pies y, según la publicidad, mientras el usuario duerme como bendito, se encargan de absorber toda clase de toxinas, parásitos y demás sustancias o bichos indeseables que pueda tener en el cuerpo. Al despertar, se siente rebosante de salud, energía y vitalidad.
Y es que, supuestamente, aparte de absorber toxinas del cuerpo, se dice que fortalecen la inmunidad contra las enfermedades, contribuyen a limpiar el sistema linfático, ayudan a la buena circulación de la sangre, alivian dolores musculares y de las articulaciones, elevan los niveles de energía, ayudan al metabolismo para la autosanación del cuerpo, extraen metales pesados del cuerpo, permiten conciliar mejor el sueño, “y muchas cosas más ya que todos nuestros órganos tienen comunicación con los pies”.
Para darle el toque oriental acostumbrado en la llamada medicina alternativa, se dice —lo cual es falso— que tales parches han sido usados desde tiempo inmemorial por los japoneses —hombres, mujeres, niños y ancianos—, y gracias a ello constituyen el pueblo más sano y trabajador que jamás haya existido en este planeta. Además —subraya la publicidad—, los dichos pegotes contienen turmalina, “un mineral encontrado en Brasil”, y cierta “esencia de los árboles de bambú que los aldeanos chinos han conocido desde hace miles de años”.
Quienes los han usado, quedan convencidos de su eficacia cuando, al despertar y quitárselos de los pies, observan que los parches, antes blancos, se han vuelto de color café, lo cual parece ser prueba inequívoca de que efectivamente, mientras dormían, estuvieron sacándoles las impurezas del organismo.
Pero todo es un truco barato de “magia química”. Los parches contienen ácido piroleñoso, popularmente conocido como vinagre de madera, una sustancia que se produce durante la combustión de la madera en condiciones de falta de oxígeno y se usa ampliamente como bactericida y para fines industriales. En polvo —como se encuentra en los parches— es blanco, pero cambia a café al humedecerse. Por ejemplo, con el sudor de los pies. Además, como el parche es adhesivo, al desprenderlo arranca cierto número de células muertas de la piel que quedan pegadas a él. Y, por supuesto, si la persona tiene un poco sucios los pies, ello contribuirá a que el parche aparezca cargado de “toxinas”.
Sarah Varney, reportera de una radio norteamericana de servicio público, desenmascaró de manera muy sencilla este engaño: se aplicó durante toda la noche un par de parches en las plantas de los pies. Por la mañana, después de que habían cambiado de color, los llevó a un laboratorio para analizarlos, junto con otros no usados y todavía en su envoltura original, sellada. En ambas muestras el análisis reveló la presencia de las mismas sustancias, salvo —naturalmente— un poco de suciedad y células muertas en las primeras. En los parches usados no se encontró ninguna sustancia extraña, mucho menos “toxinas”.
Es más, cualquiera puede realizar su propia prueba para descubrir la triquiñuela. Basta humedecer cualquier parche con un poco de agua limpia —o, mejor aún, con vapor de agua de una cafetera— para ver cómo cambia de color exactamente igual que cuando ejerce su acción “desintoxicadora”. El único inconveniente de esta prueba, es que resulta bastante costosa y contribuye a engordarle los bolsillos a los timadores que venden el producto.
En efecto, las tales plantillas no son nada baratas. Un paquete con cinco pares, suficientes para una semana —son desechables, sólo pueden usarse por una noche y por extrañas razones se recomienda aplicarlos sólo de lunes a viernes — cuesta entre 200 y 300 pesos.
Por Esto!

3 comentarios:

Ramy261@hotmail.com dijo...

Buen dia
Excelente su comentario, gracias por compartirlo.
Mis saludos respetuosos
Ramy

Kaspar Max dijo...

jajaja... yo iba caminando por el barrio chino y me llamó la atención... estaban en descuento, y pensé con probar no pierdo nada (excepto la plata), y aunque el funcionamiento me parecía medio "tonto" pues decidí probarlo, pensé que sucedería algo como lo explicado en este post, alguna reacción química con el sudor y punto... y la verdad es que HAN FUNCIONADO DE MARAVILLA, AL LEVANTARME ESTOY COMPLETAMENTE DESINTOXICADO... jaaaa... no, gaste un poco de plata en balde... al menos mientras me los ponía tuve la sensación de "ser un idiota"... jeje, y bue... mala suerte.
Saludos y gracias por el blog.

Eve dijo...

hay no!! me rompiste la ilusión! jaja los compré ayer! el parche que va en la espalda me arrancó la piel y la tengo en carne viva... quiero matar a un chinooo igual los parches salen una ganga, los de los pies vienen 20 x 40 pesos, de ultima no perdi tanto no? jaja

AMLO.SI

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#30MillonesConAMLO

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