Feb 19 2009 |
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* Clientes presas del miedo retiraran en masa su dinero de los bancos mientras los gobiernos latinoamericanos y del Caribe, entre ellos México, Antigua, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, llaman a mantener la calma temerosos de que las acusaciones de fraude masivo al financista texano R. Allen Stanford repercutan en sus países
* Decenas de asustados inversionistas reclaman sus ahorros en las oficinas de la unidad mexicana de Stanford Financial Group / Venezolanos, afectados por el caso de Stanford Bank
* Decenas de asustados inversionistas reclaman sus ahorros en las oficinas de la unidad mexicana de Stanford Financial Group / Venezolanos, afectados por el caso de Stanford Bank
ST. JOHN, Antigua, 18 de febrero (AP/REUTERS).- Clientes presas del pánico se apresuraron a retirar su dinero de los bancos, mientras los gobiernos latinoamericanos y del Caribe, entre ellos los de Antigua, México, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, exhortaban a mantener la calma el miércoles, temerosos de que las acusaciones de fraude al financista texano R. Allen Stanford repercutieran en sus países.
Cientos de personas hicieron cola en las dos sucursales del Bank of Antigua, una institución propiedad de Stanford invadida por clientes temerosos desde que la Comisión de Valores y Cambio (SEC) estadounidense lo acusó el martes de fraude por 8,000 millones de dólares.
“La gente viene en busca de su dinero”, dijo Rasta Kente, un electricista en la cola de varias cuadras en la sucursal céntrica. Los agentes de seguridad permitían el ingreso de pocas personas a la vez.
En la cola, muchos tenían la oreja pegada a sus radios portátiles para seguir las noticias financieras.
Entre tanto, las autoridades de Colombia suspendieron el miércoles las actividades de la firma de corretaje Stanford International Bank para proteger “a clientes e inversionistas”, según un comunicado de la Superintendencia de Finanzas de Colombia.
En Venezuela, donde Stanford Bank tiene 14 sucursales y unos 15,000 clientes, el principal regulador bancario del país también hizo un llamado a la calma.
El superintendente de bancos Edgar Hernández advirtió que además de depositantes locales, un grupo de venezolanos tienen otros 2,500 millones de dólares depositados en el Stanford Bank de Antigua, donde se ha registrado una corrida de asustados inversionistas.
“Si las personas persisten en las corridas bancarias por pánico, eso precipitará la situación que estamos intentando evitar”, dijo K. Dwight Venner, gobernador del Banco Central del Caribe Oriental, que regula las economías de Antigua y de otras siete islas.
Reguladores norteamericanos acusaron el martes a Stanford, uno de los empresarios más prominentes del Caribe, y a tres de sus compañías con un fraude masivo centrado en certificados de depósitos con una alta tasa de interés.
El martes, la Comisión de Valores y Cambio (SEC) estadounidense congeló los bienes de tres compañías propiedad de Stanford, entre ellos el Stanford International Bank de Antigua. El banco cuenta con oficinas en México, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
Las acusaciones contra el millonario texano tienen implicaciones muy graves para Antigua, dijo el Primer Ministro Baldwin Spencer en un discurso en la noche del martes. Añadió que el gobierno está desarrollando un plan de contingencia.
Mientras, decenas de asustados inversionistas reclamaron el miércoles sus ahorros en las oficinas de la unidad mexicana de Stanford Financial Group, acusado por Estados Unidos de un fraude por 8,000 millones de dólares.
Las oficinas en la Ciudad de México de Stanford Fondos -que opera en el país como distribuidora de sociedades de inversión mexicanas desde mayo del 2005- estaban cerradas al público y unos 40 preocupados clientes llenaban formas con su nombre y detalles en espera de ser atendidos.
“No quiero perder nada de mi dinero, han sido los ahorros de mi vida”, dijo Rosa María, una pensionada de 69 años que acudió a hacer fila en las puertas de la oficina ubicada en el lujoso barrio de Polanco, luego de que su ejecutivo de cuenta no contestara sus llamadas.
La Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC por su sigla en inglés) acusó el martes al multimillonario texano Allen Stanford y a tres de sus compañías de vender manera fraudulenta 8,000 millones de dólares en supuestos certificados de depósito, prometiendo elevados retornos.
Según la SEC, entre las compañías acusadas de fraude figuran Stanford International Bank (SIB), con sede en Antigua, Stanford Group Co, basado en Houston, y la consultora Stanford Capital Management.
“Nunca habíamos tenido problemas. Espero recuperar mi dinero”, dijo otra mujer de 35 años que pidió anonimato por razones de seguridad y que ha invertido en Stanford Fondos por recomendaciones de familiares y amigos.
En Monterrey, las oficinas de Stanford Fondos, localizadas en el piso 28 de uno de los edificios más lujosos de la norteña ciudad, atendían a unos cuantos clientes que acudieron a solicitar informes sobre sus inversiones.
Ejecutivos de la firma rechazaron hacer declaraciones, pero clientes dijeron que no habían podido obtener información sobre sus cuentas de inversión.
“Vine a pedir información, pero no tienen sistemas, ya les congelaron todo”, dijo un hombre de unos 40 años que pidió no ser identificado. “Mucha gente les está hablando por teléfono, y pues ni ellos saben bien qué pasa”, agregó.
Afuera de las oficinas de Stanford en la capital mexicana, un hombre que no se identificó repartió a los clientes que esperaban ser atendidos papeles sin membrete donde se explicaba que la firma había sido intervenida y sus cuentas congeladas.
“Stanford ha sido puesta bajo intervención con la finalidad de proteger y preservar sus inversiones y activos de la compañía. Las cuentas de los clientes se encuentran temporalmente congeladas con excepción d la ejecución de instrucciones de clientes para cerrar y/o liquidar posiciones abiertas”, se leía en el papel.
El martes, Stanford Fondos había dicho en un boletín a sus clientes que la firma no tenía afectaciones en su operación.
“Por lo que toca a Stanford Fondos (...) nuestra institución es totalmente independiente de SIB, por lo que no tiene afectación alguna en su operación y nuestros clientes deben tener plena confianza”, destacó.
La legislación mexicana obliga a distribuidoras como Stanford a invertir en papeles mexicanos o en extranjeros que sean de países que integran el Comité Técnico de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (OICV).
El regulador de la banca local, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), dijo que no había una intervención de las cuentas de clientes de Stanford Fondos en México.
“De ninguna manera hay una intervención de la Comisión en que congele la cuenta de los clientes ni mucho menos”, dijo una fuente de la CNBV que no pudo dar mayor detalle.
A la par, el superintendente de Bancos, Edgar Hernández, afirmó el miércoles que hay un grupo de venezolanos que tiene comprometidos unos 2,500 millones de dólares en Stanford Bank de Antigua, una institución que es investigada por autoridades estadounidenses por un supuesto fraude millonario.
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