Dinero falso

Feb 18 2009

Dinero falso

Sergio Sarmiento
Jaque Mate

“Ahorra un poco de dinero cada mes y te sorprenderá al final del año qué tan poco tienes.”
Ernest Haskins

Los mercados financieros no están reaccionando a la inyección de cientos de miles de millones de dólares por parte de los gobiernos de Estados Unidos y del mundo. Ayer las bolsas de valores se desplomaron una vez más a pesar de que el nuevo plan de rescate en la Unión Americana estaba listo para la firma del presidente Barack Obama. Al parecer los inversores se han dado cuenta de que la política de arrojarle dinero al problema, que comenzó George W. Bush pero que Obama ha retomado con entusiasmo, no tiene mucho sentido.
En esta columna he tratado en varias ocasiones el tema del origen de la crisis. Hace algunas semanas escribí un artículo titulado precisamente así y argumenté que el exceso de gasto financiado por deuda, y no una supuesta falla de regulación, era el verdadero origen del desplome económico.
Hugo Salinas Price, de la Asociación Cívica Mexicana pro Plata, A.C., me hace llegar un correo en que cuestiona mi posición la cual, dice, es inexacta “porque hace caso omiso de la historia” al “adscribir el origen de la crisis a la manipulación a la baja de las tasas de interés durante los años de Bush.
“Podríamos decir que esta manipulación -continúa— fue la ‘causa eficiente’ de la crisis pero no la ‘causa formal’... La crisis se gestó con la decisión del presidente Nixon de dejar de redimir dólares en posesión de bancos centrales extranjeros por oro a razón de 35 dólares la onza, según el compromiso adquirido en Bretton Woods en 1944.”
Salinas Price me hace llegar una gráfica sobre el crecimiento de las reservas de dólares en bancos centrales del mundo que es, verdaderamente, espectacular. Citando datos del FMI y de la agencia Bloomberg, la gráfica muestra cómo las reservas internacionales en dólares pasaron de 50 mil millones de dólares en 1970, poco antes de que el presidente estadounidense Richard Nixon, repudiara la garantía de oro del dólar, a 6.8 billones (millones de millones) de dólares.
Todos estos dólares han efectivamente inundado al mundo a lo largo de las últimas décadas. Se trata de “dinero fiat”, dinero fiduciario, dinero que no tiene más valor que la confianza que las personas depositan en él.
El dinero fue una invención extraordinaria en la historia de la humanidad. Facilitó el intercambio de bienes y servicios y promovió el comercio. Permitió, por ejemplo, a un carpintero intercambiar sus muebles de madera por carne de un carnicero o platos de un alfarero sin tener que hacer la transacción directamente con ellos. Hizo posible también salvaguardar el valor, lo que permitió la acumulación de ahorro que hizo posible un mejor proceso de inversión.
Para que el dinero pudiera cumplir con su función, sin embargo, debía tener un valor intrínseco. De otra forma, la gente estaría cambiando el valor acumulado con su trabajo por instrumentos tan fácilmente obtenibles que no podrían preservar un valor o utilizarse en intercambios. Por eso las sociedades recurrían a productos de valor intrínseco, como el oro y la plata o el cacao en el México precolombino, como dinero.
La creación del dinero de papel fue un avance importante en la historia económica porque permitió transportar grandes montos de dinero sin tener que mover pesadas cantidades de metales preciosos. De la misma manera, el crédito hizo posible adelantar el consumo o la inversión contra un ingreso futuro. En los últimos tiempos el dinero se ha vuelto electrónico y se ha hecho posible transferirlo con el solo toque de un botón.
Los gobernantes, sin embargo, descubrieron muy pronto que podían financiar sus proyectos o hacerse ricos creando dinero que no estuviera respaldado por algún objeto de valor intrínseco. Empezaron a acuñar monedas con menor valor del que realmente tenía el metal y pasaron después a imprimir papel que originalmente tenía el respaldo del oro o algún metal precioso, pero que con el tiempo lo perdió. Hoy no hay que tomarse siquiera la molestia de imprimir papel. El dinero fiat, el dinero fiduciario, se crea con instrucciones a computadoras o créditos que nadie piensa nunca cubrir con un valor real.
Tiene razón don Hugo Salinas. La causa inmediata de la crisis económica que está viviendo el mundo surge de una expansión excesiva del gasto público y privado financiado por un crédito imposible de pagar con verdadero valor generado. Parte de ese dinero inventado lo vemos en esos 6.8 billones de dólares acumulados en reservas en los bancos centrales del mundo. La causa fundamental de la crisis, sin embargo, hay que buscarla en la decisión del gobierno estadounidense en 1971 de empezar a crear dinero que no tenía ya ninguna relación con el oro o con la generación de valor.
Por Esto!