“La guerra es la salida cobarde a los problemas de la paz”.-
Llegar al recinto de San Lázaro no fue nada fácil. La tarde del lunes las principales vías de acceso estaban prácticamente cerradas. Cerca de 5 mil simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador acudieron puntuales a la cita. Todos suponían que el ex candidato a la presidencia entraría al lugar, sin embargo no fue así. Al llegar ya estaba instalado un templete y, desde ahí, el tabasqueño leería el documento dirigido a los legisladores. La explicación que se dio fue sencilla: nadie operó la entrada.
Obviamente que no estaban junto a López Obrador ninguno de los de la corriente conocida como “los chuchos”. Es más, al dirigirse a los asistentes, López Obrador mencionó a los dirigentes del Partido del Trabajo y de Convergencia por su nombre, y sólo envió un saludo a los del PRD.
Esta reunión dio muchas señales, no sólo por el texto para los diputados sino porque ahí se conoció de la reunión entre Carlos Navarrete, Gustavo Madero y Manlio Fabio Beltrones en la que acordaron aprobar las iniciativas enviadas por Calderón en las últimas fechas, sobresaliendo la laboral.
Esta terna sostuvo que “hay que apoyar al presidente porque el país está en riesgo”.
López Obrador fue claro en su mensaje al advertir que se han perdido 541 mil empleos en los últimos tres meses; hay decrecimiento económico; está paralizada la industria de la construcción; la devaluación del peso alcanzó ya el 40 por ciento; la inflación está creciendo por encima de los aumentos salariales.
Por ello, instó a los legisladores a intervenir para evitar que se siga deteriorando la vida pública del país y propuso que sea el Congreso desde donde se convoque a todas las fuerzas políticas, a todos los sectores económicos y sociales para celebrar un acuerdo para llevar a cabo un Plan de Emergencia y Salvación Nacional.
Una primera medida sería, dijo, ahorrar 200 mil millones de pesos mediante la reducción de salarios a los funcionarios y con la cancelación de todos los privilegios de los que ahora gozan y que van desde la percepción mensual de 600 mil pesos hasta los servicios médicos privados, fondos de ahorro especial, bonos discrecionales, entre otros.
Resaltó que el gasto corriente en los dos últimos años se ha incrementado en 437 mil millones.
Y, la lista de quienes gozan de tantos privilegios es larga ya que comienza con el inquilino de Los Pinos y le siguen los secretarios de su gabinete, directores generales y adjuntos del Poder Ejecutivo, jueces, magistrados, ministros de la Corte, consejeros del IFE, magistrados electorales, diputados y senadores.
Las partidas a suprimir serían las del fondo de ahorro especial en las cuales el gobierno pone el doble de la cantidad que los funcionarios guardan, lo referente a los gastos médicos para atención en hospitales privados, cancelación de pensiones millonarias a ex presidentes, eliminación de bonos discrecionales, de compra de vehículos para altos funcionarios, gastos de representación, viáticos, remodelación de oficinas, renta de oficinas alternas, boletos de primera clase y gastos de vestuario.
Tendrían que afectarse también las partidas de publicidad, servicios telefónicos, celulares, fotocopiados y papelería, alimentación de funcionarios, congresos, convenciones, viajes al extranjero, servicios de asesoría, donativos, combustibles, arrendamiento de inmuebles y fideicomisos. Con este ahorro, señaló el tabasqueño, se podría incrementar al doble el apoyo al campo, derogar el IETU, apuntalar con créditos baratos a las pequeñas y medianas empresas, reducir hasta en un 15 por ciento el precio de gasolinas, diesel y gas así como tarifas eléctricas para consumidores domésticos.
Es más, alcanzaría para destinar recursos a adultos mayores, madres solteras, personas con discapacidad, comedores populares, becas para estudiantes en escuelas públicas, atención médica y medicamentos gratuitos para quienes no cuentan con seguridad social.
Al realizar esta exposición, López Obrador instó a los diputados, a los representantes populares, a actuar con verdad, a señalar que la política económica impuesta sólo ha beneficiado a traficantes de influencias y a políticos corruptos; a decirle a la gente que la economía ha permanecido estancada, que no se han generado empleos, que se abandonó al campo, que somos el país –en todo el mundo— que más mano de obra expulsada al extranjero tiene y que la inseguridad y la violencia que padecemos son el resultado de la política de corrupción y pillaje que ha imperado.
Agandalle burocrático
Andrés Manuel López Obrador sostuvo que en 1987, cuando se desataron las privatizaciones, en la revista Forbes aparecía sólo un mexicano con mil millones de dólares. Al finalizar el sexenio de Salinas de Gortari ya eran 22 y actualmente sólo 10 acumulan 100 mil millones de dólares.
“El país no aguanta más de lo mismo. Hay que acabar con la política del agandalle. Es el momento de poner un alto a la rapiña del presupuesto, de los recursos naturales y de los bienes de la Nación; de terminar con los monopolios y de rescatar al Estado y a las instituciones de manos de la mafia”.
Antes habló la diputada Valentina Batres, quien informó que los diputados aprobaron ya un punto de acuerdo para reducir un peso los precios de las gasolinas y del diesel. Para reiterar al apoyo a López Obrador habló Mónica Fernández y doña Rosario Ibarra de Piedra, al hacer uso de la palabra recordó que este 17 de febrero su hijo, el desaparecido, cumpliría 54 años.
Fue un momento que conmovió a los presentes pese a que la ex candidata a la presidencia no derramó una sola lágrima.
Por Esto!
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