Feb 17 2009 |
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Dos submarinos atómicos, uno francés y otro británico, chocaron a principios de febrero a gran profundidad en el Atlántico, en un accidente inédito que casi termina en catástrofe porque el mundo quedó al borde de una pesadilla nuclear
PARIS, Francia, 16 de febrero (AFP/REUTERS/AP/DPA).- Dos submarinos nucleares, uno francés y otro británico, chocaron en el mes de febrero cuando patrullaban a gran profundidad, en un accidente inédito.
Las autoridades militares confirmaron así las informaciones de la prensa británica que anunciaba el lunes una colisión el 4 de febrero entre los submarinos, de 140 metros de largo el francés y de 150 metros el británico, armados cada uno con 16 misiles nucleares balísticos de cabezas múltiples y con 250 marinos a bordo en ambos vehículos.
En Londres, el jefe de la Royal Navy, Sir Jonathon Band, indicó que las naves “entraron en contacto a muy baja velocidad”.
Las dos marinas han asegurado que el incidente no causó heridos, ni puso en peligro el equipo nuclear -reactores de propulsión o armamento- de estos dos elementos claves de las fuerzas de disuasión nucleares francesa y británica.
Los dos países aseguraron también que su capacidad de disuasión no fue afectada.
El Reino Unido dispone de cuatro submarinos de este tipo y Francia actualmente de tres, y un navío está permanentemente en patrulla.
La marina nacional francesa había anunciado el 6 de febrero que el Triomphant había chocado contra un “objeto sumergido”.
Agregó que el vehículo resultó dañado en “la cúpula sonar” situada en la parte delantera, pero que pudo llegar a la base de Ile Longue (Oeste de Francia) por sus propios medios.
La marina aseguró entonces que privilegiaba la hipótesis de una colisión con un contenedor que se hundía.
El submarino británico tampoco necesitó ayuda para alcanzar Faslane, en Escocia, según Londres.
En Francia, se trata de un incidente jamás visto. “Es la primera vez que ocurre esto, en más de 400 patrullas a nuestro activo”, declaró el capitán de nave Jerôme Eurlin, jefe del servicio de información y de relaciones públicas de la Marina.
“Cuando concebimos submarinos nucleares hoy en día, están hechos para emitir menos ruido que el del fondo del mar. Son dos submarinos supersilenciosos los que se encontraron y su capacidad de oírse mutuamente ha probado ser insuficiente”, añadió.
“Es la primera vez que los submarinos de dos naciones amigas se ven implicadas en un accidente así”, explicó por su parte Stephen Saunders, experto de Jane's, quién consideró que el incidente era “muy grave”..
Los submarinos nucleares de nueva generación son claramente más silenciosos y difíciles de detectar que los anteriores.
Así, dos submarinos con armas nucleares, uno británico y otro francés, colisionaron mientras desarrollaban ejercicios separados en el Océano Atlántico, pero no hubo heridos ni fugas radiactivas, dijeron el lunes oficiales navales.
Analistas dijeron que se podría haber desatado un desastre de grandes proporciones si la colisión hubiera roto los cascos, encendido la munición convencional o desatado un incendio, a pesar de que las posibilidades de una explosión nuclear fueron virtualmente nulas.
Los dos submarinos, propulsados por energía nuclear, chocaron este mes, pero las armas de las embarcaciones no sufrieron daños, dijo el almirante Jonathon Band, jefe de la Marina Real británica.
Autoridades británicas y francesas no han podido explicar hasta el momento cómo dos sofisticadas naves de naciones aliadas chocaron en aguas abiertas, un incidente poco usual que es muy embarazoso para ambas marinas.
“Los submarinos entraron en contacto a muy lenta velocidad, ambos submarinos están a salvo y no se registraron heridos”, dijo el almirante en una conferencia de prensa en Londres.
Submarinos nucleares de Gran Bretaña y de Francia que transportaban misiles atómicos chocaron en las profundidades del Océano Atlántico hace algunos días, sufriendo daños pero sin derramar radioactividad, admitieron las autoridades el lunes, causando nuevos temores sobre la seguridad de las flotillas submarinas armadas con armas atómicas.
El choque causó daños a ambas embarcaciones pero sin que escapara radioactividad de sus generadores o de sus armas, aseguró el lunes un funcionario británico.
Tanto el HMS Vanguard, el más antiguo submarino británico de la clase Trident, así como el submarino francés Le Triomphant, sufrieron daños menores, aseguró el funcionario. No hubo heridos en las tripulaciones.
La noticia había sido ocultada en parte por el Ministerio de Defensa de Francia, que se limitó a informar el seis de febrero que un submarino nuclear había chocado “contra un objeto sumergido”, sin mencionar que el choque había sido contra otro submarino nuclear.
El funcionario británico que reveló el choque de los submarinos nucleares pidió no ser identificado debido a la delicadeza del tema. El incidente fue informado previamente por el periódico británico The Sun.
Expertos navales se mostraron asombrados por la colisión.
“Esto no tendría por qué haber ocurrido”, dijo Stephen Saunders, un comandante naval retirado de la Armada Real Británica y director de la publicación Jane's Fighting Ships. “Es un incidente muy grave... y lo encuentro bastante extraordinario”, añadió.
Al Reino Unido y Francia, ambas potencias atómicas, les debería resultar en extremo embarazosa la colisión de sus submarinos atómicos en el Atlántico. A pesar de que ambos sumergibles estaban provistos de tecnología sónar no pudieron evitar el choque.
A primera vista parece poco probable que en el amplio Atlántico puedan colisionar dos submarinos. Quizás ambos sumergibles propulsados a reacción hayan participado de maniobras conjuntas. El ministerio de Defensa francés prefirió ni confirmar ni desmentir tal especulación.
Se podría haber convertido en una pesadilla nuclear: Ambas embarcaciones estaban provistas con 16 cabezas nucleares cada una, forman parte del núcleo del programa de disuasión atómica y son el orgullo de la marina británica y francesa.
Quizás por eso la verdad sobre el accidente se proporcionó a cuentagotas.
Por Esto!
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