¡Sorpresa!

Jan 29 2009

¡Sorpresa!

Ricardo Andrade Jardí

Y ahora que los rumores, que ya circulaban por todo el país, de que el ex secretario de Gobernación espurio, junior que era, piloteaba el avión oficial, que no sólo lo mato a él y a los que estúpidamente lo acompañaban, más los que lo hacían porque era su trabajo, sino a un montón de ciudadanos que transitaban en hora pico bajo el espacio aéreo sobre el que jugaba el señorito Mouriño, y de los que nadie hace semblanzas o heroicas referencias, es más parece que ni siquiera hubieran existido, pese a que al parecer se confirma en los hechos que el accidente, fue sólo una más y la última, de las estupideces caprichosas de quien se pretendió ministro del interior de un país que él mismo ayudó a fracturar en una mentirosa campaña electoral, de odio y miedo, que ofrecía unas “manos limpias”, de quienes no sólo no tienen las manos limpias, sino que además responden únicamente a los intereses de una oligarquía viciosa, caprichosa y corrupta, que intenta desmantelar el Estado mexicano en aras de ensanchar sus bolsillos, mientras la delincuencia organizada gracias a la IMPUNIDAD institucional, toma el poder político del país, con toda la violencia que eso supone.
Mouriño es un ejemplo de la falta de rumbo que tiene, no sólo el desgobierno usurpador, en sí el país, que no basta con la imposición telecrática de un usurpador, sino que además el usurpador, respondiendo a los intereses que lo impusieron, se rodea de un grupo de señoritos “extranjeros” que nada pueden ni saben hacer por el país, pero que tampoco quieren hacer, adiestrados como perros en caras escuelas, para enajenarlos bajo la idea de que la democracia es todo menos la voluntad popular y que en ese todo, lo más importante es defender el libre mercado, aunque eso signifique la infinita explotación y la aceleración galopante hacia el estallido social. Pero los Mouriño son tan sólo un ejemplo de lo que es una clase política que desde hace 25 años no ha hecho otra cosa que pactar privilegios, mientras su sordera los deja ciegos ante las demandas sociales, que son en lo fundamental las mínimas condiciones para construir una vida digna a la que la política “institucional” mexicana sólo ha sabido darle la espalda, incluida la tradición de la “izquierda electoral” perdida entre curules y dádivas que la oligarquía les ofrece para justificar un sistema “democrático” que está lejos en realidad de ser representativo de la mayoría, aunque la telecracia quiera vendernos otra cosa.
Los clasemedieros agricultores toman las instalaciones de la SAGARPA en cuando menos 10 estados, mientras los medianos productores del mar paran la navegación de la flota pesquera para exigir subsidios que les compensen el imparable alza de combustibles, es decir la crisis ya no afecta sólo a los más pobres que siempre son los que más posibilidades de sobrevivencia tienen, pues son los que siempre emergen de las ruinas, el asunto parece más claro, más visible, cuando la mediana burguesía, inamovible durante años, se ve obligada a organizarse para no perder, ellos sí, lo poco que tienen, lo que en otrora los Mouriño prometieron pasaría si se dejaba avanzar a AMLO.
¡Sorpresa! El patrimonio de la clase media está en juego y es gracias y exclusivamente a las idioteces del usurpador desgobierno… La organización social, contra el usurpador es el único camino para lograr cambiar una política económica que no responde a la realidad de México y su gente, sino a las imposiciones rapíñelas de las trasnacionales que han convertido a México, gracias a nuestra amoral clase política, en una de las más rentables repúblicas bananeras del continente.
Por Esto!