Jan 07 2009 |
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Al redactar el artículo Arrancar de raíz la esperanza, publicado ayer en POR ESTO! tenía en mente la antológica frase de José Martí, el apóstol de la independencia de Cuba, cuando dijo: “Los niños son la esperanza del mundo”.
En Gaza, la raigambre es extirpada por un infierno de fuego.
¿Cómo crecerá la juventud palestina que escape a la barbarie, desatada con furia satánica sobre la sementera de la Tierra Santa?
La respuesta de un niño de nueve años a su madre, quien le suplicaba entrar a la casa, situada en el este de la ciudad de Gaza, como si el “hogar” fuera un lugar seguro ante los embates de la artillería israelí, resume la filosofía de la resistencia palestina: “No tengas miedo, mamá; prefiero morir como mártir que vivir en este terror permanente”.
Desde el sábado en la noche los tanques sionistas, inquietos, con sus torretas al aire, se posesionaron de la periferia del sur de la ciudad a la que mantienen bajo un permanente asedio.
Ayer dispararon contra una escuela manejada por Naciones Unidas, donde se refugiaban centenares de palestinos civiles, y causaron la muerte de al menos 40 personas y 55 heridos, según fuentes médicas locales. Aunque se teme que aumente la cifra de fallecidos.
En horas de la mañana, uno de los bombardeos mató a tres jóvenes de la misma familia al impactar en otra escuela de la ONU.
Un oficial de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Gaza dijo que el organismo ofrece regularmente información a los militares israelíes acerca de la ubicación exacta de sus instalaciones para evitar ataques.
Para el Comité de la Cruz Roja Internacional (CICR) la situación humana en la Franja de Gaza, donde unos 600 palestinos han muerto en los primeros 11 días de ataques, es insostenible.
El tiempo para una paz duradera en la región pasó, como pasa el tiempo bajo el ala de la indolencia.
Estados Unidos, a la vista de los organismos regionales e internacionales, atravesó medio mundo para invadir a Irak y Afganistán, y mantiene en el colimador a Irán y Siria.
Cuando se dice que se retirarán las tropas estadounidenses de Irak, ya se decidió el próximo refuerzo de entre 20,000 y 30,000 soldados hacia Afganistán, donde se afirma que los talibanes se han fortalecido.
Pero, caben las interrogantes: ¿Qué hacen los soldados estadounidenses y de otras potencias occidentales en el Medio Oriente? ¿Resguardan las reservas de petróleo? ¿Ocupan una vital atalaya para sus intereses geopolíticos en la región? ¿Garantizan el mercado del opio? ¿Crean infraestructuras para futuras expansiones?
En medio de la guerra urbana de Gaza, Hamas y Yihad Islámica dispararon ayer unos 40 cohetes contra Israel.
Abu Obaida, portavoz de las Brigadas Ezedín el Kassam, uno de los brazos armados del movimiento islamista palestino declaró desafiante al referirse a los agresores: “Os esperaremos en cada calle y en cada casa con fuego y hierro”.
Por su parte el presidente francés Nicolas Sarkozy, durante su visita a Damasco, pidió al presidente sirio Bashar al-Assad que Siria “debería ayudarnos a convencer a Hamas para elegir la voz de la razón”.
Pero para al-Assad, a los pobladores de la Franja sólo les quedan dos alternativas: “morir lentamente” por el bloqueo fronterizo o “morir inmediatamente” por los ataques israelíes.
La cruzada diplomática no se detiene, sin resultados hasta la tarde de ayer.
El trasiego de propuestas y reuniones, el intercambio a veces fuerte de posiciones encontradas, matizan el panorama internacional, sin que se detenga la masacre.
En Estados Unidos, el presidente electo Barack Obama, quien dijo mantenerse informado de la situación en Gaza por funcionarios de la administración Bush, insistió en respetar el principio de “un solo presidente al mismo tiempo”.
El mutismo, sin embargo, exacerba las expectativas entre los árabes.
Un despacho del diario judío Haaretz, publicado por EFE el pasado 12 de diciembre, alegaba que Barack Obama ofrecería un “paraguas nuclear” a Israel para protegerse de las amenazas de Irán, incluida una cláusula de defensa mutua.
El rotativo dijo basarse en fuentes próximas al nuevo gobierno estadounidense.
La primera que sugirió el mecanismo disuasorio de un “paraguas nuclear” fue Hillary Clinton, durante su campaña electoral, con el fundamento de que había que ofrecer a Israel y a los regímenes árabes aliados de Estados Unidos una “capacidad de disuasión” para intimidar a Irán.
Al responder a periodistas en el Congreso, Obama dijo que tienen lugar importantes y delicadas negociaciones en estos momentos y “no puede haber dos voces desde Estados Unidos cuando hay tanto en juego”. Es probable que tenga razón.
Mientras, las críticas en el mundo musulmán incrementan cada minuto ante el embarazoso silencio de Obama. Quizás por aquello de que el que calla, otorga.
Por Esto!
En Gaza, la raigambre es extirpada por un infierno de fuego.
¿Cómo crecerá la juventud palestina que escape a la barbarie, desatada con furia satánica sobre la sementera de la Tierra Santa?
La respuesta de un niño de nueve años a su madre, quien le suplicaba entrar a la casa, situada en el este de la ciudad de Gaza, como si el “hogar” fuera un lugar seguro ante los embates de la artillería israelí, resume la filosofía de la resistencia palestina: “No tengas miedo, mamá; prefiero morir como mártir que vivir en este terror permanente”.
Desde el sábado en la noche los tanques sionistas, inquietos, con sus torretas al aire, se posesionaron de la periferia del sur de la ciudad a la que mantienen bajo un permanente asedio.
Ayer dispararon contra una escuela manejada por Naciones Unidas, donde se refugiaban centenares de palestinos civiles, y causaron la muerte de al menos 40 personas y 55 heridos, según fuentes médicas locales. Aunque se teme que aumente la cifra de fallecidos.
En horas de la mañana, uno de los bombardeos mató a tres jóvenes de la misma familia al impactar en otra escuela de la ONU.
Un oficial de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Gaza dijo que el organismo ofrece regularmente información a los militares israelíes acerca de la ubicación exacta de sus instalaciones para evitar ataques.
Para el Comité de la Cruz Roja Internacional (CICR) la situación humana en la Franja de Gaza, donde unos 600 palestinos han muerto en los primeros 11 días de ataques, es insostenible.
El tiempo para una paz duradera en la región pasó, como pasa el tiempo bajo el ala de la indolencia.
Estados Unidos, a la vista de los organismos regionales e internacionales, atravesó medio mundo para invadir a Irak y Afganistán, y mantiene en el colimador a Irán y Siria.
Cuando se dice que se retirarán las tropas estadounidenses de Irak, ya se decidió el próximo refuerzo de entre 20,000 y 30,000 soldados hacia Afganistán, donde se afirma que los talibanes se han fortalecido.
Pero, caben las interrogantes: ¿Qué hacen los soldados estadounidenses y de otras potencias occidentales en el Medio Oriente? ¿Resguardan las reservas de petróleo? ¿Ocupan una vital atalaya para sus intereses geopolíticos en la región? ¿Garantizan el mercado del opio? ¿Crean infraestructuras para futuras expansiones?
En medio de la guerra urbana de Gaza, Hamas y Yihad Islámica dispararon ayer unos 40 cohetes contra Israel.
Abu Obaida, portavoz de las Brigadas Ezedín el Kassam, uno de los brazos armados del movimiento islamista palestino declaró desafiante al referirse a los agresores: “Os esperaremos en cada calle y en cada casa con fuego y hierro”.
Por su parte el presidente francés Nicolas Sarkozy, durante su visita a Damasco, pidió al presidente sirio Bashar al-Assad que Siria “debería ayudarnos a convencer a Hamas para elegir la voz de la razón”.
Pero para al-Assad, a los pobladores de la Franja sólo les quedan dos alternativas: “morir lentamente” por el bloqueo fronterizo o “morir inmediatamente” por los ataques israelíes.
La cruzada diplomática no se detiene, sin resultados hasta la tarde de ayer.
El trasiego de propuestas y reuniones, el intercambio a veces fuerte de posiciones encontradas, matizan el panorama internacional, sin que se detenga la masacre.
En Estados Unidos, el presidente electo Barack Obama, quien dijo mantenerse informado de la situación en Gaza por funcionarios de la administración Bush, insistió en respetar el principio de “un solo presidente al mismo tiempo”.
El mutismo, sin embargo, exacerba las expectativas entre los árabes.
Un despacho del diario judío Haaretz, publicado por EFE el pasado 12 de diciembre, alegaba que Barack Obama ofrecería un “paraguas nuclear” a Israel para protegerse de las amenazas de Irán, incluida una cláusula de defensa mutua.
El rotativo dijo basarse en fuentes próximas al nuevo gobierno estadounidense.
La primera que sugirió el mecanismo disuasorio de un “paraguas nuclear” fue Hillary Clinton, durante su campaña electoral, con el fundamento de que había que ofrecer a Israel y a los regímenes árabes aliados de Estados Unidos una “capacidad de disuasión” para intimidar a Irán.
Al responder a periodistas en el Congreso, Obama dijo que tienen lugar importantes y delicadas negociaciones en estos momentos y “no puede haber dos voces desde Estados Unidos cuando hay tanto en juego”. Es probable que tenga razón.
Mientras, las críticas en el mundo musulmán incrementan cada minuto ante el embarazoso silencio de Obama. Quizás por aquello de que el que calla, otorga.
Por Esto!
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