Siniestras contradicciones

Siniestras contradicciones

Jueves, 04 de Diciembre de 2008 00:00

Recordar es volver a vivir y el vivir lleno de ruidos es la comprobación de las negativas etapas de la vida nacional durante los últimos sesenta años en que no hemos sido gobernados con el acierto que nos dé seguridad y bienestar. Los sexenios de la llamada estabilidad que corrieron de 1946 a 1970 estuvieron caracterizados por el autoritarismo y la represión: Basta recordar la matanza de León el 2 de enero de 1946, la de Tlatelolco en 1968, la de julio en 1971, apenas hechos sobresalientes junto a muchas otras arbitrariedades de la violencia gubernamental. Por Jorge Eugenio Ortiz Gallegos Los siguientes sexenios acumularon siniestras contradicciones: El reclamo de los derechos y la participación política tuvieron como respuesta los fraudes electorales, la corrupción de la justicia, el cohecho de las dirigencias de los partidos políticos, la propaganda facciosa, el mal uso y la rapiña de los recursos públicos y del patrimonio piramidado en las empresas paraestatales. La pantomina del perro que defendería nuestra moneda, continuada por Salinas de Gortari en los anuncios solemnes de que ya entrábamos al banquete de los países del primer mundo es sólo uno de los miles de rostros de la falsedad e incapacidad. La mayoría de los políticos son expertos sólo en el arte de un doble lenguaje de manipulación y soborno. Por la Doctrina Monroe nos despojaron de la mitad de nuestros territorios y por ella en 1994 consiguieron la supresión de las barreras para la exportación de los productos yanquis a los países latinoamericanos. Pez grande que se come al chico. Lucha entre desiguales de la que sale triunfante el más fuerte. El binomino Zedillo-Serra decidió que nuestra invalidez debía expresarse de un sólo tumbo en 1994, y así nos devaluó. Estamos pagando hoy más que nunca el precio del entreguismo. En los dos últimos gobiernos se han continuado fugando los dólares golondrinos como en cada sexenio, en la crisis económica que además sirve a los políticos para acomodarse entre sí y así continuar compartiendo el poder. El Partido Acción Nacional, que hasta 1988 fue oposición justiciera, y que en 1982 pidió el juicio político contra el presidente López Portillo, a ocho años de que es gobierno debe buscar el fortalecimiento de la economía interna sin condicionarla a la dependencia de la llamada globalización. No es cierto ese determinismo de que infaliblemente el juego de la oferta y la demanda hace bajar los precios, porque las economías de escala con monopolios de tecnología, de respaldo financiero y de las estrategias del más fuerte convierten a los productores y a las naciones más débiles en simples compradoras inyectadas por la adicción al “consumismo”, en países sin protección del ahorro interno nacional.