Día del Niño: En México juegan a la resistencia
Agencia Reforma
MÉXICO, DF - Educados con el ejemplo, decenas de niños han pasado a formar parte de las acciones de protesta contra de reforma energética. Se trata de los ’hijos de la resistencia’, que desde la toma de tribunas, los plantones y las protestas en el Zócalo han mostrado su interés por defender Pemex.
‘Si venden el petróleo no habrá para ayudar a los pobres’
A sus 8 años, Ricardo está preocupado por la venta del petróleo.
Y es que, el menor está convencido de que la iniciativa de reforma energética presentada por el Presidente Felipe Calderón tiene la intención de "privatizar" Pemex.
Por ello, Ricardo, hijo del diputado de Convergencia Alberto Esteva, se olvida de los videojuegos y las travesuras, y se alista para la resistencia.
Con un paliacate naranja en la cabeza -color con el que identifica el partido de su padre- y un casco petrolero, el menor de tercero de primaria toma una bandera y lanza consignas.
"Calderón quiere vender el petróleo y si dejamos que se lo venda a los estadounidenses o a los españoles nos vamos a quedar sin petróleo y sin dinero.
"Ya no habrá dinero para las escuelas públicas, para ayudar a los pobres y para los hospitales públicos" señala el menor.
Ricardo vive en Oaxaca, desde donde viajó para acompañar a su padre un fin de semana en la Ciudad de México, mientras el legislador realizaba su guardia durante la toma de la tribuna de San Lázaro.
El menor tiene dos hermanos: Diego, su gemelo, y Rodrigo, el mayor.
En su tiempo libre, Ricardo asegura que lee, escucha y ve las noticias que tengan que ver con las actividades de la Cámara de Diputados, para así poder ver a su papá.
Dice que está bien informado de lo que acontece en el País, y ha tomado la decisión de apoyar la lucha que realiza su padre.
Por ello, Ricardo lanza un mensaje a los niños, para que donde estén ayuden a defender el petróleo.
"Si alguno de ustedes tiene un amigo que no tenga dinero, que sea pobre, pues ayúdenme a defender el petróleo.
"Si lo vendemos ya no nos va a quedar nada de dinero", dijo Ricardo.
Ricardo tiene dos hermanos, Diego, su gemelo, y Rodrigo, que es mayor.
A su corta edad, Ricardo ya tiene bien definido qué quiere ser de grande: "diputado como mi papá", o incluso más, Presidente de la República, profesión para la cual, dice, ya ha aprendido algo de sus nuevos amigos Layda Sansores, Dante Delgado y Alejandro Chanona.
Más consciente que otros niños de su edad, Ricardo destaca la importancia del petróleo.
"El petróleo es mucho para mí, porque esa cosa es dinero, pero si llega a las manos equivocadas, no sabes lo que puede pasar", explica.
Viven aventuras en plantón
Acompañan a sus mamás, sus tías o sus abuelas en las protestas contra la reforma energética.
Van con ellas a los mítines de Andrés Manuel López Obrador, a las jornadas de protesta, a los plantones. Son parte de las ’adelitas’ y ellas los han adoptado. Son niños colectivos, son niños de la resistencia civil, son niños del pueblo.
Durante las protestas contra la reforma energética en las afueras del Senado, decenas de niños corrían entre las carpas y conocían a otros pequeños.
Muchos de ellos cambiaron los libros por las protestas y no asistieron a la escuela. Pero otros, quienes vivían cerca del Centro Histórico, acudían a sus clases y luego al plantón.
Saben decir que el petróleo es de los mexicanos. Lo aprendieron en su casa, en las consignas que escuchan en cada protesta. Llaman a Calderón "espurio" porque lo han escuchado decir a sus mamás, a sus abuelas. Gritan que es un honor estar con Obrador porque la gente de las brigadas lo repite sin cesar.
Jugaron en las vallas que colocó la Policía Federal Preventiva y la Policía del Distrito Federal para cercar la Plaza Manuel Tolsá.
Les parecía altísimo el metal que dividía sus dominios, el plantón, y la estatua de Carlos IV, mejor conocida como el Caballito, a la que querían tocar y, de ser posible, montar.
Citlali y Alexis Morquecho tienen 6 y 8 años, respectivamente. Ambos afirman que el petróleo es de los mexicanos, y que están ahí defendiendo un recurso natural que brinda riqueza a la Nación.
La doctrina comienza desde la escuela, donde los maestros enseñan a los alumnos que hay que defender el petróleo.
"El petróleo es nuestro", afirma Citlali, cuestionada sobre lo que le dice su profesor en el salón de clases.
"Nos dicen que no nos tienen que quitar el petróleo si no vamos a estar pobres", expresó Alexis.
Además, los pequeños se emocionan cuando narran lo que cuentan a sus amigos. Les hablan de sus aventuras en el plantón y las nuevas personas a las que conocieron.
"Les platico que estuvo muy divertido, que protegí el petróleo y me dicen que ellos todavía no van", relató Alexis.
A Citlali, sus amigos le piden que los lleve a la protesta para jugar y conocer a otros niños.
Ambos reconocen que temen a los policías, pero afirmaron que, de tener la oportunidad les pedirían que se fueran a otro lado y dejen de asustar a quienes acuden a protestar. "Yo les diría, señores, ¿se pueden ir a otro lado?", dijo Citlali.
"Me pueden dar permiso, para que dejen pasar a la gente", pidió Alexis.
América Muñoz Rosas tiene 10 años y cursa el quinto de primaria. Sabe que la razón para estar en el plantón es defender el petróleo y piensa que está bien.
A ella le parece importante que toda la gente participe en la lucha por la defensa del petróleo. Le cae bien "el Peje" y seguirá acompañando a sus papás mientras sigan las protestas.
"Está bien esto porque hay que defender el petróleo, es nuestro".
'No está bien lo que hacen los diputados'
Juan Pablo tiene 10 años y una escasa conciencia política.
Sin embargo, a su poco entender, está mal la actitud de algunos diputados -incluido su padre, el perredista Pablo Trejo- de tomar las tribunas del Congreso en protesta por la reforma energética.
"No está bien lo que hacen (la toma de tribunas), porque yo siento que así las funciones de los diputados se paran", explica.
Pocas personas, entre diputados, asesores y visitantes, permanecían despiertas en las guardias nocturnas durante la toma de la tribuna de la Cámara de Diputados.
Una de esas noches, el más activo en el recinto legislativo era Juan Pablo, quien, con un caso de Pemex en la cabeza, pasaba horas jugando en su computadora portátil, platicando con su papá y con otros diputados.
Aunque fue a apoyar a su padre, Juan Pablo no comparte con él la decisión de tomar la tribuna, pero sí su trabajo de ser diputado y "servir a la nación".
Al niño le gusta que su papá sea diputado, porque, dice, le permite acompañarlo en algunos de los viajes que realiza, además de que pudo conocer a Andrés Manuel López Obrador, situación que recuerda con agrado.
’Si fuera diputado haría lo mismo’
Acompañado por su madre y sus dos hermanos, Cuauhtémoc de los Santos Crespo hizo una visita dominical a la Cámara de Diputados, en los días que duró la toma de tribunas.
Cuauhtémoc, hijo del diputado perredista Joaquín de los Santos Molina, siempre había querido conocer el pleno, por lo que aprovechó la guardia que montaban los diputados para verlo, y hasta invitó a uno de sus amigos de la escuela a que lo acompañara.
A San Lázaro, Cuauhtémoc llegó armado con dulces y un balón de futbol, que usó en la tribuna para jugar con sus hermanos y su amigo, mientras su mamá se sentaba en una curul.
"Si fuera diputado haría lo mismo, defendería el petróleo, estaría en contra de que nos quitaran el petróleo", señalaba Cuauhtémoc, mientras sus hermanos, Joaquín Moctezuma y Joaquín Xocoyotzin, corrían por el pleno.
Lo más importante de la protesta, según Cuauhtémoc, es que se proteja al petróleo para obtener más gasolina, pues así se bajaría el costo del combustible y entonces más habría más transporte en la Ciudad.
Por otra parte, Sarahí Álvarez, de 11 años, asistió a la última asamblea informativa en defensa del petróleo en el Zócalo capitalino.
"Vine a apoyar lo del petróleo, porque estamos en una lucha para apoyar al petróleo", dijo Sarahí, que viajó junto a Margarita y Arturo, sus papás, y a Tania, Ernesto y Arturo, sus hermanos menores.
Sarahí está acostumbrada a las protestas, vio cómo sus padres participaron 30 días en el plantón de Reforma, en el conflicto poselectoral de 2006, ahora participa en la marcha y en el mitin.
Viajó el sábado de Guadalajara solamente para estar en la marcha, regresó a su casa el lunes temprano, por lo que faltará un día a la escuela, pero no le importa, pues prefiere estar en la resistencia.
http://diariolaestrella.com/151/story/53918.html
Escribenos: franc.avc@gmail.com
Agencia Reforma
MÉXICO, DF - Educados con el ejemplo, decenas de niños han pasado a formar parte de las acciones de protesta contra de reforma energética. Se trata de los ’hijos de la resistencia’, que desde la toma de tribunas, los plantones y las protestas en el Zócalo han mostrado su interés por defender Pemex.
‘Si venden el petróleo no habrá para ayudar a los pobres’
A sus 8 años, Ricardo está preocupado por la venta del petróleo.
Y es que, el menor está convencido de que la iniciativa de reforma energética presentada por el Presidente Felipe Calderón tiene la intención de "privatizar" Pemex.
Por ello, Ricardo, hijo del diputado de Convergencia Alberto Esteva, se olvida de los videojuegos y las travesuras, y se alista para la resistencia.
Con un paliacate naranja en la cabeza -color con el que identifica el partido de su padre- y un casco petrolero, el menor de tercero de primaria toma una bandera y lanza consignas.
"Calderón quiere vender el petróleo y si dejamos que se lo venda a los estadounidenses o a los españoles nos vamos a quedar sin petróleo y sin dinero.
"Ya no habrá dinero para las escuelas públicas, para ayudar a los pobres y para los hospitales públicos" señala el menor.
Ricardo vive en Oaxaca, desde donde viajó para acompañar a su padre un fin de semana en la Ciudad de México, mientras el legislador realizaba su guardia durante la toma de la tribuna de San Lázaro.
El menor tiene dos hermanos: Diego, su gemelo, y Rodrigo, el mayor.
En su tiempo libre, Ricardo asegura que lee, escucha y ve las noticias que tengan que ver con las actividades de la Cámara de Diputados, para así poder ver a su papá.
Dice que está bien informado de lo que acontece en el País, y ha tomado la decisión de apoyar la lucha que realiza su padre.
Por ello, Ricardo lanza un mensaje a los niños, para que donde estén ayuden a defender el petróleo.
"Si alguno de ustedes tiene un amigo que no tenga dinero, que sea pobre, pues ayúdenme a defender el petróleo.
"Si lo vendemos ya no nos va a quedar nada de dinero", dijo Ricardo.
Ricardo tiene dos hermanos, Diego, su gemelo, y Rodrigo, que es mayor.
A su corta edad, Ricardo ya tiene bien definido qué quiere ser de grande: "diputado como mi papá", o incluso más, Presidente de la República, profesión para la cual, dice, ya ha aprendido algo de sus nuevos amigos Layda Sansores, Dante Delgado y Alejandro Chanona.
Más consciente que otros niños de su edad, Ricardo destaca la importancia del petróleo.
"El petróleo es mucho para mí, porque esa cosa es dinero, pero si llega a las manos equivocadas, no sabes lo que puede pasar", explica.
Viven aventuras en plantón
Acompañan a sus mamás, sus tías o sus abuelas en las protestas contra la reforma energética.
Van con ellas a los mítines de Andrés Manuel López Obrador, a las jornadas de protesta, a los plantones. Son parte de las ’adelitas’ y ellas los han adoptado. Son niños colectivos, son niños de la resistencia civil, son niños del pueblo.
Durante las protestas contra la reforma energética en las afueras del Senado, decenas de niños corrían entre las carpas y conocían a otros pequeños.
Muchos de ellos cambiaron los libros por las protestas y no asistieron a la escuela. Pero otros, quienes vivían cerca del Centro Histórico, acudían a sus clases y luego al plantón.
Saben decir que el petróleo es de los mexicanos. Lo aprendieron en su casa, en las consignas que escuchan en cada protesta. Llaman a Calderón "espurio" porque lo han escuchado decir a sus mamás, a sus abuelas. Gritan que es un honor estar con Obrador porque la gente de las brigadas lo repite sin cesar.
Jugaron en las vallas que colocó la Policía Federal Preventiva y la Policía del Distrito Federal para cercar la Plaza Manuel Tolsá.
Les parecía altísimo el metal que dividía sus dominios, el plantón, y la estatua de Carlos IV, mejor conocida como el Caballito, a la que querían tocar y, de ser posible, montar.
Citlali y Alexis Morquecho tienen 6 y 8 años, respectivamente. Ambos afirman que el petróleo es de los mexicanos, y que están ahí defendiendo un recurso natural que brinda riqueza a la Nación.
La doctrina comienza desde la escuela, donde los maestros enseñan a los alumnos que hay que defender el petróleo.
"El petróleo es nuestro", afirma Citlali, cuestionada sobre lo que le dice su profesor en el salón de clases.
"Nos dicen que no nos tienen que quitar el petróleo si no vamos a estar pobres", expresó Alexis.
Además, los pequeños se emocionan cuando narran lo que cuentan a sus amigos. Les hablan de sus aventuras en el plantón y las nuevas personas a las que conocieron.
"Les platico que estuvo muy divertido, que protegí el petróleo y me dicen que ellos todavía no van", relató Alexis.
A Citlali, sus amigos le piden que los lleve a la protesta para jugar y conocer a otros niños.
Ambos reconocen que temen a los policías, pero afirmaron que, de tener la oportunidad les pedirían que se fueran a otro lado y dejen de asustar a quienes acuden a protestar. "Yo les diría, señores, ¿se pueden ir a otro lado?", dijo Citlali.
"Me pueden dar permiso, para que dejen pasar a la gente", pidió Alexis.
América Muñoz Rosas tiene 10 años y cursa el quinto de primaria. Sabe que la razón para estar en el plantón es defender el petróleo y piensa que está bien.
A ella le parece importante que toda la gente participe en la lucha por la defensa del petróleo. Le cae bien "el Peje" y seguirá acompañando a sus papás mientras sigan las protestas.
"Está bien esto porque hay que defender el petróleo, es nuestro".
'No está bien lo que hacen los diputados'
Juan Pablo tiene 10 años y una escasa conciencia política.
Sin embargo, a su poco entender, está mal la actitud de algunos diputados -incluido su padre, el perredista Pablo Trejo- de tomar las tribunas del Congreso en protesta por la reforma energética.
"No está bien lo que hacen (la toma de tribunas), porque yo siento que así las funciones de los diputados se paran", explica.
Pocas personas, entre diputados, asesores y visitantes, permanecían despiertas en las guardias nocturnas durante la toma de la tribuna de la Cámara de Diputados.
Una de esas noches, el más activo en el recinto legislativo era Juan Pablo, quien, con un caso de Pemex en la cabeza, pasaba horas jugando en su computadora portátil, platicando con su papá y con otros diputados.
Aunque fue a apoyar a su padre, Juan Pablo no comparte con él la decisión de tomar la tribuna, pero sí su trabajo de ser diputado y "servir a la nación".
Al niño le gusta que su papá sea diputado, porque, dice, le permite acompañarlo en algunos de los viajes que realiza, además de que pudo conocer a Andrés Manuel López Obrador, situación que recuerda con agrado.
’Si fuera diputado haría lo mismo’
Acompañado por su madre y sus dos hermanos, Cuauhtémoc de los Santos Crespo hizo una visita dominical a la Cámara de Diputados, en los días que duró la toma de tribunas.
Cuauhtémoc, hijo del diputado perredista Joaquín de los Santos Molina, siempre había querido conocer el pleno, por lo que aprovechó la guardia que montaban los diputados para verlo, y hasta invitó a uno de sus amigos de la escuela a que lo acompañara.
A San Lázaro, Cuauhtémoc llegó armado con dulces y un balón de futbol, que usó en la tribuna para jugar con sus hermanos y su amigo, mientras su mamá se sentaba en una curul.
"Si fuera diputado haría lo mismo, defendería el petróleo, estaría en contra de que nos quitaran el petróleo", señalaba Cuauhtémoc, mientras sus hermanos, Joaquín Moctezuma y Joaquín Xocoyotzin, corrían por el pleno.
Lo más importante de la protesta, según Cuauhtémoc, es que se proteja al petróleo para obtener más gasolina, pues así se bajaría el costo del combustible y entonces más habría más transporte en la Ciudad.
Por otra parte, Sarahí Álvarez, de 11 años, asistió a la última asamblea informativa en defensa del petróleo en el Zócalo capitalino.
"Vine a apoyar lo del petróleo, porque estamos en una lucha para apoyar al petróleo", dijo Sarahí, que viajó junto a Margarita y Arturo, sus papás, y a Tania, Ernesto y Arturo, sus hermanos menores.
Sarahí está acostumbrada a las protestas, vio cómo sus padres participaron 30 días en el plantón de Reforma, en el conflicto poselectoral de 2006, ahora participa en la marcha y en el mitin.
Viajó el sábado de Guadalajara solamente para estar en la marcha, regresó a su casa el lunes temprano, por lo que faltará un día a la escuela, pero no le importa, pues prefiere estar en la resistencia.
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Escribenos: franc.avc@gmail.com
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