sábado, 5 de septiembre de 2009

México, DF.- El fundador de la Legión de Cristo, el padre Marcial Maciel, amaba a sus hijos, aunque fue un padre ausente, que gracias a las identidades por las que se hacía pasar viajaba constantemente explicando cargos importantes en compañías privadas.

En entrevista, el abogado de los hijos de Maciel, José Bonilla Sada, prefiere no abundar sobre la posibilidad de que el líder de los legionarios y amigo personal del extinto Papa Juan Pablo II incurriera en atentados o abuso sexual en contra de sus propios hijos.

Bonilla prefiere no entrar en el tema, pero tampoco exime de alguna posible responsabilidad al sacerdote michoacano. Insiste en que muchos de los secretos del padre Maciel no están dichos.

SUS ‘ENSEÑANZAS’

El sacerdote y padre de familia insistía a sus hijos en la importancia de respetar, de amar a sus padres y principalmente no mentir.

El abogado José Bonilla Sada, representante de tres de los seis jóvenes reportados hasta ahora como vástagos de Maciel, dice que aun con el tipo de vida que llevaba Maciel los descendientes del prelado están orgullosos de él y a ratos sienten odio y resentimiento por la incongruencia en las palabras de su papá.

Bonilla habló para Zócalo y asegura que hay un daño emocional en los hijos de Maciel. Desconoce el grado de afectación; sin embargo, los tres varones reciben apoyo sicológico profesional. Ellos, los hijos de Maciel, le confiaron a Bonilla documentos que prueban su relación con el ex líder de los Legionarios.

Hay cartas, fotos, cuentas bancarias, e-mails, e incluso grabaciones, algunas de las cuales están en poder de José Bonilla, con quien llegaron estos jóvenes, gracias a los mismos Legionarios.
Zocalo-Saltillo

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