"Juanito" era un simpatizante más de Andrés Manuel López Obrador, muy popular en las colonias de Iztapalapa donde se mueve como pez en el agua.
Sin muchos estudios ni grandes luces racionales, pero con gran voluntad para enfrentar la adversidad como la mayoría de pobladores de esa demarcación, sólo su simpatía y activismo lo acercaban a los iztapalapenses que se identificaban con él.
Andaba haciendo "talacha" electoral para la elección de Clara Brugada como candidata del PRD del DF, cuando los bribones del Tribunal Electoral se prestaron a otra jugarreta contra los que apoyan al Peje y decidieron engañar a la gente poniendo a otra candidata del PRD, pero dejando en las boletas a la triunfante Brugada, para hacer creer que se votaba por ésta, cuando los votos irían a la impuesta.
Para contrarrestar el malabar de los bribones electorales, López Obrador armó otro y le propuso a Rafael Acosta, "Juanito", apoyarlo para que resultara triunfador, si se comprometía --una vez triunfante-- a renunciar (no pedir licencia) para que Clara Brugada pudiera ser propuesta como nueva delegada y así darle la vuelta a la treta armada por lo bribones electorales manejados por el PRI y el PAN.
Todos los medios de comunicación como una sola voz y una sola línea atacaron la táctica de López Obrador, llamándolo "dictador", "autoritario" y otras lindezas, mientras a "Juanito" lo más suave que le decían era "pelele" y "marioneta".
No obstante la avalancha mediática en contra, AMLO y los amloístas estuvieron haciendo campaña en Iztapalapa para que no cayeran en el engaño preparado con Nueva Izquierda del PRD... y "Juanito" ganó.
Pero en cuanto le entregaron su constancia de mayoría, "Juanito" destapó su otro yo, codicioso y traidor, y no sólo desconoció a López Obrador, a quien reconocía como Presidente Legítimo, sino que impone condiciones para honrar el compromiso que asumió ante la gente de Iztapalapa cuando AMLO propuso apoyarlo con votos, y trata de mantener a Nueva Izquierda (la corriente del PRD para la que siempre "talachó") en el manejo del aparato delegacional.
De inmediato, los mismos medios de comunicación que antes lo estuvieron atacando, ahora le abren sus cerrados y exclusivos espacios para difundir todo lo que dice, como noticia de primera plana, a fin de demostrar que el único político fallido en México sólo es Andrés Manuel López Obrador, gracias al material que les da el "delegado electo de Iztapalapa", como hoy insisten en presentar a su anterior "pelele".
Totalmente enajenado por las tentaciones que ha escuchado desde las alturas que manejan a los medios de comunicación, "Juanito" desconoce a López Obrador y se proclama único exitoso resultado de sus años de trabajo en Iztapalapa (a favor de René Arce, uno de Los Chuchos de Nueva Izquierda del PRD, a cuya esposa el Tribunal Electoral ordenó imponer como candidata perredista). Compitiendo como candidato del PT y triunfante por la intervención de AMLO y su resistencia civil pacífica, "Juanito" hoy alega que gracias sólo a él, este partido se dio a conocer nacional e internacionalmente. (sic).
En el colmo de la desfachatez, y para mostrarse como piedra preciosa del absurdo político mexicano, "Juanito" se pone en subasta para cualquier partido que quiera tenerlo en sus filas, pues "podría darle miles de votos y millones de pesos" del presupuesto delegacional.
Y la siempre independiente y objetiva Prensa mexicana festina esta mezcla de codicias, ambiciones y traiciones en la poco ética política mexicana, cargándole a Andrés Manuel López Obrador todas las culpas de este nuevo absurdo.
Si Kafka hubiera nacido en México, habría sido un escritor costumbrista.
publicado en Blogotitlan.com
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