Marietas y Adelitas

Jun
16
2009
La dieta vegetariana
Pedro Díaz Arcia
Cuando miles de millones de seres padecen hambre en el mundo la Organización de Naciones Unidas (ONU) llamó a una dieta vegetariana que consiste en dejar de consumir carne una vez a la semana.Lo curioso es que el fin es combatir el calentamiento global. Al hurgar en la información, para sorpresa de muchos, nos enteramos que buena parte de la culpa del efecto invernadero la tienen las vacas. Según la FAO la ganadería es responsable del 18% de las emisiones contaminantes de la capa de ozono en comparación con el 13% que corresponde al transporte.Los bovinos, de acuerdo con ecologistas, emiten cantidades de gas metano que superan más de 20 veces el efecto invernadero provocado por el dióxido de carbono.De inmediato, el músico británico Paul McCartney se sumó con un profundo sentido altruista a la campaña denominada un Lunes sin Carne, con el fin de reducir el efecto invernadero. El conocido ex Beatle es vegetariano.Mientras, en la Plaza de San Pedro, en Roma, Benedicto XVI dijo en su homilía del domingo que centenares de millones de personas de todo el mundo sufren hambre, lo que calificó como una realidad “absolutamente inaceptable” y expresó que la crisis económica debía servir para cambiar esta crítica situación.Su Santidad dirigió su mensaje a la conferencia que realizará la ONU en Nueva York a fines de mes sobre la crisis global, con el objetivo de que los líderes mundiales promuevan “una justa distribución del poder y los recursos” y que presten mayor atención a los pobres. ¡Dicen que a buen entendedor con pocas palabras basta!La recomendación para lograr una justa distribución del poder y los recursos -sin que ese sea ni remotamente su propósito- equivale a pedir a muchos gobernantes que hagan una “revolución social” antes de que se las hagan.Pero, para quienes aspiren a alcanzar un mundo en que impere una distribución más equitativa es preferible que los interesados se lean la “Crítica del programa de Ghota”, escrito en 1875 por Carlos Marx, y así se van de frente al planteamiento teórico-científico de la solución del problema.Previo a la reunión de Nueva York, los ministros de Finanzas del Grupo de los Ocho (G8), integrado por las naciones más industrializadas del mundo, coincidieron el fin de semana en que existen señales alentadoras de estabilización en la economía global y comenzaron a considerar cómo desactivar las medidas de rescate para sus economías. La poderosa institución presiona la articulación de “estrategias de salida” a la crisis, destinadas a desactivar el estímulo económico tan pronto cumpla su rol y evitar medidas que impidan la recuperación. Al tiempo que el máximo responsable del Fondo Monetario Internacional (FMI), Strauss-Kahn, durante una visita a la ex república soviética de Kazajistán, afirmó que empiezan “a ver algunos brotes verdes” pero que “aún no ha quedado atrás la mayor parte de lo peor”.La mayor parte de lo peor: es la menor parte de lo bueno.El alto ejecutivo financiero dijo que para el FMI habrá una recuperación hacia inicios del año entrante, aunque el 2009 ya “sabemos que es un año malo”, agregó.“A nivel económico global, el crecimiento será de menos 1,3% que es el primer crecimiento negativo desde la Gran Depresión”, aseveró Strauss-Kahn.Eso de “crecer en negativo” es como una especie de fobia al desarrollo y los platos rotos lo pagarán los países del Tercer Mundo.Tan es así que con independencia de los datos, que suben y bajan con singular capricho, el hambre y otras calamidades se concentran con histórica terquedad en los países pobres.Por poner sólo un ejemplo, respecto a la diseminación de la gripe A H1N1 de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el panorama es sombrío para regiones como Africa y Asia, pues se calcula que el 85% de las enfermedades crónicas del mundo tienen mayor incidencia en los países más pobres y más del 60% de los casos de Sida se localizan en África.Ante las desgracias globales resulta curioso el llamado internacional a renunciar al consumo de carne, por lo menos una vez a la semana.¿Quiénes pueden “balancear la dieta” y permitirse ese lujo?Alguna vez escribí que la abstinencia llega en Semana Santa para unos pocos, porque los pobres siempre la tienen.
Por Esto!