¿Proceso no es partidaria de la prensa libre?
19 de Mayo, 2009 - 00:00
No porque dijera que no hay duendes; no porque dijera que ejerce en congruencia la línea que han seguido desde hace más de 32 años (¿hace 32 años se parecían al semanario Zeta de Tijuana?). No. Me sorprendió por esta frase firmada por el director editorial Rafael Rodríguez Castañeda:
"En Proceso no somos partidarios de la prensa libre. En Proceso hoy, como ayer, simplemente somos libres."
Supongo que Rafael Rodríguez quiso verse filosófico, pero realmente cometió una pifia.
Lo digo por un chiste que publicó el monero Patricio el año pasado en el que se pitorreó de Joaquín López Dóriga diciendo que "libertad de expresión es decir con toda libertad lo que me pagan por decir; y callar con toda libertad lo que me pagan por callar."
Se podrá ser "libre", Rafael, pero no es lo mismo ser "libre" a ser una prensa libre. "Libre" así a secas es el que hace lo que sea sin ninguna responsabilidad. De ahí el término "libre empresa" o "libre mercado" que tanto manejan en la derecha; para ellos "libre" es en realidad "irresponsable". Prensa libre, por el contrario, es la que tiene una responsabilidad con la verdad.
Ahora bien; a mi me comentaron fuentes cercanas al Gobierno Legítimo que la carta que AMLO envió a Proceso no fue simplemente por haberle creido a Ahumada eso de que conoció a AMLO en un hotel de Villahermosa--el error que delata a Ahumada es decir que no sabía qué cargo tenía Raúl Ojeda en el hotel siendo que Raúl Ojeda es dueño de ese hotel, y decir que AMLO habla entrecortado. Me consta que no es el caso.
No, la razón, dicen estas fuentes, es por los esfuerzos que está haciendo Proceso para que el gobierno panista de Felipe Calderón le de publicidad.
Proceso sí ha estado buscando publicidad del gobierno federal para poder sobrevivir. Ni es secreto ni tiene nada de malo. De hecho, en términos estrictamente de mercado, Proceso tiene mucho más derecho a recibir publicidad oficial del gobierno federal debido a su tiraje y a su distribución a nivel nacional. ¿Cómo es posible que los impuestos de todos los mexicanos se usen para darle publicidad a Emeequis o a Vértigo, que tienen un tiraje menor al de Proceso, pero no para darle publicidad a Proceso que sí tiene el tiraje y distribución que cualquier anunciante buscaría?
Pero Proceso se ha ido un poco al extremo en su reclamo por esa publicidad, me parece. Al grado de haber publicado en su edición del 10 de mayo pasado una nota firmada por la hija de Julio Scherer, en la que describe una queja que Proceso interpuso ante la CNDH por la negativa del gobierno a darle publicidad.
¿Desde cuando la propaganda oficial es un "derecho humano"? La publicidad es simple y sencillamente un producto que se vende o no se vende. Y ya depende de la empresa que lo vende si lo logra vender o no.
La queja ante la CNDH alega que el gobierno federal asigna la propaganda oficial a manera de premio o castigo a los medios--algo que todo el mundo sabe. Alega María Scherer Ibarra, en consecuencia, que la negativa del gobierno federal a darle a Proceso propaganda oficial "viola los derechos fundamentales de la revista--entre ellos, el de la libertad de expresión."
¿Por fin? ¿No que no eran partidarios de la prensa libre?
Y aquí es donde el asunto se torna nebuloso. ¿Está diciendo Proceso que no puede haber libertad de expresión si el gobierno panista no le da propaganda oficial? Y si es el caso ¿entonces por qué dicen que son no son partidarios de la prensa libre y que simplemente son libres? ¿Necesitan de que Felipe Calderón les de dinero para ser "libres"?
No queda claro. Y no queda claro a qué se refieren María Scherer Ibarra y Rafael Rodríguez Castañeda con sus conceptos de libertad. Esa falta de claridad el contexto de la búsqueda con tanta insistencia de un contrato de publicidad de un gobierno espurio, cuyo principal dolor de cabeza es el movimiento que encabeza AMLO, pues logicamente va a levantar cejas entre la gente que apoya a ese movimiento.
Aclaro: no estoy cuestionando en estas líneas a los colaboradores de Proceso, como Helguera, Hernández, Naranjo, Álvaro Delgado, o Jenaro Villamil. A quien cuestiono es a los directivos de Proceso. Finalmente el conseguir la publicidad y la definición de "libertad" en la revista depende de ellos.
publicado en SDP noticias
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