May 25 2009 |
|
* La caída del Producto Interno Bruto (PIB) del país en el segundo trimestre de este año será la más grave de la historia al superar el -8.3%
* En el primer trimestre la caída fue dramática pero aún falta lo peor, porque en el período abril-mayo se esperan datos más negativos por el efecto estacional de la Semana Santa y la emergencia epidemiológica de la influenza
MEXICO, D.F., 24 de mayo (LA JORNADA/NTX).- Analistas del Grupo Financiero Scotiabank estimaron que la caída del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre de este año será la más grave de la historia superando el (-) 8.3 por ciento.
Además, consideraron que la contracción del PIB en el primer trimestre del 2009 (-8.2 por ciento) es “dramática” si se mide conforme a la metodología norteamericana con una contracción de menos 21.5 por ciento, pero esto no es lo peor, puesto que el segundo trimestre se esperan datos más negativos ya que el efecto estacional de la Semana Santa y la emergencia epidemiológica jugarán en contra.
En su análisis semanal, los expertos del internacional Scotiabank aseguraron que la economía mexicana entró en recesión desde el cuarto trimestre del 2008 y ahora, con la segunda contracción trimestral consecutiva se confirma esta condición.
Explicaron que la reducción en la actividad industrial estadounidense ha sido muy superior respecto a la originalmente prevista, de manera que la industria nacional experimenta una caída más profunda (-9.9 por ciento) que la que se anticipaba.
La recesión industrial se transfiere con fuerza por vía del desempleo hacia el sector servicios, que igualmente presenta una caída mucho mayor (-7.8 por ciento) a la que se esperaba. El sector agrícola es el único que presenta un crecimiento que, aunque tímido (+1.4 por ciento), es positivo.
Los especialistas señalaron que la contracción del PIB “es dramática” si se mide conforme a la metodología norteamericana (esto es la variación anualizada del trimestre contra el trimestre inmediato anterior), menos 21.5 por ciento, pero esto no es lo peor, puesto que el segundo trimestre sería de esperar datos incluso más negativos ya que el efecto estacional de la Semana Santa jugará en contra.
A ello, habría que adicionar el impacto negativo del brote epidémico de influenza sobre la actividad productiva de abril, mayo y junio, particularmente agudo en los sectores relacionados con el turismo y el entretenimiento.
Así, sería de esperar que durante el segundo trimestre se observen caídas más profundas en la producción, quizá las más graves de la historia, superando al menos 8.3 por ciento del segundo trimestre en 1995 (-21.6 por ciento trimestral anualizado).
“Nuestro pronóstico actual para el crecimiento del PIB en todo EL 2009 (menos 4.8 por ciento) está en revisión con implicaciones negativas, ya que incorporaremos tanto la desviación de nuestro pronóstico observada hasta el momento, como el impacto estimado de la crisis sanitaria en la economía”.
De cualquier forma, añadieron, para el tercer y cuarto trimestres del 2009 esperamos una moderación significativa en la caída del PIB conforme los impactos negativos de la emergencia sanitaria se vayan diluyendo en el tiempo, o bien como consecuencia de los programas de apoyo fiscal del gobierno federal (que no parecen aún tener un impacto claro contra el ciclo de baja en la economía), pero sobre todo por la estabilización de la economía estadounidense.
En ese sentido, hay signos de moderación en la contracción de la industria y los servicios, así como una recuperación en las expectativas de los consumidores, los inversionistas y los constructores en los Estados Unidos, lo que pudiera ser una primer indicación de que lo peor ha pasado y de que, aunque lentamente, la recuperación está en camino.
Más allá de esta dependencia económica con la economía estadounidense, el crecimiento potencial de la economía mexicana sigue anclado por la incapacidad política de definir, aprobar e implementar reformas estructurales de mayor profundidad que conduzcan al país hacia mejores estándares de competitividad.
Al respecto, la renovación de la Cámara de Diputados puede abrir una oportunidad pues no debe descartarse que su nueva composición la haga más sensible a la urgencia de dichas reformas.
Así, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) anticipó que la economía mexicana tendrá un deterioro mayor en el segundo semestre del año y no será extraño que caiga nuevamente a un ritmo superior al 8.0 por ciento.
Reiteró que el país requiere una serie de ajustes estructurales que, de concretarse en este año, contribuirían a preparar el terreno para incrementar significativamente el ritmo de crecimiento, y no sólo seguir dependiendo del avance inercial de la economía.
Subrayó que los cambios en diversos frentes no pueden esperar más, ya que estos pueden hacer la diferencia entre un país con tasas de crecimiento mediocre o uno con avance importante y sostenido que mejore significativamente el nivel de vida de la población.
Estos cambios son: Una reforma fiscal que estimule los ingresos y haga mucho más eficiente la asignación de recursos; un sistema educativo y de seguridad social de calidad, un Estado de Derecho pleno y eficiente y un entorno de negocios amigable, entre otros.
Por Esto!
* En el primer trimestre la caída fue dramática pero aún falta lo peor, porque en el período abril-mayo se esperan datos más negativos por el efecto estacional de la Semana Santa y la emergencia epidemiológica de la influenza
MEXICO, D.F., 24 de mayo (LA JORNADA/NTX).- Analistas del Grupo Financiero Scotiabank estimaron que la caída del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre de este año será la más grave de la historia superando el (-) 8.3 por ciento.
Además, consideraron que la contracción del PIB en el primer trimestre del 2009 (-8.2 por ciento) es “dramática” si se mide conforme a la metodología norteamericana con una contracción de menos 21.5 por ciento, pero esto no es lo peor, puesto que el segundo trimestre se esperan datos más negativos ya que el efecto estacional de la Semana Santa y la emergencia epidemiológica jugarán en contra.
En su análisis semanal, los expertos del internacional Scotiabank aseguraron que la economía mexicana entró en recesión desde el cuarto trimestre del 2008 y ahora, con la segunda contracción trimestral consecutiva se confirma esta condición.
Explicaron que la reducción en la actividad industrial estadounidense ha sido muy superior respecto a la originalmente prevista, de manera que la industria nacional experimenta una caída más profunda (-9.9 por ciento) que la que se anticipaba.
La recesión industrial se transfiere con fuerza por vía del desempleo hacia el sector servicios, que igualmente presenta una caída mucho mayor (-7.8 por ciento) a la que se esperaba. El sector agrícola es el único que presenta un crecimiento que, aunque tímido (+1.4 por ciento), es positivo.
Los especialistas señalaron que la contracción del PIB “es dramática” si se mide conforme a la metodología norteamericana (esto es la variación anualizada del trimestre contra el trimestre inmediato anterior), menos 21.5 por ciento, pero esto no es lo peor, puesto que el segundo trimestre sería de esperar datos incluso más negativos ya que el efecto estacional de la Semana Santa jugará en contra.
A ello, habría que adicionar el impacto negativo del brote epidémico de influenza sobre la actividad productiva de abril, mayo y junio, particularmente agudo en los sectores relacionados con el turismo y el entretenimiento.
Así, sería de esperar que durante el segundo trimestre se observen caídas más profundas en la producción, quizá las más graves de la historia, superando al menos 8.3 por ciento del segundo trimestre en 1995 (-21.6 por ciento trimestral anualizado).
“Nuestro pronóstico actual para el crecimiento del PIB en todo EL 2009 (menos 4.8 por ciento) está en revisión con implicaciones negativas, ya que incorporaremos tanto la desviación de nuestro pronóstico observada hasta el momento, como el impacto estimado de la crisis sanitaria en la economía”.
De cualquier forma, añadieron, para el tercer y cuarto trimestres del 2009 esperamos una moderación significativa en la caída del PIB conforme los impactos negativos de la emergencia sanitaria se vayan diluyendo en el tiempo, o bien como consecuencia de los programas de apoyo fiscal del gobierno federal (que no parecen aún tener un impacto claro contra el ciclo de baja en la economía), pero sobre todo por la estabilización de la economía estadounidense.
En ese sentido, hay signos de moderación en la contracción de la industria y los servicios, así como una recuperación en las expectativas de los consumidores, los inversionistas y los constructores en los Estados Unidos, lo que pudiera ser una primer indicación de que lo peor ha pasado y de que, aunque lentamente, la recuperación está en camino.
Más allá de esta dependencia económica con la economía estadounidense, el crecimiento potencial de la economía mexicana sigue anclado por la incapacidad política de definir, aprobar e implementar reformas estructurales de mayor profundidad que conduzcan al país hacia mejores estándares de competitividad.
Al respecto, la renovación de la Cámara de Diputados puede abrir una oportunidad pues no debe descartarse que su nueva composición la haga más sensible a la urgencia de dichas reformas.
Así, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) anticipó que la economía mexicana tendrá un deterioro mayor en el segundo semestre del año y no será extraño que caiga nuevamente a un ritmo superior al 8.0 por ciento.
Reiteró que el país requiere una serie de ajustes estructurales que, de concretarse en este año, contribuirían a preparar el terreno para incrementar significativamente el ritmo de crecimiento, y no sólo seguir dependiendo del avance inercial de la economía.
Subrayó que los cambios en diversos frentes no pueden esperar más, ya que estos pueden hacer la diferencia entre un país con tasas de crecimiento mediocre o uno con avance importante y sostenido que mejore significativamente el nivel de vida de la población.
Estos cambios son: Una reforma fiscal que estimule los ingresos y haga mucho más eficiente la asignación de recursos; un sistema educativo y de seguridad social de calidad, un Estado de Derecho pleno y eficiente y un entorno de negocios amigable, entre otros.
Por Esto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario