May 25 2009 |
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María Teresa Jardí
Luego de un entrenamiento exhaustivo de tres años viviendo con una gatita ciega, no estoy segura de que las discapacidades realmente lo sean. Mi gatita, yucateca, por cierto, nació ciega y vivió en dos porches los primeros seis meses de su vida. Se llama Eek y yo la presento como maya porque me hago la ilusión de que maya es su parentela.
Precioso animal y de una inteligencia que más de un humano envidiaría. Cuando andaba por los seis meses de vida, decidió quedarse a vivir en mi porche, por lo que, luego de informar a la vecina que me la expropiaba para entrarla a mi casa, con lo que estuvo de acuerdo, llamé al veterinario para que la desparasitara, la operara y le hiciera lo que había que hacerle para meterla a vivir con mis otras dos gatas. Una ya mayor, enferma, requería cuidados extremos. Era persa, muy celosa y se le desencadenó un proceso de epilepsia con el que vivió el último año de su vida. Siempre fue enfermiza y el amor que por mí sentía fue injustamente —para ella— obsesivo. Nada hay más importante en mi vida que mis gatas y están, como es obvio, amorosamente correspondidas.
Luego de vivir con Eek, estos tres años, puedo dar fe de que la discapacidad no existe. La pérdida de un sentido se suple totalmente con los otros. Eek es una gata de las que en Yucatán se califican como malix, es decir, corriente.
Es una gata depredadora. Pertenece a la clase de gatos que en otros lugares se conocen como gatos ratoneros, porque son capaces de cazar cualquier bicho que enfrente se les ponga y pueden creerme cuando les digo que Eek no deja viva ni a la más mínima de las arañas ni tampoco a ninguna hormiga aventurera que a explorar el interior del piso donde vivimos se atreve.
Sube y baja de los muebles, juega con sus juguetes y con todo lo que a su alcance encuentra. Sin ninguna enseñanza previa, recién llegada a casa, luego de la operación primera, fue derecho al arenero para ella preparado. Tuvo que estar encerrada en un cuarto alrededor de un mes porque la herida de la operación para castrarla no le cerraba porque tenía también bajas las plaquetas. Su madre se embarazó muy joven, con sólo seis meses de vida y Eek sufrió las consecuencias. Pero valió la pena y es con mucho la gata más autosuficiente de los cuatro que he tenido y sin duda, ayer lo comentaba mi hermano, la más lista de los gatos que he tenido y que tiene la familia.
El primero que tuve, también persa, vivió 20 años y la otra, Bleda, también malix y depredadora, pero mucho más tímida, tiene 8. Tan independiente es Eek que si no sabes que es ciega no te enteras. Inmensa enseñanza por lo que a realidad de la discapacidad toca es Eek, sin duda.
No sé quién es Sammy. Jamás había escuchado su nombre y nunca lo he visto actuar. Y no me parece extraño que en la telebaura, donde se señala que trabaja, le hayan hecho una broma de mal gusto. Tenían ganas de encuerarse, u obligadas a hacerlo, las conductoras, en el guión establecido debía estar el hacer lo mismo con el comediante. Aunque no deja de ser extraño que no lo haya sabido él antes. Pero como de la telebasura mexicana cabe esperar cualquier cosa y como, desde la toma de la derecha panista del poder, cualquiera es miembro de una ONG. Logros también del capitalismo destructor hasta la médula.
En la nota que leo en la primera página de El Universal a través de la Internet se afirma que: “Las ONG… solicitaron la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del DF… El pasado domingo 17 de mayo, en la sección La broma VIP (del) programa que se transmite por el Canal 2, las actrices Galilea Montijo y Roxana Castellanos hicieron creer a Sammy que estaba siendo considerado para un casting de una supuesta segunda versión del programa Vida TV que sería “más picoso”… Montijo y Castellanos se cambiaron de ropa y se pusieron unos baby dolls. Luego, comenzaron a desvestirlo hasta dejarlo en calzoncillos y una toalla envuelta y le pidieron que les untara crema a ambas… un perico de peluche… comenzó a darle instrucciones a Sammy para que él, semidesnudo, bailara y se quitara la toalla. En ese momento entró un tercer actor haciéndose pasar por personal de seguridad y reprendió a Sammy, explicándole que estaba violando las normas de la empresa al estar en paños menores. Fue entonces cuando le dijeron que se trataba de una broma…”.
Me pregunto dónde están los miembros de las ONG que nada han dicho sobre los aberrantes hechos que involucran a seres humanos, mucho más vulnerables, porque están presos y en manos de sus captores, desnudos y tirados en el piso como fardos mientras perros los muerden. Ah!, ya sé, me respondo. Viendo la televisión. No fuera a ser que se violara algún derecho de algún empleado de esa empresa. O, si no hay más remedio, dado que las fotos, que no mienten, como las de Abu Ghraib, al mundo espeluznan. Emilio Alvarez Icaza, acompañado de Woldenberg, miembro del Consejo de la CDHDF, anunciando que se abre una queja “por los probables excesos cometidos”, señalando “que se aquilatará si hubo tortura”. Aunque usted, no lo crea.
Por Esto!
Estos son los programas "educacionales" para el pueblo, la telebasura, circo para el pueblo!
Este tipo de programas es un insulto a la inteligencia, en vez de pasar programas educando a la gente sobre el peligro de los alimentos transgenicos por ejemplo,a tener mas idiotizada e ignorante a la gente,que bajo caen estas empresas manipulando a una persona con discapacidad mental para subir el rating...
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