Apr 03 2009 |
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María Teresa Jardí
Las extorsiones sufridas de manera cotidiana por los veracruzanos con las que se empobrece aún más al pueblo, de suyo pobre, y con las que se está cambiando el modo de vida de todos los gobernados, no es lo único que ocurre en ese Estado de la república.
También es Vox populi que en más de una ocasión, encapuchados, vestidos todos de negro, con armas de alto poder, que se mueven en modernas camionetas blindadas han interceptado algún traslado del gobernador Fidel Herrera sin que se le secuestre y sin que los medios digan algo al respecto al día siguiente.
Como los que lo interceptan lo hacen de manera pública, gobernados comunes y corrientes han sido testigos y se comenta de boca en boca sobre el misterio del mensaje que, cada vez, estos sujetos van a darle al gobernador veracruzano.
El comentario de la historia, en el caso de una de las fuentes, es directo. En el de la otra, son rumores, pasados por varias bocas. Pero, al menos, de dos eventos de esa magnitud y al respecto, se habla entre los hombres y mujeres comunes y corrientes, como uno más de los chismes que saben los pueblos que son las únicas certezas que nos van quedando a los mexicanos.
Cuando ocurre esto paran a los autos que avanzan detrás de la caravana donde se traslada el gobernador durante unos segundos o pocos minutos. Casi enseguida de que se acerca uno de los sujetos, que encañonan al resto de la comitiva, a decirle unas palabras al gobernador, sin hacerle nada, regresan todos a sus respectivas camionetas y el traslado del gobernador continúa y alguno de sus escoltas se queda a hacer pasar a los autos parados, pocos, los casos que se cuenta se han dado tarde por la noche, rápido, rápido, rápido…
Y, aquí van, para ustedes, las conclusiones que ofrecía compartirles ayer, las que saltan a la vista, tampoco es que sean algo más que lo que la lógica indica.
Fidel Herrera, también me cuentan, ha hecho muchas obras y se ha promovido y no ha ocultado sus intenciones de querer ser el candidato del PRI a la Presidencia.
O del partido que sea, digo yo, con tal de que sea, incrédula por lo que toca a la fidelidad a la camiseta que a los militantes de todos los partidos por igual aqueja en esta época tan perdida de valores y sin principios como soporte de la ética.
Pero si nos quedamos en que quiere ser candidato del PRI y le sumamos lo mucho que cuestan las obras y ni qué decir de las promociones por parte de las televisoras y también el coste del control férreo a la prensa escrita que, mayoritariamente, se maneja sólo con boletines. Y toda vez que, como salta a la vista, es imposible pensar, por cuestión de lógica elemental, dado el cúmulo de extorsiones, colonias enteras donde todos los habitantes han sido extorsionados. Cómo es imposible pensar que los autores de las extorsiones sean realmente “Zetas”. Incluso porque eso significaría que ya existen más “Zetas” en el país que personas comunes y corrientes. Y dada la información que manejan sería aún más aterradora la situación y habría que concluir que el país ya no existe más que en función de la delincuencia. Como resulta increíble pensar que son algo más que falsos “Zetas”, aunque así se reivindiquen para amedrentar y obtener el dinero que es lo que buscan, usando el nombre de ese escuadrón de la muerte que nace de un grupo de elite creado por el gobierno usurpado por Calderón. Pero grupo que en cambio, como es evidente, sí puede tener que ver con las intercepciones a la caravana que acompaña al gobernador en sus traslados armada hasta los dientes y también en vehículos blindados y dado que hay otros priístas, tanto o más impresentables, y, uno en particular: Beltrones, que no está dispuestos a dejar que los otros siquiera se hagan las ilusiones de que pueden aspirar a lo ya decidido en el sótano, no es descabellado pensar que los mensajes al gobernador, entregados por “Zetas”, esos sí, vienen de esos lares. Como salta a la vista que en las extorsiones están involucradas las policías y sus madrinas y las instituciones estatales y muy posiblemente decididas para obtener recursos desde la cabeza misma que gobierna al Estado de Veracruz.
Por Esto!
También es Vox populi que en más de una ocasión, encapuchados, vestidos todos de negro, con armas de alto poder, que se mueven en modernas camionetas blindadas han interceptado algún traslado del gobernador Fidel Herrera sin que se le secuestre y sin que los medios digan algo al respecto al día siguiente.
Como los que lo interceptan lo hacen de manera pública, gobernados comunes y corrientes han sido testigos y se comenta de boca en boca sobre el misterio del mensaje que, cada vez, estos sujetos van a darle al gobernador veracruzano.
El comentario de la historia, en el caso de una de las fuentes, es directo. En el de la otra, son rumores, pasados por varias bocas. Pero, al menos, de dos eventos de esa magnitud y al respecto, se habla entre los hombres y mujeres comunes y corrientes, como uno más de los chismes que saben los pueblos que son las únicas certezas que nos van quedando a los mexicanos.
Cuando ocurre esto paran a los autos que avanzan detrás de la caravana donde se traslada el gobernador durante unos segundos o pocos minutos. Casi enseguida de que se acerca uno de los sujetos, que encañonan al resto de la comitiva, a decirle unas palabras al gobernador, sin hacerle nada, regresan todos a sus respectivas camionetas y el traslado del gobernador continúa y alguno de sus escoltas se queda a hacer pasar a los autos parados, pocos, los casos que se cuenta se han dado tarde por la noche, rápido, rápido, rápido…
Y, aquí van, para ustedes, las conclusiones que ofrecía compartirles ayer, las que saltan a la vista, tampoco es que sean algo más que lo que la lógica indica.
Fidel Herrera, también me cuentan, ha hecho muchas obras y se ha promovido y no ha ocultado sus intenciones de querer ser el candidato del PRI a la Presidencia.
O del partido que sea, digo yo, con tal de que sea, incrédula por lo que toca a la fidelidad a la camiseta que a los militantes de todos los partidos por igual aqueja en esta época tan perdida de valores y sin principios como soporte de la ética.
Pero si nos quedamos en que quiere ser candidato del PRI y le sumamos lo mucho que cuestan las obras y ni qué decir de las promociones por parte de las televisoras y también el coste del control férreo a la prensa escrita que, mayoritariamente, se maneja sólo con boletines. Y toda vez que, como salta a la vista, es imposible pensar, por cuestión de lógica elemental, dado el cúmulo de extorsiones, colonias enteras donde todos los habitantes han sido extorsionados. Cómo es imposible pensar que los autores de las extorsiones sean realmente “Zetas”. Incluso porque eso significaría que ya existen más “Zetas” en el país que personas comunes y corrientes. Y dada la información que manejan sería aún más aterradora la situación y habría que concluir que el país ya no existe más que en función de la delincuencia. Como resulta increíble pensar que son algo más que falsos “Zetas”, aunque así se reivindiquen para amedrentar y obtener el dinero que es lo que buscan, usando el nombre de ese escuadrón de la muerte que nace de un grupo de elite creado por el gobierno usurpado por Calderón. Pero grupo que en cambio, como es evidente, sí puede tener que ver con las intercepciones a la caravana que acompaña al gobernador en sus traslados armada hasta los dientes y también en vehículos blindados y dado que hay otros priístas, tanto o más impresentables, y, uno en particular: Beltrones, que no está dispuestos a dejar que los otros siquiera se hagan las ilusiones de que pueden aspirar a lo ya decidido en el sótano, no es descabellado pensar que los mensajes al gobernador, entregados por “Zetas”, esos sí, vienen de esos lares. Como salta a la vista que en las extorsiones están involucradas las policías y sus madrinas y las instituciones estatales y muy posiblemente decididas para obtener recursos desde la cabeza misma que gobierna al Estado de Veracruz.
Por Esto!
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