Contrastante realidad

Mar 20 2009

Contrastante realidad

Julio Pimentel Ramírez

Esta semana está llena de fechas simbólicas, cargadas de fuertes dosis de historia y cultura, que dotan de contenido la identidad mexicana formada a lo largo de muchos años: el fenómeno arqueo astrológico del descenso de Kukulcán en Chichén Itzá, muestra de la grandeza del originario pueblo maya: el nacimiento de Benito Juárez, fundador del Estado laico mexicano, y el aniversario 71 de la Expropiación petrolera, gesta de reivindicación soberana hoy en peligro de extinción.
En medio de estas conmemoraciones se encuentra el aniversario, también el 21 de marzo, del POR ESTO! que en su lema, Dignidad, Identidad y Soberanía, recoge elementos centrales que se derivan del largo devenir de la historia del pueblo mexicano.
La reflexión es múltiple, en una de estas vertientes es necesario insistir que reconocer el esplendor de la ancestral cultura maya no significa limitarse a promoverla como un artículo de consumo turístico sino que debe de formar parte de un proceso de reivindicación del pueblo maya, capaz de tomar su destino en manos propias con el respaldo de aquellos que en los hechos comprendan que vivimos en una nación pluriétnica y pluricultural.
En la larga línea de la historia nacional un lugar cimero lo ocupa Benito Juárez, entre cuyos múltiples aportes a la conformación del estado nacional destaca el de las Leyes de Reforma, que delimitan los campos de lo terreno y lo divino, es decir separan al Estado de la Iglesia dando al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, aunque las cúpulas eclesiales y sus representantes conservadores en el ámbito político se afanen por recuperar esos espacios perdidos.
No se olvide que el neoliberal Carlos Salinas de Gortari, con el pretexto de “modernizar” la sociedad y la política introdujo cambios al Artículo 130 constitucional que derivaron en un proceso que alentó los apetitos terrenos de la Iglesia que ha ganado terreno en sus intentos de retomar un papel beligerante en diversos aspectos de la vida pública, entre ellos la educación y su incidencia en la contienda político electoral a favor, por supuesto, del partido más cercano a su blanquiazul corazón.
Sin embargo confiamos en que la sólida tradición laica de amplios sectores de la sociedad y de varias de las formaciones políticas, es un dique insuperable para las intenciones retrógradas de la cúpula de la Iglesia Católica y del panismo, que se oponen a los cambios progresistas que una sociedad moderna demanda.
Para cerrar esta breve mención al Benemérito de las Américas, cabe señalar un tema que ha desnudado las miserias de la mayor parte de la clase política mexicana, la de la Ley de Salarios Máximos. Mientras Benito Juárez es un ejemplo paradigmático del funcionario que pone en el centro de sus funciones servir al pueblo y vivir en la medianía, los actuales altos empleados del Estado, electos o no por voto popular, sufren al ponerle tope a sus elevados salarios.
Ya veremos en los hechos cómo se lleva a la práctica la reforma que establece que ningún funcionario ganará por arriba del ingreso del Presidente de la República, que de por sí es elevado. Es proverbial la forma en que la burocracia mexicana le da vuelta a la ley y mediante diversas y a veces complejas triquiñuelas desvía y se embolsa enormes cantidades de recursos públicos (véase lo referente al informe 2007 de la Auditoría Superior de la Federación).
La contrastante realidad mexicana, con muestras de luz y esplendor cultural como en el caso de lo que sucede en el equinoccio en Chichén Itzá y del ejemplo legado por Benito Juárez junto al lado oscuro y retrógrada que se refleja en la política neoliberal que tiene sumido en la pobreza al pueblo mexicano, del que los mayas forman parte integral, se repite al recordar la expropiación petrolera.
Felipe Calderón, acompañado de los corruptos dirigentes del sindicato petrolero y arropado por los patéticos dirigentes de su partido, continúa dando muestra de ineptitud e ineficacia al postergar el anuncio del inicio de la construcción de la primera refinería en treinta años y llamar a un foro público que discuta el tema.
En tanto Andrés Manuel López Obrador se mantiene en pie de lucha y llama a los miles de integrantes del Movimiento en Defensa del Petróleo y la Economía Popular a no permitir que se concreten diversos proyectos de privatizar PEMEX, intentos en los que insiste el gobierno ilegítimo y sus aliados.
Por Esto!