Mar 06 2009 |
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Laura Bolaños Cadena
Las causas del fracaso económico de México no hay que buscarlas afuera. La gigantesca dependencia de nuestra economía se genera aquí mismo, creció aquí mismo, conforme se fueron ligando los intereses de la oligarquía gobernante con los intereses internacionales, principalmente de los EU. Y por supuesto que en el fondo de esas causas está la causa de causas, el origen de todos los males de México que es la corrupción.
LOS PUESTOS OFICIALES HAN SIDO VISTOS TRADICIONALMENTE, no como una opción de servicio al país sino como una canonjía. Empleo seguro y bien pagado más privilegios adicionales y, por añadidura, muchas veces con poco trabajo. La mala fama de la burocracia no es gratuita. Seguro que no son todos, siempre hay alguien con sentido de responsabilidad, si no, nada funcionaría. Y seguro que también todos, en algún momento, trabajan, y no faltará ocasión en que lo hagan bien o al menos lo suficiente para justificarse; pero fallas y corruptelas se ven por todas partes, sobre todo ahí donde se concentran los poderes. El contraste entre los privilegiados por el poder y los “que viven fuera del presupuesto”, es impactante.
Uno de los aspectos donde más salta a la vista es en los sueldos de los funcionarios, que han salido a la luz por estos días con m otivo del pretendido aumento exorbitante que pretendían otorgarse los consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE). Se han estado exponiendo montos de las percepciones de estos funcionarios y los de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con quienes aspiran a igualarse los primeros, de acuerdo a una disposición de ley. Se les ha echado en cara que su pretensión puede ser legal, pero es inmoral; a lo que se debería añadir que la inmoralidad primera es el sueldo que ganan los ministros de la SCJN. Entre salario base, bonos, primas, apoyos y demás prestaciones, estos últimos duplican o triplican lo que gana el presidente de la república. Tienen apoyos económicos hasta para lentes y dentaduras postizas.
A los del IFE tampoco les va mal con primitas y bonitos y premios por productividad después de cada elección.
¿SE ACUERDAN DEL ESCÁNDALO POR LOS 60 MIL MENSUALES A UN AYUDANTE DEL PEJE?
Pues en el IFE, el secretario del presidente del instituto, que le lleva la agenda, gana $156 mil mensuales. El secretario del secretario ejecutivo, 115 mil y el coordinador de asesores del secretario ejecutivo, 126 mil. El coordinador administrativo del consejero presidente, gana 124 mil y los asesores, entre 98 y 116 mil mensuales. (Etimología de la palabra asesor: del verbo facere, hacer, ace. Sor, madre. Asesor: hace madre). Por contraste, los trabajadores de base ganan 7 mil 238 también mensuales.
CON RAZÓN NO QUIEREN SOLTAR EL HUESO
Pero otra inmoralidad patente es lo que se paga a los legisladores, también favorecidos con primitas, bonitos y apoyitos de todas clases con los que disponen de cerca de medio millón de pesos mensuales. Y si se trata de productividad, en los dos años y pico que van de esta legislatura, de 2 mil 350 iniciativas recibidas han aprobado la fabulosa cantidad de 300. Las sesiones empiezan hasta una hora y media más tarde por falta de quórum. Es frecuente que la prensa publique fotos de una sesión de trabajo con el recinto parlamentario casi vacío. A fin de dedicarse a actividades electorales, 82 diputados de esta legislatura han solicitado licencia. Como ya se comentó con anterioridad, las licencias son con goce de sueldo.
Los rezagos se deben también a obstáculos que ponen los partidos cuando alguna iniciativa afecta sus intereses; por ejemplo, el PAN tiene frenada la ley de salarios máximos porque en ella se propone que ningún funcionario gane más que el presidente de la República.
NO ES EL ÚNICO FACTOR DE DERROCHE GUBERNAMENTAL
Hay otros que también inciden fuertemente en la economía nacional y que han pesado de forma decisiva para precipitar devaluaciones. Lo veremos en el próximo artículo.
Por Esto!
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